Querétaro es referente por su crecimiento económico y poblacional. Sin embargo, en pocas ocasiones se menciona el deterioro ambiental como consecuencia de su pujanza.
La calidad del aire y el agua son de extrema importancia y pocas veces se discuten los graves desafíos que enfrentan, así como las alternativas para solucionarlos. Por ejemplo, en Querétaro el 76 % de los 42 cuerpos de agua (arroyos, drenes, ríos y presas) tienen índices alarmantes de contaminación de partículas de E. coli, por descargas ilegales y agua sin tratamiento con químicos derivados de la industria.
Con respecto a la calidad del aire, los retos son aún mayores, ya que de acuerdo a la consultora en clima y medio ambiente Hilda Martínez: “la contaminación del aire es el factor de riesgo ambiental más importante de salud”.
Cada minuto entran 6 litros de aire a nuestros pulmones. En una caminata de 15 minutos con calidad del aire media respiramos 20 millones de partículas, por lo cual en vital que la calidad del aire sea buena.
Si el aire no es de buena calidad, podemos encontrar un listado de químicos dañinos a la salud como: monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, partículas suspendidas, ozono, benceno, tolueno, percloroetileno, níquel, cromo, cadmio, mercurio, metano, óxido nitroso, amonio y clorofluorocarbonos. Muchos de estos contaminantes reducen la cantidad de oxígeno en la sangre, afectan al corazón, podrían causar accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón, agravan el asma, incrementan la susceptibilidad a infecciones respiratorias y hay casos ligados al Alzheimer. Además, contribuyen a la lluvia ácida, afectando el crecimiento de plantas, cosechas y cuerpos de agua.
La fuente de estos contaminantes es amplia y diversa: vehículos de combustión, estufas, calentadores, generación de energía, industria, pinturas y solventes.
Entonces, ¿cómo podemos reducir nuestra exposición a estos contaminantes? Una forma es monitoreando la calidad del aire. La recaudación de datos ayuda a proponer políticas públicas para implementar normas y sanciones. También es de vital importancia eliminar combustibles fósiles, utilizar vehículos eléctricos, fomentar energías renovables, reducir compuestos orgánicos volátiles utilizados en productos domésticos, cosméticos y pinturas.
Asimismo, se debe de dar continuidad a programas de verificación vehicular, mejorar la infraestructura peatonal y ciclista para eliminar traslados en auto y la plantación masiva de árboles que atrapan partículas contaminantes.
La mala calidad del aire es un “asesino invisible” y si no hacemos nada al respecto el crecimiento económico será en vano.
El arquitecto Rodrigo Pantoja es profesor de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec de Monterrey Campus Querétaro.
rpantoja@tec.mx
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Me parece de lo más triste ya que el tener crecimiento tiene muchos beneficios y el no prevenir lo bueno y malo que eso representa genera todos estos problemas que menciona el arquitecto y como siempre piensan en ganar dinero pero no en el impacto que esto puede generar cada ves somos más egoístas que individuales como personas