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“No hay límite para imaginar y construir arte mexicano con periódico y engrudo”: Juanamaché Méndez

ENTREVISTA: RAMIRO REYES/LALUPA.MX

FOTOS: CÉSAR ORTIZ/LA LUPA.MX

“Muchas gracias por sonreír así, su sonrisa es contagiosa”, comenta César Ortiz, fotógrafo de lalupa.mx, a la escultora y pintora Juanamaché Méndez, quien recibe a este medio periodístico en su casa-estudio de la ciudad de San Juan del Río, un colorido refugio creativo en el que muestra a la cámara parte de su obra, trayectoria y entusiasmo.

El día de la entrevista, la artista y maestra de artes plásticas dice estar de plácemes, debido a que la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro la acaba de incluir dentro del cuadro ganador del Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC) 2022, gracias al cual, según afirma, financiará un proyecto para llevar educación artística a familias de comunidades vulnerables del municipio sanjuanense e integrarlas a distintos centros culturales.

En noviembre pasado, durante las festividades del día de muertos, la creadora de unas mil 500 esculturas de papel maché –especialmente catrinas, alebrijes y máscaras– obtuvo otra distinción profesional: la oficina de Turismo de San Juan del Río le encomendó la creación de las dos calaveras gigantes que acompañaron a una festiva multitud por calles del centro histórico de dicha ciudad durante la tradicional Marcha de los Muertos.

Juanamaché nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas, aunque vivió desde muy pequeña en la Ciudad de México, donde estudió diseño gráfico en la Escuela Nacional de Artes Gráficas (INBA-SEP) y expuso obra pictórica y escultórica en una veintena de recintos públicos. Luego de llevar proyectos artísticos a ciudades como Morelia, San Miguel de Allende y Aguascalientes, en 2014 tocó base en San Juan del Río, Querétaro, ciudad y entidad que adora y donde anhela quedarse para siempre.

Sus catrinas se han expuesto en seis municipios queretanos y desde hace tres años yacen en la colección permanente del antiguo Panteón de la Santa Veracruz y/o Museo de la Muerte de SJR. Asimismo, ha montado varias muestras de pintura y cartonería en las galerías municipales del Portal del Diezmo y de la Casa de Cultura.

–¿En qué consiste el proyecto por el cual ganó el concurso PACMyC de este año?

–Se trata de intervenir culturalmente un cachito del nuevo Parque Recreativo Las Garzas, situado en la zona oriente de San Juan del Río. Un área verde que hasta hace poco tiempo era un vaso regulador abandonado. Cuando vimos que ese parque comenzó a ser frecuentado por familias de los barrios y comunidades más pobres y alejadas del centro del municipio, inclusive de Tequisquiapan o Amealco, se nos ocurrió este programa de aprendizaje para niños y adultos que tiene por título “Moviendo la boquita, moviendo las manitas”, porque se trata de hablar y hacer sobre artes plásticas: que la gente vea que la creación de artesanías puede ser divertido y también un oficio que pueda servir para mejorar la economía del hogar.

–Parece un reto grande…

–Pues sí que lo es, pero estoy confiada en que funcionará, ya que me apoyan tres excelentes colegas maestros, además del sicólogo educativo Antonio Cano, quien también es un meticuloso artista plástico. Formamos un buen equipo de trabajo, así que me siento muy optimista, porque el trabajo nos permitirá detectar talento artístico y convocarlo a participar en los talleres de la Casa de Cultura o en otros espacios de la ciudad.

¿Cómo anda la actividad cultural y artística de San Juan del Río?

–Mentiría si te dijera que todo está excelente, porque hemos estado sufriendo por los recortes presupuestales a la cultura que se han dado en todo el país. En el caso de San Juan del Río, se nos ha demorado la restauración del Museo de la Muerte, la creación del Museo Histórico y hasta el mantenimiento de la Casa de Cultura, entre otros. Sin embargo, conozco bien al equipo del área cultural como a muchos artistas y maestros, así que me consta que por falta de entusiasmo nada se detiene. Continuamente hay muestras de danza, música, teatro, conferencias y hasta funciones de cine, y en el caso de las exposiciones de arte, la agenda de recintos siempre está llena.

–¿Entonces pudiera decirse que “entusiasmo mata austeridad” o algo así?

–Bueno, es obvio que el recorte de recursos afecta a todo mundo, pero debo decir que si nos comparamos con muchas otras ciudades del país, donde los políticos nomás no pelan a la cultura, a San Juan del Río yo le pondría tres estrellas, mínimo. Por supuesto, como artistas, siempre debemos ir por más y nunca conformarnos, porque sin cultura no somos nada como sociedad. Por ejemplo, cada vez que puedo, sugiero a las autoridades municipales la creación de una Casa de las Artesanías, a fin de que se apoye a nuestros creadores a difundir los trabajos que aquí se producen y poco se conocen. En fin, son ideas que nunca están de más”.

–¿Qué le agrada más? ¿Hacer arte o enseñarlo a hacer?

–Yo creo que ambas actividades por igual. Claro que soy feliz pintando un óleo o construyendo figuras de cartón y alambre, llenándome las manos de engrudo y pegamentos. Pero siento que si no comparto con otras personas este sentimiento y el aprendizaje, pues no sirvo de mucho. Entonces, dar clases me complementa de manera muy satisfactoria; me permite estar en contacto con artistas jóvenes y con adultos de experiencia, lo cual me retroalimenta. Supongo que traigo la docencia en la sangre, porque soy hija de un maestro normalista y de una maestra de la vida que fue mi madre, quien era multifacética: de todo aprendía, de todo compartía.

