HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
La determinación y la preparación constante caracterizan a Alicia Morales Olguín, policía primero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro y ganadora del Premio al Policía del Año. Durante ocho años seguidos intentó conseguir el reconocimiento y ni una vez pensó en rendirse hasta que lo consiguió.
Con 17 años de experiencia, está convencida de que la mejor manera de mejorar la seguridad de Querétaro es con la confianza ciudadana y la preparación constante de los policías, sobre todo de las mujeres que integran la corporación, porque ellas son capaces de “cuidar a las familias de Querétaro como si fueran nuestras”.
Esa es su idea cuando sale a la calle, cuando atiende una llamada de violencia en un hogar y cuando, ante un llamado de auxilio, sabe que deja a su propia familia y se arriesga para ayudar a otros, porque “¿Quién mejor para cuidar a nuestras familias que nosotros mismos?”.
Empatar la vocación con la familia
Desde niña quería ser policía. Le gustaba ver películas e imaginarse “agarrar a los malos”. Cuando Alicia le dijo a su mamá que quería ser policía, no recibió una respuesta muy alegre. “Mi mamá no quería que ingresara porque decía te puede pasar algo, estás más expuesta, más como mujer, pero es algo que me gusta, que me atrae y que apasiona”.
“Hace 17 años algunas personas decían: las mujeres son para la casa, para las labores del hogar, cuando yo ingresé éramos muy poquitas mujeres, como 7 u 8, los hombres nos superaban en siete veces más. Siempre me he enfocado a que, si los hombres corren, tú corres, haces las mismas actividades, haces defensa personal, todas las acciones siempre iguales, aunque físicamente es diferente, pero hacemos la misma labor”.
Desde que ingresó a la academia, tuvo que demostrar que tenía la misma capacidad que el resto, en conocimiento, capacidad física y defensa personal, hasta demostrar que “las mujeres podemos y le eché muchísimas ganas, fue muy complicado desde entonces. La corporación nos da las mismas oportunidades en ascensos y tenemos esas oportunidades para todas las personas”.
Ella ingresó a la corporación cuando estaba soltera pero cuando formó su propia familia le costó trabajo combinar las responsabilidades con su empleo. “Mi esposo y yo nos ayudamos, me ayuda mi familia, pero esa parte es la más delicada, porque cuando vas a un reporte, a una situación… cuando no tenía una responsabilidad como madre iba sin pensar mucho, ahora lo primero que me viene a la mente son los hijos, mi familia, qué va a pasar, pero tienes que hacer tu trabajo y proteger a la ciudadanía”.
Los mayores retos
Alicia ya pasó por departamentos como vialidad, región, accidentes e infracciones, pero en 17 años de ejercicio policial lo más difícil para ella fue cuando estuvo al frente de la Unidad de Atención a Víctimas, porque “todas las cuestiones enfocadas a los niños, la violencia familiar, han sido lo más difícil de trabajarlo”.
En la pandemia, recuerda, muchas familias se quedaron en casa y dejaron de percibir ingresos y eso “implicó que atendiéramos más reportes en la pandemia. Aquí en la Secretaría contamos con el Grupo de Atención a la Víctima, ya es dirección y se encarga de ver estas situaciones, checar prevención, con la dirección de Prevención del Delito también, el municipio y el estado están muy enfocados en atender este tipo de situaciones”.
Ella pide a los ciudadanos reportar al 911 cuando escuchan situaciones de gritos y golpes con sus vecinos, porque “nos toca apoyarnos entre todos y dejar el tabú de que las mujeres están ahí porque les gusta, no es así, la mujer y los niños son grupos vulnerables y deben ser apoyados. Si alguien escucha, debe reportar, vamos como unidad y a lo mejor quien hizo la llamada previene una agresión”.
Insiste que Querétaro es todavía un estado seguro gracias a la colaboración entre la ciudadanía y la autoridad, así como a la inversión en tecnología, que permite hacerle frente al crecimiento que causan las 20 familias que llegan a diario a la entidad.
“Antes todos en una colonia nos conocíamos, ahora llegan todos los días gente de otros estados, segura, entusiasta, a trabajar, pero, así como llega gente de buena calidad, a lo mejor por ahí llegan otro tipo de personas, pero seguimos siendo un estado seguro, una ciudad segura. ¿Quién mejor para cuidar a nuestras familias que nosotros mismos?”.
El crecimiento personal
Con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, recibió capacitación constante, cursos de formación y actualmente es Técnica Superior Universitaria en Seguridad Pública, aunque también tiene la licenciatura en Derecho y diplomados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre otras instituciones.
“Soy instructora certificada a nivel nacional, me han dado todas estas herramientas para poder seguir superándome, también al resto de mis compañeros y compañeras y eso nos ayuda a seguir adelante. Esta es una oportunidad para que las mujeres cuidemos a las familias de Querétaro como si fueran nuestras”.
El salario también se mueve según esas responsabilidades. Cuando una persona ingresa como alumna a la corporación puede recibir 8 mil pesos mensuales, pero el salario se eleva a 16 mil pesos mensuales ya dentro de la corporación, de manera que “somos de los primeros lugares (del país) en percepción”.
Después de lograr el premio, quiere continuar con sus estudios y competir por un ascenso para convertirse en “la primera suboficial de la corporación”, pero su esfuerzo es uno de los muchos que realizan las y los policías de Querétaro, así que solo necesitan “que la ciudadanía confíe en nosotros” y que los aliente a seguir con su profesionalización.
Por eso, Alicia invita a todas sus compañeras a animarse a enfrentar nuevos retos. En su caso, participó ocho años seguidos en el concurso el Policía del Año y se puso como meta insistir hasta ganarlo. “Hagamos una fuerza y sigamos protegiendo a las familias de Querétaro, porque todo se puede y el trabajo de mis compañeras es muy importante para cuidar a Querétaro”.