ENTREVISTA: CARLO AGUILAR Y NITZIA PICHARDO/CUPI
FOTOS E INFOGRAFÍAS: MARIO ORTEGA
Caminaba por las calles de Moscú, Rusia, y al dar la vuelta en una calle, detuvo la respiración. Frente a él, un tanque del ejército ruso. Un militar cuidaba e iba arriba del tanque; el soldado lo observaba con detenimiento. Enseguida, lo saludó.
La escena, que ocurrió a unos metros de la Plaza Roja en junio de 2018, quedó grabada para toda su vida: Francisco se quitó el sombrero “picudo” con el que la población mexicana festeja en septiembre, para regresar el saludo al militar.
“Íbamos caminando hacia la Plaza Roja y en una de las calles aledañas da vuelta una unidad militar con un soldado en la parte de arriba.
“Nosotros nos quedamos espantados, porque es algo a lo que no estás acostumbrado a ver en tu país. Cuando estamos lo suficientemente cerca, el soldado nos sonríe, se levanta su gorro y nos hace una reverencia como de bienvenida a su país —y yo también con el sombrero—. Fue algo padre porque nos sentimos completamente recibidos”.
Con su playera “de Jorge Campos, unas bermudas”, librado el “obstáculo” él y su hermana siguieron el trayecto o caminata de turistas a unos días del debut del equipo dirigido entonces por Juan Carlos Osorio.
Para él no hay duda: Rusia 2018 fue un “Mundial top”. “Fui de mochilazo a Europa con mi hermana, estuvimos dos meses y medio total, llegamos a Europa en mayo y nos fuimos acercando a Rusia.
“Mis amigos llegaron para el Mundial. Nosotros estábamos en Budapest, en Hungría. Nuestro vuelo fue Budapest-Moscú; fue increíble ese viaje, lo recuerdo con mucho cariño y mucha magia”, relata. El hotel donde se quedaron “estaba muy cerca de la Plaza Roja. Salías, caminabas una calle, llegabas a una esquina y veías la Catedral de San Basilio, que es lo que conocemos de Rusia.
“Esos días la Plaza Roja permaneció cerrada día antes del mundial porque era su fiesta nacional —es como si dijeras cierro los accesos al Zócalo—. La veíamos a distancia. No podíamos cruzar la barrera, pero era impresionante”, enfatiza.
Estar en partido contra Alemania, “mi experiencia más grata en tema futbol”
Mientras platica sus recuerdos del segundo viaje a un Mundial para acompañar y ver los partidos de la Selección en la competencia, porque el primero fue a Brasil en 2014, Francisco Pérez Barrón expresa sus emociones y ríe, durante la conversación en el césped de la cancha de futbol frente al Centro Integral de Medios (CIM).
Pérez Barrón viajó miles de kilómetros en 2014 y 2018, a los mundiales de Brasil y Rusia. Asistió a los seis partidos de primera ronda de la Selección Mexicana, contra Camerún, Brasil, Croacia, Alemania, Corea del Sur y Suecia, respectivamente.
Natal, Fortaleza y Pernambuco en Brasil, más Moscú, Rostov y Ekaterimburgo, en Rusia, implicaron traslados internos que superaron los miles de kilómetros, siempre con la emoción, la esperanza y el grito de ¡Gol! en la maleta.
El domingo 17 de junio de 2018, “Paco” vivió su “experiencia más grata en el tema futbol”: disfrutar en las gradas del estadio la victoria de la selección contra Alemania, campeón vigente en el torneo, con gol de Hirving “Chucky” Lozano.
“Comimos en el centro de Moscú a una hora más o menos prudente, porque había amigos que necesitaban boleto. Tomamos el metro al estadio, que era en la Universidad de Moscú -que es donde está el estadio de Luzhniki, estaba en FanFest, el estadio en una misma zona, espectacular, de primer mundo (…)
“El gol fue increíble. No vas pensando en perder, pero eres realista y el gol de Hirving Lozano lo festejamos como locos. Un partido muy emocionante porque Alemania pudo empatar a México bastantes veces, sobre todo al final; fue toda una fiesta y nos regresamos al hotel a las 9 de la mañana del otro día (…)”
Francisco, quien ha sido periodista deportivo en medios de Querétaro, recuerda también sus viajes —en avión— a Rostov y Ekaterimburgo, para los partidos contra Corea del Sur y Suecia. Considera a Rostov “una ciudad también muy padre y por obvias razones de menos tamaño, capacidad y estructura que Moscú, pero también muy linda, nos recibieron increíble.
