Autoría de 4:53 pm #Opinión, Luis Tamayo Pérez - Ecosofía

Una alternativa a la privatización del agua en Querétaro – Luis Tamayo Pérez

“Las guerras de este siglo se libraron por el petróleo, pero las del siguiente se librarán por el agua”.

Ismael Sarageldin.[1]

El 10 de junio pasado fueron detenidos —y, afortunadamente, poco después liberados— Juan Pablo Zedilla, Roberto Garrido y José Armando Isidro. La policía estatal los detuvo después de agredir a los asistentes convocados por la Red de defensa del agua y la vida a expresar su desacuerdo por la propuesta de privatización del agua de la administración estatal, acto realizado frente a las oficinas de la Comisión Estatal del Agua de Querétaro.

Esto no puede dejar de recordarnos lo ocurrido en el año 2000, en Cochabamba, Bolivia, cuando la corporación Bechtel, apoyada por el Banco Mundial y en colusión con otras empresas (entre las que se encontraban la estadounidense Edison y la española Abengoa) se apropió de la concesión de agua de la región y creó la empresa Aguas del Tunari. Tal empresa no sólo aumentó significativamente el costo por el recurso, sino que prohibió que se recolectase el agua pluvial. En consecuencia, el pueblo debía decidir entre comer o tomar agua, por lo que no pudo sino levantarse masivamente y expulsar a tan inhumana corporación de su territorio (Barlow& Clarke, 2001).

En nuestros días, las crisis por la carencia del agua no sólo se manifiestan en los países desérticos. En la capital de Sudáfrica o en Petorca, Chile, la mayoría de los ciudadanos deben sufrir por la carencia del líquido vital.

En consecuencia, lo ocurrido en Querétaro no es un evento aislado. En Cuernavaca, una ciudad con una elevada recarga pluvial, en el 2021 se vio envuelta en decenas de manifestaciones y plantones realizados por los más pobres, los cuales exigían la dotación del recurso vital.

Por otro lado, en la ciudad industrial de Monterrey la sequía afecta gravemente a la población, ocasionando un tandeo casi criminal del recurso, mientras su vergonzoso gobernador desoye la queja ciudadana y culpa, como ya se ha hecho recurrente en muchas administraciones estatales y la federal, al gobierno anterior.[2]

Querétaro, como parte del Bajío mexicano, hace algunas décadas contaba con mucha agua. Desgraciadamente, ésta fue depredada primero por Coca Cola y después por el crecimiento desordenado y exorbitante que convirtió a buena parte del Estado en una región con stress hídrico.

En su estudio Oro azul, Maude Barlow indica que, a escala mundial, actualmente se extrae del subsuelo 15 veces más agua que la recarga, poniendo en riesgo la vida de las generaciones futuras:

El agua dulce únicamente se renueva por la lluvia, que cae a un ritmo de 40,000 a 50,000 kilómetros cúbicos al año. Pero debido a la congestión de las grandes urbes, a la deforestación, al desvío de las aguas por necesidades de irrigación agrícola, hasta esta ínfima parte de agua dulce está desapareciendo a la par que se va secando la superficie de la tierra; a este ritmo, el agua de todas las cuencas de los ríos de todos los continentes irá agotándose de manera ininterrumpida. El consumo mundial del agua dobla cada veinte años, es decir a un ritmo dos veces mayor que el del crecimiento de la población humana. Según las Naciones Unidas, el agua potable ya escasea para mil millones de personas. De seguir así, de aquí al año 2025, la demanda de agua dulce llegará a superar la disponible hoy día en un 56 por ciento (Barlow& Clarke, 2001: 9).

Y la cuestión sólo empeorará en los años venideros. Al respecto no sobra recordar lo planteado por el Dr. Raúl Vidal en él estudio Locura <>Horror (Nandela, México, 2021) en el cual recuerda la situación límite vivida por los que murieron y sobrevivieron los campos de concentración nazis: una degradación donde no sólo se perdía la vida sino incluso la condición humana; donde el ser humano era reducido a su pura y simple animalidad y ello era resentido sobre todo por los más pequeños. El Dr. Vidal nos muestra lo que ocurre cuando los seres humanos son sometidos a una situación límite, como la que ocasiona la falta de agua, una que, desgraciadamente, apunta a repetirse en aquellas naciones que sean incapaces de generar la inteligencia social suficiente para defenderse de las consecuencias que generará el Calentamiento Global: inundaciones, ondas de calor y, sobre todo, sequías y pérdida de glaciares, es decir, de aquellas formaciones naturales que nutren el agua de los ríos.

Tales sequías e inundaciones generarán millones de refugiados, los cuales exigirán comida y trabajo en los lugares donde se asienten. Y muchas comunidades humanas no podrán sino rechazarlos y defenderse de ellos recurriendo a gobiernos totalitarios. No se equivocaba Jean Amery en su Auschwitz ¿comienza en Siglo XXI? Hitler como precursor(2002). Lo que viene en buena parte del mundo son totalitarismos que intentarán mantener a raya a unas mayorías empobrecidas que serán capaces de matar para poder llevar agua y alimentos a su creciente prole.

Afortunadamente, el giro al totalitarismo no es la única solución. También es posible la solidaridad.

Es cierto que, en la vasta Aridoamérica mexicana, las sequías harán del agua un recurso muy valioso, pero la solución no está en privatizarlo. Sabemos bien las consecuencias que ello acarrea: sólo permite su acceso los más ricos y los pobres, como ocurrió en Cochabamba, tienen que decidir entre comer o tomar agua. Y, por cierto, la privatización no necesariamente mejora la calidad del servicio como sostienen sus promotores.

Entendemos que Querétaro se encuentra en una situación complicada respecto a la dotación de agua, pero hay otras maneras, esas sí duraderas, de solucionar el problema:

  • En primer lugar, realizar una verdadera reorganización poblacional y no permitir el establecimiento de ni un fraccionamiento más en la Zona Metropolitana de Querétaro.
  • En segundo lugar, construir vías férreas hacia los pueblos cercanos para permitir a los que ahí habiten estar en menos de una hora en el centro de la capital, así como en las principales zonas industriales. Tal conectividad hará que los constructores establezcan sus fraccionamientos en tales pueblos, generando empleos y mejorando su calidad de vida, al par que ofrecen viviendas a personas que, en poco tiempo, pueden encontrarse en la capital o en sus lugares de trabajo.
  • En tercer lugar, apoyando y haciendo más eficiente al organismo estatal encargado del agua.
  • En cuarto lugar, implementando programas de control poblacional, pues la mejor manera de detener el agotamiento de los limitados recursos de la tierra es controlar la cantidad de humanos que los explotan.

Considero que estas medidas permitirían ayudar a resolver, de manera correcta, a largo plazo y sin necesidad de privatizar el recurso, el conflicto por el agua en Querétaro.

Cuernavaca, Morelos, 14 de junio de 2022.

Bibliografía

Amery, J. (2002). Auschwitz ¿comienza en Siglo XXI? Hitler como precursor, Madrid: Turner.

Barlow, M, Clarke, T. (2001). Oro azul, Madrid: Turner/FCE.

Tamayo. L. (2021). El crimen perfecto, México: Nandela.

Vidal, R. (2021). Locura˂˃ Horror, México: Nandela.


[1] Frase pronunciada cuando era, en 1995, vicepresidente del Banco Mundial.

[2]https://www.elfinanciero.com.mx/estados/2022/06/08/el-agua-le-toca-a-conagua-dice-samuel-garcia-ante-protestas-por-desabasto-en-nuevo-leon/

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Last modified: 15 junio, 2022
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