Guillermo Huerta, el multicampeón americanista

ENTREVISTA: ENRIQUE CALDERÓN/LALUPA.MX

¡Poderoso y recio defensa central! Emblema de las Águilas del América en los años 80, equipo con quien fue cuatro veces campeón de liga. Seleccionado nacional, mundialista olímpico, y como director técnico cuatro veces campeón con el equipo sub 20 del América. ¡Con ustedes, Guillermo Huerta Huitrón!

De familia numerosa

El penúltimo de 17 hermanos fue Memo, así que ya se imaginarán “la fiesta” todos los días en su hogar de la colonia Electricistas de Azcapotzalco: “Había que ponerle más agua a los frijoles”, comenta Guillermo a lalupamx en tono festivo.

Y agrega: “mi papá era obrero y se las ingeniaba para mantener a toda la familia, y además se daba su tiempo para jugar basquetbol. Era un tipo muy alto, muy deportista, por eso a mí desde jovencito también me gustó mucho hacer deporte; practiqué el box y el futbol americano en los Sioux de la Vocacional 8 del Politécnico, y era muy bueno, me gustaban las tacleadas, pero la realidad es que el futbol soccer era y es mi pasión”.

Pocos saben que Memo anhelaba jugar en Cruz Azul, el equipo de sus amores. Su ídolo era Javier “Kalimán” Guzmán, inclusive ya como profesional fue buscado por Guillermo Álvarez, presidente de la máquina cementera, sin embargo el destino lo llevó al América, club donde se consagró y se convirtió en un símbolo del americanismo. Como ironías de la vida, esta entrevista se llevó a cabo en un restaurante donde acude frecuentemente, que se llama “Puro Guadalajara”, muy cerca de la avenida Oceanía en la ciudad de México.    

Cerca de firmar con Tecos         

Desde sus inicios como amateur, Huerta destacó no sólo por su altura y corpulencia, sino por su habilidad técnica, era zurdo, dominaba la pelota con excelsitud y además tenía un extraordinario remate. No es casualidad que haya anotado siete goles de cabeza en su trayectoria americanista, un buen récord para un defensa central.

“Cuando jugaba como amateur, los Tecos de Guadalajara se fijaron en mí, y justo cuando iba a debutar me dijeron que fuera a la oficina a firmar mi contrato. Cuando llego y veo la cantidad que me querían pagar no lo podía creer: eran tres mil pesos los que me ofrecían. En Guadalajara pagaba la renta de un cuartito, mi comida, mi transporte. Esa cantidad no me alcanzaba para nada, así que de plano tomé la decisión de regresarme a la Ciudad de México. Venía llorando en el camión, qué le iba a decir a mi familia.

“Sin embargo, la vida te pone donde debes estar. A pocos días de ese incidente mi nombre apareció en la lista de la selección juvenil que debía de concentrarse en el Centro de Capacitación. Era el único jugador que no pertenecía a ningún club profesional, pero no eso no me espantó y me la rifé al tú por tú con todos los jugadores. El profesor (Jesús) Del Muro, el entrenador, me apoyó, y me brindó todos sus conocimientos, corría el año de 1982.

La llamada de “Panchito” Hernández

Tres meses después Memo recibió una llamada de “Panchito” Hernández, el presidente deportivo del América: “Guillermo, te invito a comer, tú cumples con el perfil del jugador americanista y quiero platicar contigo”, le dijo el directivo. Para Guillermo fue como un verdadero sueño, no lo podía creer. “Me ofreció 70 mil pesos, yo dije sorprendido: ¿70 mil pesooooos? Bueno, dijo Panchito a su asistente, ‘dale 80 mil….y 14 mil mensuales’ ¿14 mil mensuales?, volví a preguntar. Bueno, dijo Panchito ‘entonces, dale 20 mil’. Yo preguntaba sorprendido, pero Panchito pensaba que le pedía más !Ja,ja,ja!

“Cuando salí del restaurante me sentía en otro mundo, no podía creer lo que me estaba pasando. No manches, yo nunca había tenido tanto dinero”.

Así fue como Memo llegó al club América. “Debuté en la temporada 83-84, era un equipo que estaba plagado de estrellas. Compartí vestidores con Hugo Sánchez, con el Ruso Daniel Brailovsky, con el Negro Carlos Santos, e hice pareja en la defensa central con el gran Alfredo Tena, éramos una defensa impasable y logramos ser campeones en las temporadas 83-84 venciendo a las Chivas, 84-85 derrotando a los Pumas, en el Prode 85 saliendo victoriosos ante el Tampico Madero, y en la temporada 87-88 nuevamente derrotamos y humillamos a los Pumas de la Universidad y en la 88-89 derrotando al Cruz Azul”.

A la par, Guillermo fue convocado en la selección mexicana para participar en la Copa Mundial de Futbol Sub-20 que se realizó en la URSS en 1985. Ahí, compartió vestidores con Beto García Aspe, Mauricio Vázquez y Nacho Ambriz, todos bajo las órdenes de Jesús del Muro. Ese equipo logró llegar a cuartos de final y se quedó con el 5to lugar de la justa.

20 años como entrenador

Luego de más de 20 años como director técnico, actualmente Guillermo Huerta se dedica a la preparación de jóvenes que tienen el sueño y la ilusión de ser jugadores profesionales y llegar, como él, a ser jugadores de excelente nivel en la Liga MX. Se trata de un proyecto al cual fue invitado por Iván del Carpio y asistido por Gilberto Guzmán. Memo tiene la hazaña de haber sido campeón por cuatro ocasiones con la Sub 20 americanista, haber dirigido en fuerzas básicas a clubes como Puebla y fungir como director deportivo del Atlético de Madrid de la tercera de división en un proyecto que trajeron desde España.

Así, Memo Huerta, un hombre estudioso, preparado, que ha dedicado gran parte de su vida profesional a la formación de nuevos valores, se ha consolidado como uno de los pilares en la dirección técnica del futbol mexicano en fuerzas inferiores.

Y aunque por diversas circunstancias del futbol mexicano, como grillas, nepotismo, favoritismo, no ha sido tomado en cuenta para dirigir a un club de primera división, no pierde la esperanza y levanta la voz buscando ser considerado.

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José Antonio Gurrea C.