Todxs lo hemos visto alguna vez, en una libreta, algún juguete, o hasta en el pan que venden en el supermercado: Distroller, la marca mexicana que se hizo tan popular con sus diseños de la virgencita a principios de los 2000.
Fundada por Amparo “Amparín” Serrano, Distroller es hoy por hoy una de las empresas nacionales de diseño más importantes del país, y con una fuerte presencia en Latinoamérica, España y EE. UU.
Distroller utiliza el folclor, la cultura, lo divertido y lo triste de la vida para satirizar la cotidianidad mexicana en ilustraciones y frases que adornan artículos de papelería, ropa, joyería, juguetes o cualquier otra cosa, porque de pronto aparece hasta en la caja de la rosca de reyes.
Sin embargo, hace unos años, alcanzó un nivel superior con la fiebre de los neonatos y sus personajes inspirados en ajolotes. Quienes tenemos contacto con niñxs, los hemos visto al menos una vez: unos monstruillos de plástico que hay que cuidar como si fueran tamagotchis, vestir con ropa especial y hasta “alimentar” con polvos resurtibles.
Estos juguetes son una de las líneas más populares de productos Distroller en la actualidad, no sólo en México, sino en Colombia, Chile, Argentina, España, EE. UU. y Perú. Cabe mencionar que estos últimos tres, son los mayores compradores después del mercado nacional.
Aquí deseo detenerme un momento en uno de los elementos más curiosos en este tema, el canal español de YouTube “Historias con Ruth”. Estos videos promocionan los juguetes Distroller –especialmente los neonatos– desde hace años. La producción implica un guion que mantiene los elementos más importantes del discurso de la marca: que los juguetes están vivos, vienen de un lugar llamado Neonatitlán y hay que comprarles mil y una cosas para que sean felices.
Tanto los neonatos como las otras líneas de productos (Emoshionatos, Chamoy y Amiguis, Volameritos) tienen su propia mística y personalidades, que reproducen ideas, palabras y modos sumamente mexicanos. Por ejemplo, una de las Chamoys:
“Berenice Pacheco Godoy, se autonombra “Berinaiz”, habla francés (en realidad sólo aumenta una ‘e’ al final de cada palabra), tiene dos actores contratados que hace pasar por sus ‘guarures’, es fanática de Distroller, pero lo oculta porque según ella no es de ‘niñas bien’. Tiene un hurón como mascota y es súper diestra en el zurcido invisible y en la alta costura”.
La enorme influencia de otros países sobre la cultura en México hace que sea difícil desarrollar un poder suave propio, pero Distroller lleva haciéndolo casi dos décadas, utilizando palabras chuscas y símbolos nacionales, para crear un mercado muy íntimo con estas ideas, pero también para exportar a otros países. Reforzar e impactar, la dupla de la seguridad cultural.
Antes de concluir, volvamos al punto de “Historias con Ruth”. A mí, personalmente, me parecen diabólicos estos videos que promocionan juguetes, considerando que muchxs niñxs pasan horas pegadxs a la pantalla del celular de sus papás. La publicidad infantil es perversa, las mentes jóvenes tienen menos filtros y criterios, por lo que son clientes seguros si se logra cautivar su atención. Pero más allá del bien y el mal, esto se trata de influencia.
No me crean a mí, hablemos de números. Hoy “Historias con Ruth” cuenta con 4.6 millones de suscriptores, un total acumulado de 2 mil millones de reproducciones y un promedio de 27 videos mensuales; un millón de reproducciones diarias y 1,800 nuevos suscriptores por jornada.
Sólo por parte del alcance del canal, es posible vislumbrar un enorme impacto en las juventudes del mundo: al menos 4.6 millones de niñxs en el planeta consumen videos españoles que hablan con vocabulario mexicano, y fantasean con jugar con neonatos, ksimeritos, aquameritos y más.
Como muchas veces, la verdadera pregunta es, en un futuro, cuando esos niñxs crezcan, ¿estarán igual de influenciadxs que nosotrxs por los juguetes gringos o japoneses? ¿Aspirarán a ser mexicanxs como nosotrxs queremos ser de otros lados?
Muy interesante. Desconocía el tema y me parece de suma importancia abordarlo en una época en que la mercadotecnia va de la mano con la ideología.
Muy interesante, acerca del soft power de la cultura para trascender fronteras, impulsado por creatividad y un marketing potente. Uno de los ganadores mexicanos en muchos países.