Autoría de 1:08 am #Destacada, En el Confesionario

“Tengo bien tatuada la marca de la Contraloría”: Óscar García

ENTREVISTA: ANA MARÍA RESÉNDIZ/LALUPA.MX

FOTOS:ENRIQUE CONTLA/LALUPA.MX

Amante de la docencia, donde su especialidad es el Derecho Disciplinario, y con 23 años de experiencia en el área que hoy encabeza, Óscar García González, secretario de la Contraloría del gobierno del estado de Querétaro, revela “En el Confesionario” de lalupa.mx que nunca sería artista plástico ni dibujante, pues las manualidades no son su fuerte. Señala que si pudiera tener un don le gustaría ser multiinstrumentista y tocar como músico en fiestas. Dice que detesta la impuntualidad ajena y la desidia propia, y admite que sigue siendo necaxista, aunque este equipo ya no gané títulos.

¿Cómo comienza tu día?

Normalmente empieza a las 6:30 de la mañana: hay que arreglarse, desayunar con la familia. Cuando son épocas escolares, llevo a mi hija a la escuela, si no, directo a la oficina a trabajar.

¿A qué te hubiera gustado dedicarte, si no fueras funcionario público?

Me gusta mucho la docencia. No siempre tengo la oportunidad de dedicarme a dar clases, pero sí me gusta bastante. Tuve la oportunidad de trabajar para la Universidad Autónoma de Querétaro, ahí dí algunas clases, y hay seminarios a los que me invitan. Por otra parte, organizaciones civiles de todo tipo me hacen favor de invitarme para dar pláticas. Me gusta mucho estar en foros académicos.

¿Cuál es tu especialidad dando clases?

Diría que el Derecho Disciplinario, hablar de todo lo que son las responsabilidades del servidor público, ya tengo muchos años en este tema, es de lo que más me invitan a participar.

¿A qué actividad nunca te dedicarías?

Dibujante, soy pésimo para dibujar, no se me dan los trazos, no tengo ninguna gracia para dibujar, nada.

¿Lo intentaste alguna vez en tu vida?

Sí, desde kinder, pero nunca, siempre reprobé Palitos 1 y Tijeritas 2. No, nunca se me dio, las manualidades no son lo mío para nada, no sé dibujar, no sé recortar, me salgo de la línea, etcétera, no, no es lo mío.

¿Cómo llegas al mundo de la contraloría?

Tengo tatuada a la contraloría. En diciembre del 97, yo era abogado litigante, y una compañera de trabajo me pidió que la ayudara a hacer un lanzamiento, es decir, a sacar a unas personas de su casa porque no habían pagado la renta. Llegamos el dichoso lanzamiento muy de mañana y a mi compañera se le olvidó llevar cargadores, cerrajero, policías, etcétera, y además ahí estaba la gente de El Barzón. Nos decían de cosas, nos empujaban, nos apedreaban. Nos fue bastante mal, terrible. En ese momento, presento mi queja y, por alguna razón, alguien me dice: vete a gobierno del estado, están buscando a alguien en la Contraloría, a un abogado, nada más no te vayas hasta que el contralor te reciba, sin importar la hora.

Yo llegué a las 6:00-7:00 de la tarde, toco la puerta y me dicen: ahorita te recibe el contralor. Las 8:00, las 9:00, las 10:00, las 11:00, las 12:00, la 1:00 de la madrugada, sale el señor (el contralor) y me dice: “¿Qué haces aquí?”, y le respondo: “Pues ustedes me dijeron que no me moviera…” Me llevé una sorpresa cuando me dice que por haber aguantado tanto tiempo me iba a contratar.

Trabajé los seis años en Contraloría del estado, en aquel entonces Ignacio Loyola era el gobernador. Empecé como abogado, jefe de departamento y terminé como director Jurídico. Acabó el sexenio y me hacen favor de invitarme a la Contraloría del municipio de Querétaro, en época de Armando Rivera, después a la Contraloría de Manuel González Valle. Después, con Pancho Domínguez, me convertí en titular del Tribunal Municipal, que es como la Contraloría. Termina Pancho y me invitan a Corregidora con Toño Zapata, primero a la Dirección Jurídica, soy dos años director Jurídico. Después, Mauricio Kuri, como presidente municipal, me invita a la Contraloría, me ratifica Roberto (Sosa), me vuelve a ratificar Roberto en su segundo periodo y es cuando el ahora gobernador me hace el favor de invitarme de este lado.

De mis 23 años de servidor público, 21 han sido en Contraloría, dos en una Dirección Jurídica, entonces tengo bien tatuada la marca de la Contraloría, me gusta, me fascina.

¿En qué red social te sientes más cómodo?

