Como cada quincena, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Mándame tus preguntas a intza69@yahoo.com
Pregunta:
Soy Lucero, estoy por cumplir 58 años. Mi esposo es 2 años mayor que yo. Tenemos dos hijos varones que ya son independientes y casi no los veo porque viven en otras ciudades.
Él es agente de ventas, viaja mucho, yo siempre estoy en casa sola y cuando estamos juntos casi ni nos hablamos. Siempre he sabido que le gustan las jovencitas y siempre ha sido mi dolor de cabeza.
Últimamente al estar más consciente de mi edad (pronto tendré 60 años) me ha dado por obsesionarme en ver a las jovencitas y compararme con ellas. Siempre en las comparaciones termino perdiendo. Me siento muy triste y me desespera ya no tener juventud.
A mi esposo lo veo tan tranquilo con su edad, él se siente seguro y sigue coqueteando con las más jóvenes.
Estoy muy mal, no puedo ser más joven para sentirme segura. Siento que él pronto me cambiara por otra y eso me enloquece.
Estoy aterrada. ¡Ayúdeme por favor!
Respuesta:
Muchas gracias por la confianza, Lucero, entiendo cómo te sientes. Cuando te comparas corres el riesgo de sentirte en desventaja. Te puedes comparar con más jóvenes pero también con más viejas, con más bonitas o con más feas, con más sanas o más enfermas. A lo que quiero llegar es que es infructuoso compararse.
Las mujeres jóvenes tienen sus ventajas, sin lugar a dudas ¿recuerdas? También fuiste joven, pero el ser joven no quita los miedos e inseguridades. Los jóvenes se enfrentan a otros retos, falta de experiencia, trabajo y un futuro sin esperanzas.
Los adultos tenemos algo que sin lugar a dudas no tienen los jóvenes, precisamente experiencia, ellos no han tenido que vencer muchas cosas que con los años nosotros sí.
No puedes depender de las decisiones que toma tu esposo, por eso te sientes mal, es como si tu vida dependiera de lo que él quiere. Las decisiones las tomas solamente tú. Si decides seguir con él aunque él disfrute más la compañía de otras chicas, entonces debes de ir a terapia. Las parejas son para acompañarnos ¿para que lo quieres si ya no te acompaña, si ya no tienen nada en común?
Todos fuimos jóvenes y sabemos que estar con alguien que tiene una gran diferencia de edad, es sumamente complejo. Habla con él claramente, dile lo que piensas y lo que quieres, si después de esto sigue él en lo mismo, puedes decidir el continuar tu vida sola o también conseguirte otro compañero de vida.
Si pasas mucho tiempo en tu casa inactiva, te puedes obsesionar con las cosas que te preocupan o no tienes. Si eres activa y sales hacer algún trabajo o alguna actividad física que te guste y te divierta, podrás envejecer de una forma más provechosa.
Sí, Lucero a todos nos da miedo envejecer, por eso los comerciantes venden lo que sea para vernos más jóvenes, porque nosotros pensamos que ya a nadie nos va querer o no les vamos a gustar. Tal vez se oiga muy trillado, pero es verdad, no podemos esperar a que los otros nos quieran, tenemos que amarnos a nosotros mismos. Y ese amor, es el único que dura toda la vida. Hay que aceptar nuestra edad con valentía.
Tanto la vejez como la juventud tienen sus desafíos, tal vez cuando eras joven no tenías el tiempo que tienes para ti hoy, estabas criando hijos. Ahora que ya son adultos eres libre y puedes hacer lo que te venga en gana, no tienes que darle de desayunar a tus hijos o esperar a que tu esposo llegue de trabajar para salir de casa.
Disfruta tu vida, la que te corresponde vivir en tu tiempo, ya no serás joven jamás, pero si puedes seguir siendo bella por dentro y por fuera.
¡No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas!
