HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
La pandemia por Covid-19 llevó a la maestra Nancy a ponerse un sombrero y escribir canciones para enseñar Química a sus estudiantes de secundaria; su interés era demostrar que esta ciencia está lejos de ser aburrida y complicada, incluso a la distancia, que los alumnos pueden más de lo que creen y que los maestros de Querétaro son capaces de cambiar a la sociedad para bien.
Ganadora del segundo lugar del Premio Estatal al Desempeño Docente 2021-2022, Nancy Elizabeth Osornio Hernández está convencida de que cada persona tiene la responsabilidad de ser feliz y de aprovechar todo su potencial, por eso motiva a sus estudiantes a dar lo mejor de sí mismos.
También suele recordar a sus compañeros de la secundaria en la que trabaja en San Juan del Río que los maestros son parte indispensable del futuro de Querétaro, que son ellos quienes pueden cambiar a la sociedad.
“Los maestros tenemos en nuestras manos la bondad, la honestidad de niños y somos quienes podemos transformarlos con el amor que le podemos dar a nuestros cambios y tener un cambio más adelante”.
“Aprendiendo Química a través del juego”
Nancy Elizabeth es consciente de que muchos estudiantes tienen cierta resistencia a aprender Química, en gran parte, porque el primer acercamiento con esta ciencia no es la más adecuada, así que su proyecto utiliza los juegos y otras estrategias para que la enseñanza sea dinámica.
“Trabajando en la pandemia de manera virtual comencé a realizar videos digitales donde hacía experimentos, elaboré canciones con los temas de Química para que los alumnos pudieran comprender, más fácil, los contenidos que a la distancia podían quedarse un poco rezagados, siempre he apostado por esas dinámicas en mis clases: el juego, cantar, bailar, crear, es algo que coloqué dentro de mi proyecto”.
Así surgió “Aprendiendo Química a través del juego” con el que ganó el segundo lugar del Premio Estatal al Desempeño Docente 2021-2022 de la Secretaría de Educación y de la Unidad de Servicios para la Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ).
Al principio, a sus estudiantes les parecía raro que la maestra de Química los pusiera a cantar diferentes géneros, pero después se sentían motivados y cuando a ellos les tocó producir sus propios videos lo hicieron sin pena, “porque también la maestra lo estaba haciendo y ahora que llevamos al aula todo eso que hacíamos de manera virtual, pues les gusta mucho”.
Para ella no se trata sólo de enseñar y aprender Química, sino llegar a la parte más emocional de los estudiantes, a esa que puede facilitar que retengan lo aprendido cuando se divirtieron.
“Me encanta que un alumno, durante los minutos que va a estar conmigo, pueda reírse, pueda olvidarse de los conflictos en casa, ese es mi objetivo, que en cuanto yo pise el salón ellos se puedan olvidar de cualquier situación que los esté lastimando, que les esté preocupando o causando estrés y se diviertan. Cuando veo esas caras de alegría, que los pongo a competir, que cantan, para mí es lo que más disfruto de mi trabajo, ver a mis alumnos contentos cuando dicen; ahí viene la de Química y se emocionan”.
Algunos la reconocen como una profesora estricta, pero saben que con ella van a aprender y a divertirse mucho, porque su compromiso al inicio de cada ciclo es que salgan “enamorados de la materia. Al final me dicen que sí es cierto, que ya no le tienen miedo a la tabla periódica”.
Exige no desaprovechar su potencial
Como da clases a tercero de secundaria, le toca ver cuando los alumnos “bajan el ritmo” y eso la llena de tristeza, porque empiezan a desaprovechar todo su potencial justo cuando están por irse a la preparatoria, así que eso amerita algunos llamados de atención.
“Me llego a preguntar qué puedo hacer como maestra y ahí platico con ellos, le explico que está padre experimentar cosas en la vida, pero para todo hay un momento, por ahora tienen que aprovechar su potencial y ver las metas que pueden alcanzar si le echan ganas”.
Después de ganar el premio, Nancy Elizabeth se siente más comprometida, no solo frente a los alumnos, sino frente a otros compañeros docentes, porque muchos tienen el mismo interés por sacar lo mejor de cada estudiante y estos reconocimientos “nos levanta a todos, nos hace entender que podemos cambiar muchas cosas en la educación, todos pensamos que podemos hacer más y que podemos organizar otros proyectos”.
Cuando reflexiona sobre el futuro, le resulta imposible no pensar en sus estudiantes y en la advertencia que les hace en el aula: “Siempre les advierto que si me los llego a encontrar en el camino en algún otro momento les voy a preguntar ¿eres feliz? Porque eso es lo que interesa, vinimos a este mundo a ser felices y si lo que estamos haciendo no nos hace felices tenemos que cambiar, buscar otro camino, porque yo los veo en lo alto, siendo los mejores de esta ciudad, de este país, en sus manos está qué tipo de ciudadanos vamos a ser y yo quiero a los mejores”.
Sobre su propio gremio, se suma al llamado de muchos docentes de sumar fuerzas una y otra vez para educar bien a las nuevas generaciones, porque “no hay quien pueda cambiar a la sociedad más que los maestros, los maestros tenemos en nuestras manos la bondad, la honestidad de niños y somos quienes podemos transformarlos con el amor que le podemos dar a nuestros cambios y tener un cambio más adelante”.