–¿Qué opina de las clases por internet?

–Pues como a todo mundo, la pandemia del Covid me obligó a entrarle a las clases-zoom. Y sí, le he venido encontrando el chiste y es una maravilla saber que compartes técnicas con quien está en ese instante en Aguascalientes, Houston o Alemania. Ya aprendí a dar clases en línea y son parte de mi jornada, pero no podré decir que sienta lo mismo que cuando estoy junto a la gente dentro de las casas de cultura. Pero a todo hay que adaptarnos mientras podamos cumplir el objetivo de compartir ideas y experiencias.

–Viniendo de una metrópoli como la CDMX, ¿cómo se adaptó a San Juan del Río?

–Bueno, pues yo descubrí San Juan del Río, al igual que todo Querétaro, apenas en 2014, cuando entré a un momento de la vida en que buscaba un lugar seguro y económico para vivir. Pero lo que no imaginaba es que la ciudad me gustaría tanto: San Juan está muy bien comunicado y su calidad de vida es grande, junto con su gente. Ahora digo que es lo suficientemente pequeña para trabajar en paz y lo suficientemente grande para no aburrirse. Y cuando me aburro, tengo a 40 minutos un patrimonio de la humanidad como es el centro histórico de Querétaro. También a la mano Tequisquiapan, la peña de Bernal y hasta la fabulosa Sierra Gorda; igualmente Cadereyta o Amealco. Como mucha gente dice, a Querétaro sólo le falta el mar para ser perfecto. Ojalá podamos conservarlo siempre así.

–¿Puede decirse que su obra artística ya está dedicada a San Juan y a Querétaro?

–Digamos que sí, en ambos casos. A excepción de mi pasión por hacer catrinas o alebrijes, que son artesanía nacional, casi todo lo que hago tiene qué ver con lo queretano. Hace poco fui nuevamente incluida en una expo colectiva de pintores sanjuanenses en la galería del Portal del Diezmo, donde monté un óleo dedicado al rescate del Río San Juan. Asimismo, estoy trabajando en una colección de máscaras que podrá llamarse: “Rostros de San Juan del Río y de todo Querétaro”, porque se trata de hacer calca en yeso del rostro de personajes representativos de la cultura, el arte, la música, la comunicación, etcétera. Pretendo reunir una muestra de al menos cien máscaras, las que si tengo suerte podrán estarse exhibiendo “para abril o para mayo”, como dice la canción.

–En el caso de sus catrinas o alebrijes, ¿cuál es el proceso para su realización?

–Básicamente, se trata de una técnica universal de papel maché, con algunos inventillos míos, pero nada del otro mundo. La creación de cada figura puede durar entre una semana y tres meses, según. Los materiales que las componen pueden incluir estructuras de alambre, papel periódico o estraza, provisto de mucho engrudo y pegamentos; también cosas adicionales como tela o madera. Luego, todo es cosa de pintar con acrílico u óleo. Este tipo de escultura se basa en utilizar materiales simples y de tipo reciclable. Mi pareja me llama “la pepenadora”, porque me la paso recolectando basura de las calles, jijiji.

–Pero la inspiración, ¿de dónde proviene?

–Bueno, pues en el caso de las catrinas, que son personajes populares, tal y como se les conoce desde los tiempos pre revolucionarios de José Guadalupe Posada, pues la inspiración se hallaría en las mismas calles, donde siempre ha estado. Es la gente a la que se reinterpreta en papel maché, y pues hacerlo relaja mucho mis ansias, me convierte en una observadora compulsiva y cada personaje llamativo que veo se convierte en un reto. Lo mismo me topo con potenciales catrinas o catrines en el metro de la capital que en los camiones queretanos, en el campo o la sierra. Al final de cuentas, todo esto nos une como mexicanos en el día de muertos y podemos imaginarnos convertidos en un montón de huesos fríos; eso sí, con mandíbulas sonrientes.

–¿Qué decir de los alebrijes? Estos son animalejos raros que no suelen andar por las calles como para inspirarse…

–Pues en el caso de los alebrijes, simplemente me voy a los orígenes de esa gran tradición artesanal, popularizada por el pintor Diego Rivera, cuando apoyó la carrera de un cartonero desconocido de la Ciudad de México, don Pedro Linares, quien dijo haber soñado un día con monstruos de tres cabezas o mastodontes con cabeza de insecto y demás rarezas durante un delirio, a lo mejor alcohólico, y desde entonces se puso a fabricarlos para deleite de la vista. La belleza de los alebrijes se basa en que no hay límite para imaginar una figura y el siguiente paso sería sólo construirla con cartón y pegamento, luego meterle luz, color y brillo con pincel y aerógrafo. Construir o apreciar los alebrijes, al igual que las catrinas, nos obliga a mantener siempre en nuestra memoria la maravilla de nuestras tradiciones.

–¿Dónde podemos ver su trabajo en internet?

–Pues tengo un blog donde he recopilado algunas de mis expos: www.juanamache.blogspot.com, mientras que en redes sociales pueden contactarme en: www.facebook.com/juanamache

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Last modified: 14 diciembre, 2022
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