Este 20 de noviembre se cumplieron 20 años del nacimiento del periódico a.m. de Querétaro. Vale la pena rememorar este acontecimiento por tres elementos importantes.
Primero, porque se constituyó en el tercer diario impreso en la entidad, después de unos 30 años en los cuales solamente circularon dos.
Segundo, porque la idea de abrir este diario era hacer periodismo con sentido social, con investigación y sin compromisos con grupos políticos, empresariales o gubernamentales.
Tercero, porque se apostó por formar una plantilla de periodistas que conjugó la experiencia de profesionales (algunos provenientes de la cadena a.m. de Guanajuato) con muchos periodistas jóvenes, muchos recién salidos de las aulas de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Su construcción
El plan arrancó dos años antes de que circulara el número uno de a.m. En una reunión realizada en un restaurante en la avenida Constituyentes, el dueño del periódico, Enrique Gómez Orozco planteó los lineamientos del diario, a dos periodistas que se pretendía fueran los constructores del plan: Raúl Olmos (proveniente de a.m, León) y al autor de estas líneas.
Vinieron meses de trabajo. Un constante ir y venir a las instalaciones del a.m. Celaya (para trabajar el ámbito administrativo).
Después el reclutamiento de reporteros, reporteras, el staff de editores, fotógrafas y fotógrafos; personal de ventas y el administrativo. Luego la ubicación física del periódico, que tuvo como su primera sede una vieja y bien conservada casona ubicada en la calle de Andrés Balvanera, a media cuadra del Jardín Guerrero en el Centro Histórico queretano.
El siguiente paso fue armar la estructura: sala de redacción, área de diseño, sala de juntas, entre otros espacios.
El cierre de este periodo fue la práctica. Mucha práctica, diario reporteando, armando órdenes de información, diseñando portadas, cierres de secciones, midiendo los tiempos de los trabajos, ajustando las designaciones a las y los reporteros.
Casi un año así, en la práctica, hasta que llegó el último paso: tener listas un par de docenas de reportajes propios.
La idea de Ernesto y Enrique Gómez —padre e hijo, propietarios de la cadena de periódicos a.m. en Guanajuato— era expandir las ediciones a las entidades vecinas, inicialmente a Michoacán, Aguascalientes y Querétaro, las que se sumarían a las de Guanajuato (capital), León, Irapuato, San Francisco del Rincón y Celaya.
La de Querétaro, por cierto, fue la primera edición propiedad directa de Enrique Gómez Orozco.
Parteaguas
Del a.m. obtuvimos un diario con el que se abrió en Querétaro la etapa del crecimiento periodístico en la entidad. Después de que el a.m. abrió la puerta vinieron más impresos, como Plaza de Armas, El Universal, El Corregidor (ya desaparecido) y, más recientemente, CódigoQro y Publimetro.
El a.m. fue clave para que se forjara una nueva generación de periodistas locales, muchos de ellos surgidos de las aulas de la máxima casa de estudios de la entidad que mostraron que la conjunción de la academia con la práctica cotidiana del trabajo reporteril resulta ser la mejor fórmula.
De la propuesta editorial de periódico aprendimos —como siempre nos lo dijo Enrique Gómez— que “decir la verdad siempre será noticia”. Y si hay noticias entonces siempre habrá posibilidad de tener una gran empresa periodística.
Hace 20 años, ese equipo se integró, entre muchos otros, por: Ana Luis Bravo, Benjamín Camacho, Hugo Córdoba, Francisco Dueñas, Colombia Espinosa, Perla Espinosa, Diana Flores, Martín García, Pedro Gómez, Guillermo González, Arcelia Guadarrama, Mariajosé Guerrero, Erika Ledesma, Héctor Maqueo, Sergio Maldonado, Gabriela Muñiz, Elizabeth Ortiz, Eric Pacheco, Adrián Palma, Cupertino Ramírez, Mónica Rodríguez, Víctor Suárez, Pedro Pablo Tejada, Francisco Tenorio, Rodrigo Vieyra, Don Chava, Luzma.
A todos ellos y a los que me faltaron mencionar, ¡muchas gracias!