Tengo Instagram porque mis hijos me dieron de alta pero no la uso, no sé ni cómo se prende, y Facebook que es la que normalmente utilizo para revisar lo que va saliendo de comentarios de conocidos.

¿A qué dedicas tu tiempo libre?

Mi tiempo libre es estar con la familia. Trato de salir a pasear con ellos a una plaza comercial o hacer actividades propias de la casa… Soy muy hogareño, hasta me puedo considerar mandilón en ese sentido: me gusta ir al mandado, me gusta ir al mercado; hacer cosas de casa.

¿Serie o película?

Las dos. Películas de superhéroes o cómicas, bien. Si son series, que tengan tipo historia como medievales, de vikingos, etcétera, que tengan una enseñanza, me gustan mucho las históricas.

¿Cuál es tu favorita?

Me gusta mucho la de El conde de Montecristo, pero la de Gérard Depardieu, no la estadounidense, sino la francesa, y series de abogados o la de Vikingos que se me hizo muy buena: es toda una historia, una trayectoria de cómo fue evolucionando un pueblo. Hoy, los daneses, los irlandeses, son potencia mundial en materia de transparencia, me gusta saber cómo fue que empezaron para hoy ser lo que son. En tanto, El conde de Montecristo va mostrando cómo una persona desde abajo, le sufre para llegar hasta un puesto muy importante en la vida y también cómo se equivocó con la venganza, que no es buena.

¿Cómo está integrado tu playlist?

De todo. Tengo cumbia, ranchera, mariachi, boleros, chinas, italianas, etcétera, lo que le ponga a la playlist, es: toca de todo. Me pone hasta navideñas ahorita y sí, escucho las navideñas. La que vaya saliendo, no tengo ningún inconveniente.

¿Una canción entrañable, y por qué?

Hay una canción que me encanta por encima de todas, se llama “El milagro de tus ojos”.

¿Por qué te gusta?

Ah, porque se la dedico a mi esposa.

¿Tu libro de cabecera?

Mi libro de cabecera es El conde de Montecristo y ahorita estoy leyendo uno de superación personal. Me gusta ver cómo puedes enfocar lo que lees a tu actividad diaria. Hoy tengo la gran fortuna de estar al frente de la dependencia y tengo 180 compañeros trabajadores que están aquí conmigo y cada uno de ellos tiene una situación personal a la que también trato de enfocarme un poquito, de saber cómo se llaman, cómo están, saludarlos y tratar aunque sea de intercambiar un par de palabras diarias con ellos. Es parte del proceso, no solamente llegar a sentarse y trabajar, sino también hacer comunidad con todos. Para eso sirven ese tipo de lecturas.

¿Tu equipo de fut?

El Necaxa y los Gallos Blancos. Los Gallos Blancos obviamente por ser queretano, es mi equipo de casa desde los Atletas Campesinos cuando así se llamaba. Y los Rayos del Necaxa por la famosa época de oro de ellos, de los 80, cuando estaban los grandes jugadores del Necaxa y que ganaban torneos, ahora no ganan nada, pero ya se nos quedó la afición.

¿Practicas algún deporte?

Ocasionalmente juego squash, me gusta mucho mucho el squash, pero a veces ya no tengo ni el tiempo ni la condición para jugar. Llegué a practicar futbol desde niño; en primaria, secundaria, preparatoria hasta universidad jugué futbol. Ya cuando duelen las rodillas, es momento de saber retirarse.

¿Cuál es tu platillo favorito, ese que comerías toda tu vida sin cansarte?

Espagueti, sopa de fideos, sopa de municiones, son mis favoritas. De guisados: enchiladas verdes y una milanesa empanizada, preferentemente de carne de puerco con betabeles a un lado. Con eso me doy súper bien servido. Totalmente hogareño. Procuro el 99 por ciento de las veces ir a casa a comer. Desayuno y comida en casa. La cena también normalmente en casa, pero a veces nos damos el gusto de ir a los tacos, a la hamburguesas. Soy garnachero, me encanta la comida de calle, pero con mi familia.

¿Tequila o vino?

Tequila, mil veces tequila.

¿Tu personaje histórico favorito?

Te diría que Cristo, pues es el personaje histórico por excelencia que ha impactado a nivel mundial, y por la cercanía que tengo en este momento hacia él. Y Porfirio Díaz, alguien muy polémico, pues para unos es muy bueno y para otros es muy malo, pero es alguien que hizo una revolución para México en sentido positivo.

¿Qué les dirías si te los llegaras a encontrar?

Al primero le diría: llévame a tu lado. Y a Porfirio Díaz, si pudiera leer todo lo que se ha dicho de él le preguntaría: ¿Lo harías de nuevo todo igual? ¿Tomarías las mismas decisiones? ¿Te equivocaste en algo?

