Autoría de 1:37 pm #Opinión, Rodrigo Montera - Poema de Gol • One Comment

Decálogo futbolístico para cuentistas – Rodrigo Montera

1

Al escribir, como al jugar, se debe balancear el juego defensivo con el ofensivo. La aventura futbolística y literaria precisa de pases entre los defensas que aseguren la posesión del esférico, así como de oraciones que rompan el esquema y levanten el azoro de la grada.

2

El cuento se disputa en el medio del campo. En la media es donde se orquesta el tempo, donde los verdaderos narradores definen el cuento y atraen la mirada de los lectores, quienes esperan ver, en esa zona del relato, una jugada creativa, aguerrida o esclarecedora; como un pase filtrado, una barrida a tiempo, o un cambio de juego (lo que nos lleva a…)

3

Los cambios de juego reinventan la jugada. En ocasiones el partido se carga a una de las bandas y se vuelve repetitivo. En esos casos no hay nada más agradable que un jugador que levanta la vista, ancla una pierna sobre el césped, la otra la echa hacia atrás y, con un exquisito y preciso patadón, manda el esférico del otro lado del campo, donde un compañero está listo para continuar la ofensiva. Los cuentos también precisan de esos cambios de dirección (con el riesgo de que el patadón no sea tan exquisito y comprometa la jugada o eche el balón fuera del campo).

4

Cuantos menos toques dé un delantero, mejor. Los finales en las narraciones breves necesitan de contundencia: oraciones cortas que no dejen lugar a dudas de cuándo acabó la historia. Puede haber confusión en qué sucedió (“¿Con qué parte del cuerpo remató Chicharito?”), más no hay duda gramatical: dos oraciones breves (lo que equivaldría al control y disparo) y fin. En el área, como en los finales, cuanto menos toques, mejor.

(El punto anterior aplica para centros delanteros. Pero siempre puede aparecer…)

5

Una jugada a lo Maradona o a lo Felisberto Hernández. Ya sabe, un jugador que conduce el balón desde el medio campo y termina su carrera hasta caer en el área rival, tras haber disparado a portería. Pero para hacer algo así se requiere de maestría y de condición física para saber controlar la cadencia de los regates y de las oraciones subordinadas. Feliberto Hernández lo hacía de un modo extremo: era como un portero que, ubicado en su área, deja caer el balón a sus pies y arranca hasta llegar a la portería contraria. Hernández era un portero con el número “10” a la espalda. Así como Maradona era un narrador a lo Victor Hugo, omnipresente.

6

Solo se permiten tres cambios (hablo de los recientes viejos tiempos del futbol). Un cuento solo permite hacer tres modificaciones. No más. Si se hacen más de tres giros en la narración, el cuento ya no es cuento, es experimento. Y si se quiere que estos tengan incidencia en la historia, deben realizarse antes de que comience la recta final del relato, es decir, antes del minuto setenta; de lo contrario, ante la tribuna de lectores, perderemos credibilidad como estrategas.  

7

Jugar de local. A nivel literario esto equivale a narrar una historia donde el personaje principal se encuentra en un entorno familiar y es ahí donde se enfrenta a lo que quizá era previsible, pero en absoluto deseable, como que tu propia afición te abuchee al termino del primer tiempo.

8

Jugar de visitante. En estos casos el protagonista se halla en un territorio desconocido que obstruye su victoria. Puede que sea un estadio donde la porra local y el clima sean hostiles, donde el césped sea artificial; todo es ajeno, distinto y aún así, el protagonista debe sobreponerse y obtener el mejor resultado posible que, en muchos casos, es la supervivencia. 

9

Los cuentos como los partidos pueden acabar “0-0”. Y aún así ser cuentazos. O partidazos. Pero no nos engañemos, la mayoría de los encuentros con este marcador son malos. Siempre es mejor que haya una anotación, sin importar si esta es a favor o en contra: es preferible la derrota de un personaje, que su intrascendencia.

10

Todos escribimos o jugamos para ganar. En el entendido de que ese esfuerzo –el de superar las adversidades que nos presente el cuento o el partido– enriquecerá nuestro talento literario o futbolístico.

AQUÍ PUEDES LEER MÁS ENTREGAS DE “LITERATURA F.C., LA COLUMNA DE RODRIGO MONTERO PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/rodrigo-montera-literatura-f-c/

(Visited 127 times, 1 visits today)
Last modified: 17 julio, 2022
Cerrar