Autoría de 2:15 pm #Opinión, Rocío Benítez - Zona de la Visión Perpetua

Poesía y lealtades en “Madres paralelas”, la nueva película de Almodóvar – Rocío Benítez

La nueva película de Pedro Almodóvar, Madres paralelas, es una historia que el cineasta español guardó por décadas. Y desde su creación, Penélope Cruz fue invitada a protagonizar la cinta, pero en aquel entonces su papel no era el de Janis, una mujer que, a punto de cumplir 40 años, queda embarazada, pero el hombre con quien mantiene una relación le dice que no está preparado para asumir esa paternidad, cosa que no la perturba a ella y decide ser madre soltera, como su abuela y su madre. En una especie de lealtad.

El papel que Pedro le ofreció por primera vez a Penélope, es el de Ana, la joven que en medio de una historia de abuso resulta embarazada, y sin saber quién es el padre acepta tener a su bebé, en quien deposita su razón de ser y felicidad.

Madres paralelas mantiene el carácter femenino que ha distinguido la obra del cineasta, pero lejos de personajes bizarros y tramas vertiginosos, que los seguidores adoramos y que imaginamos podrían ensalzar esta cinta, Almodóvar abre la porción de una ventana y nos permite ver a dos mujeres que crecen desde su propio entendimiento de la maternidad.

La película inicia y concluye con una historia que Pedro define, como muy española: las fosas comunes que dejó como herencia la Guerra Civil. Janis es quien impulsa la excavación del lugar donde le contaron que quedó enterrado su abuelo, junto a otros vecinos y familiares del pueblo; los nietos y bisnietos mantienen el recuerdo de sus antepasados, y la promesa de que algún día encontrarían sus cuerpos.

Dentro de la película hay un personaje secundario que me llamó la atención, es Teresa, la madre de Ana.  Una mujer que se casó para salir de la casa familiar, con la esperanza de ser libre y dedicarse a su gran pasión: el teatro. Al quedar embarazada, el sueño se trunca; en el penoso divorcio pierde a su hija y se reencuentran  cuando Ana resulta embarazada. Días previos al nacimiento de su nieta, a Teresa le llega la oportunidad de su vida, imposible de rechazar, le ofrecen protagonizar: “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores”, un texto teatral y poético de Federico García Lorca, dramaturgo español quien murió fusilado tras el golpe de Estado que dio origen a la Guerra Civil Española.

“Aunque no se ha podido fijar con certeza la fecha de su muerte, Gibson (Ian Gibson, biógrafo de Federico), supone que ocurrió en la madrugada del 18 de agosto de 1936. En documentos oficiales expedidos en Granada puede leerse que Federico García Lorca falleció en el mes de agosto de 1936 a consecuencia de heridas producidas por hecho de guerra”. (www.cervantesvirtual.com)

“Doña Rosita la soltera”, denominado Poema granadino del novecientos, dividido en varios jardines, con escenas de canto y baile, fue escrita en 1935, y es la última obra que Lorca estrenó en vida, el 13 de diciembre de 1935, en Barcelona. 

La obra cuenta, entre versos, el amor que doña Rosita le tiene a un primo que le promete matrimonio, pero por cuestiones de trabajo se tiene que ir y dejarla. Por carta mantienen la comunicación, hasta el día que le avisa que  se ha casado y no regresará.

El texto es una crítica a la sociedad de la época, a las exigencias y miramientos a los que se enfrenta una mujer ante la soledad, al condicionamiento del matrimonio como realización máxima de una pareja, pero sobre todo de una mujer. 

“Según algunos datos aportados por el diario granadino Granada Hoy, García Lorca, construyó la trama de “Doña Rosita la soltera” inspirado en la vida de su prima Clotilde García Picossi, que mantuvo una relación amorosa con su primo hermano Máximo Delgado García, que después de casarse con otra mujer en la provincia argentina de Tucumán, seguía enviando correspondencia a Clotilde para hacerle saber que algún día regresaría y se casaría con ella”, (losamigosdecervantes.com).

Aquí unos fragmentos de la obra “Doña Rosita la soltera”, en donde se hace evidente la lealtad, incluso al sufrimiento. 

Escena de “Doña Rosita la soltera”

***

TÍA. ¡Hija! ¡Rosita!

ROSITA. Ya soy vieja. Ayer le oí decir al Ama que todavía podía yo casarme. De ningún modo. No lo pienses. Ya perdí la esperanza de hacerlo con quien quise con toda mi sangre, con quien quise y… con quien quiero. Todo está acabado… y sin embargo me acuesto, y me levanto con el más terrible de los sentimientos, que es el sentimiento de tener la esperanza muerta. Quiero huir, quiero no ver, quiero quedarme serena, vacía (¿es que no tiene derecho una pobre mujer a respirar con libertad?). Y sin embargo la esperanza me persigue, me ronda, me muerde; como un lobo moribundo que apretara sus dientes por última vez.

 TÍA. ¿Por qué no me hiciste caso? ¿Por qué no te casaste con otro?

ROSITA. Estaba atada, y además, ¿qué hombre vino a esta casa sincero y desbordante para procurarse mi cariño? Ninguno.

TÍA. Tú no les hacías ningún caso. Tú estabas encelada por un palomo ladrón.

ROSITA. Yo he sido siempre seria.

TÍA. Te has aferrado a tu idea sin ver la realidad y sin tener caridad de tu porvenir.

ROSITA. Soy como soy. Y no me puedo cambiar. Ahora lo único que me queda es mi dignidad. Lo que tengo por dentro lo guardo para mí sola.

TÍA. Esto es lo que yo no quiero.

AMA. (Saliendo de pronto.) ¡Ni yo tampoco! Tú hablas, te desahogas, nos hartamos de llorar las tres y nos repartimos el sentimiento.

ROSITA. ¿Y qué os voy a decir? Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas, y si las hubiera, nadie entendería su significado. Me entendéis, si pido pan y agua y hasta un beso, pero nunca me podríais ni entender ni quitar esta mano oscura que no sé si me hiela o me abrasa el corazón cada vez que me quedo sola.

AMA. Ya estás diciendo algo.

TÍA. Para todo hay consuelo.

ROSITA. Sería el cuento de nunca acabar. Yo sé que los ojos no los tendré siempre jóvenes, y sé que la espalda se me irá curvando cada día. Después de todo, lo que me ha pasado, le ha pasado a mil mujeres…

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “ZONA DE LA VISIÓN PERPETUA”, LA COLUMNA DE CHÍO BENÍTEZ PARA LA LUPA.MX

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Last modified: 26 febrero, 2022
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