¿Un personaje de ficción?

Ironman, aunque no soy fanático de los superhéroes ni me sé las sagas ni las historias de todos, sin embargo, me gustan mucho las películas de superhéroes e Ironman es ciencia ficción, porque el final de cuentas es un humano con superpoderes derivado de la robótica.

¿Qué es lo que más te entristece en la vida?

¡En la torre! De algunas cosas podríamos preguntarnos, por qué suceden así. La pobreza, los niños de la calle, la violencia contra ellos… eso me pone de malas, pero a veces no podemos hacer mucho contra esa situación

¿Cuál es tu ideal de felicidad? 

Obviamente lo ideal es que todos fuéramos felices, pero no se puede, es imposible, entonces: tratar de ser buena persona, para dar un buen ejemplo a los demás. Es decir, si logro transformar un poquito la vida de alguien, ya la hicimos, si logramos permear en algo, que alguien diga: lo copie para ti, me inspiras o me ayudaste en esto, ya la hicimos.

¿Cuál es el principal rasgo de tu carácter?

Ser frontal. Me explico: hay que decir las cosas como son y tratar de no exagerar o no decir cosas que no deben ser respecto de las personas.

¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios?

Soy muy desidioso. Cuando tengo que hacer cosas como que me espero, me espero, me espero hasta que ya algunas se me están a punto de vencer… ¡Chin! ¡En la torre! Hay que hacerlas, ahora sí, ya, ni modo. Sí, soy desidioso en algunos casos.

¿Y de los ajenos?

La impuntualidad. No me gusta la impuntualidad, procuro ser muy puntual siempre. Que me digan una hora, procuro estar a esa hora, pero que me digan, por ejemplo: el documento va a estar listo a las 7:00 de la tarde, y no es así, eso sí me incomoda.

¿Qué don te gustaría poseer?

Me gustaría ser un buen músico, tocar varios instrumentos: batería, teclados, bajo, guitarra… ser un músico completo. Tocaba los teclados pero ya no me dedico a eso, ya ni tengo tiempo, la habilidad ya la perdí y no era tan bueno. Ya lo dejé. Se requiere mucha práctica, ritmo… me di cuenta que el ritmo no es lo mío, entonces, mejor disfruto ver a los músicos tocar, ver cómo lo hacen, sus secuencias, pero yo no lo logré.

¿Que harías si tuvieras este don?

Tener un grupo musical y tocar en bodas, fiestas. Sí llegué a participar en algunas reuniones sociales, más chavo, tocaba con mis hermanos, pero era muy familiar, muy de reuniones locales, nunca fue a nivel de crecimiento profesional.

¿Cómo te gustaría morir?

Dormido, dormidito sin que me dé cuenta. Que digan: Ay, mira, qué bonito, se quedó dormido mientras murió. Quemado no, eso sí jamás, me da miedo, me da pavor. Al cáncer le tengo miedo, me genera mucho respeto, las personas que padecen esa enfermedad, ¡híjole! sufren mucho y son muy valientes al enfrentarla.

Defínete en tres palabras:

Responsable, trabajador y hogareño.

¿Cómo te ves en el futuro?

Por lo pronto nos gustaría terminar la encomienda aquí, que el gobernador me permita trabajar, que Dios me dé la salud necesaria para lograr terminar y después ver qué sigue. No soy una persona que busque estar estática, me gustaría seguir creciendo, seguir trabajando, dando lo que pueda para el servicio público, pero también enfocarme, ¿por qué no?, a actividades de beneficiencia, que lo que yo he logrado hacer también lo pueda distribuir en otros lados.

¿Como te gustaría ver a Querétaro al final de la presente administración?

Que se hable bien de Querétaro, que la gente diga: hicieron algo. Y en materia de transparencia, de rendición de cuentas, que los números sean palpables. Quiero dejar un antes y un después, estadísticamente hablando. A lo mejor la gente no lo alcanza a ver, porque el número llega a ser muy frío, pero sí yo les demuestro que bajamos la percepción de corrupción, que sí bajamos el número de sanciones, que sí bajamos el número de gente en prisión por actos de corrupción o que elevamos el número de recuperaciones, de reintegros, o que cada vez hay menos observaciones federales, ahí podré decir: misión cumplida. Que los números sean los que hablen.

Me encanta mi trabajo, soy un apasionado de la contraloría, me gusta llevarme bien con todos mis amigos, compañeros de trabajo. Hoy estoy al frente de la silla pero todos somos compañeros y somos una gran familia en la Contraloría, trabajamos para dar buenos resultados allá afuera.

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Last modified: 2 agosto, 2022
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