Al estadio “lo rodea un lago. El traslado desde muy temprano, mucha gente de Querétaro con la que nos tomamos muchas fotos, banderas y con la emoción al tope porque veníamos de un buen resultado con Alemania”.
Primer partido en tribuna de Mundial: “esa emoción es indescriptible”
Cuatro años antes, Francisco Pérez llegó a Brasil. El 8 de junio, cinco días antes del partido de la selección nacional, dirigida por Miguel Herrera.
“Los vuelos estaban al tope, sobre todo mexicanos que tomaban esa escala, otros llegaban a Río o diferentes rutas, pero todos conducían a Natal para el partido contra Camerún (…)
“Fue una experiencia muy padre no estoy seguro si dormí o no dormí muy bien, pero mucha emoción por ser mi primer partido en un mundial, llegar al estadio y hacer los rituales al que estamos acostumbrados todos los futboleros.
“Llegué con muchísima anticipación al estadio —no me acuerdo cuanto tiempo, pero ya estaba listo para entrar dos horas antes—. Y esa emoción es indescriptible: es algo con lo que sueñas y has visualizado en tus ilusiones o metas de vida”, narra con emoción sobre aquella tarde del 13 de junio de 2014.
“Es algo que contagia. Si eres aficionado al fútbol, lo llevas a un plano más grande, más importante. Así lo viví, lo deseaba compartir con mi familia y amigos la emoción que sentía, porque a parte sabía que ellos lo estaban viendo por televisión.
“No recuerdo si mandé un mensaje o no, pero fue un momento de ebullición en Arena Las Dunas”.
El traslado de Natal a Fortaleza, ciudad del segundo partido, fue en automóvil que rentaron. Más de 500 kilómetros de carretera no fueron impedimento para un grupo de amigos, que llegaron a apoyar al Tri, en el juego contra el país anfitrión.
“Rentamos un auto y nos movíamos en ese auto. Ese grupo de amigos con el que estaba en Brasil eran cuatro personas, cuatro amigos de Querétaro —Erick, Juan, Gerardo y yo— y con ellos hicimos los hospedajes, traslados, hicimos todo.
“Nos trasladamos en auto a Fortaleza, así a la aventura, fue un rockdeep por Brasil y con mucha emoción: llegamos un día antes a Fortaleza -recuerdo que el día que llegamos se hizo esto de la serenata a la Selección en la playa-“.
Partido contra Brasil en Fortaleza: estuvo “padre la fiesta entre dos aficiones”
La tarde que Guillermo Ochoa le negó el gol a Neymar, Thiago Silva y compañía hizo aumentar la esperanza de que se lograría la calificación al cuarto partido.
“Ese día sí querían ganar, querían imponerse; entendían a México como alguien animador del mundial -como lo es y lo ha sido siempre-.
“Así disfrutan también ellos: recibir a una afición numerosa, de habla hispana, que te puedes comunicar con ellos en portuñol como lo hacíamos con ellos. Obviamente estaba padre la fiesta entre las dos aficiones, yo nunca vi un tema negativo”.
“El tema contra Croacia fue una fiesta total. Había nervio porque era 0-0 el primer tiempo y con el riesgo de que pudiéramos quedar fuera.
“Aunque había seguridad de que México haría algo, como que había ese sentimiento en la afición, la idea de que íbamos a ganar; no sabíamos cómo, la verdad fue una grata sorpresa porque no siempre goleas a un europeo en un mundial. Sentí que con el primero, la selección y la afición iban a fluir y la selección iba hacer más goles”, concluyó.
Estar en una copia del Mundo es y ha sido otro boleto! No solo es el futbol, otras culturas, otra mentalidad , comida diferente, costumbres diversas y paisajes nunca antes vistos!