Autoría de 3:35 pm #Opinión, Arturo Maximiliano – Caleidoscopio

¿Inflación vs crecimiento? – Arturo Maximiliano

Si algo nos preocupa a los mexicanos en nuestro día a día, es ver como han aumentado últimamente los precios de productos y servicios que consumimos para nuestra satisfacción, varios de ellos de primera necesidad. Este aumento de precios generalizado lo conocemos como inflación y es uno de los fenómenos económicos que debe combatir el Banco de México, ya que se trata del mandato de ley que tiene: hacer que el poder adquisitivo del peso se mantenga, que podamos comprar prácticamente lo mismo aunque no necesariamente ganemos más dinero. ¿Esto es un tema de decisiones puramente económicas o de política?

Mucho se ha temido que el Banco de México, que ganó su autonomía a mediados de los noventas y que ha venido ejerciéndola desde ese momento, pudiera regresar a los tiempos donde sus decisiones estén influenciadas directamente por el gobierno federal para hacer ver bien a este último, más ahora que la Junta de Gobierno de Banxico está integrada por tres integrantes propuestos por el actual Presidente de la República, dos subgobernadores y recientemente la gobernadora. En los hechos,ha sido muy satisfactorio ver que las decisiones y los votos de los integrantes de la Junta, todos, han sido basadas en su objetivo principal, mantener la inflación baja, más aún, en esta coyuntura, frenar el aumento de precios.

Ante la recesión provocada por la pandemia, los principales bancos centrales del mundo, habían bajado sus tasas de interés al mínimo posible, en algunos casos literal a cero, como en Estados Unidos, donde era casi regalado pedir prestado hace unos meses, todo esto para reactivar la economía. Cuando las tasas son bajas nos cuesta menos pedir prestado y esto ayuda a que se otorgen créditos para que la gente pueda comprar casas, vehículos y muchos otros productos, mientras que esas mismas tasas estimulan a algunas personas a invertir en un negocio, reabrirlo o surtir su inventario, generando de paso empleos. Esto es un círculo virtuoso que detona movimiento económico.

Sin embargo, cuando se nos cruza una presión inflacionaria, entonces la receta para frenarla es bastante amarga en momentos donde, a su vez, lo que se busca es recuperar una tendencia de crecimiento económico, tratando de fomentar el consumo y la inversión.

Cuando hay presión en los precios, es decir cuando empiezan a subir y lo hacen de manera sostenida, la medicina es subir las tasas de interés o de referencia que pone el banco central, en este caso, el Banco de México. Pero en este caso particular, ha sido complicado tomar la decisión, ya que los dos últimos trimestres la economía ha decrecido marginalmente y al subir la tasa, llegando ya al 6% de un 4% apenas hace doce meses, se vuelve a frenar el crédito y esto tampoco ayuda a que se recupere el crecimiento. Sin embargo se decidió por primero estabilizar precios y luego retomar la política de expansión de gasto.

La realidad es que el Banco de México tiene que hacer su trabajo, controlar la inflación, no tiene el doble mandato de otros bancos centrales que deben sopesar entre el crecimiento económico y la inflación a la vez. Aun bancos con doble mandato, como la FED de Estados Unidos, han tomado la decisión de subir sus tasas de interés, ante una presión inflacionaria que registró un aumento de 7.5% el pasado mes de enero.

Así, el Banco Central está operando con mucha responsabilidad y autonomía, de manera técnica y no política, apegados a su mandato, tratando de controlar esta tendencia inflacionaria que ataca a las principales economías del mundo, aunque la fórmula para lograrlo sea dolorosa para ese crecimiento que tanto añoramos.

Arturo Maximiliano García P.

Notario Público, Maestro en Políticas Públicas y MBA

@amaximilianogp

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Last modified: 14 febrero, 2022
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