Autoría de 3:23 pm #Opinión, Jorge Díaz Ávila - Disonancias

The bucket list – Jorge Díaz Ávila

Un concepto anglosajón que define el listado de proyectos aún no realizados, pero contemplados para llevar a cabo antes de llegar al final de nuestros días, es el de bucket list (algo así como la lista de la cubeta, siendo la cubeta un contenedor metafórico de dichos propósitos).

Cada que finaliza un año y comienza otro nuevo, esta lista va ajustándose acorde a lo que la persona que la elabora alcanzó durante el año concluido y las expectativas que va construyendo a partir de sus vivencias. Así, algo que inicialmente habíamos contemplado en enero quizá para diciembre ya no sea de nuestro interés, o quizá ya lo habremos cumplido.

Un año más, un año menos

Cada año que concluye es un año más en nuestras vidas, pero también un año menos, pues en la medida que nuestra existencia suma aniversarios o años-calendario se va acortando inexorablemente nuestra esperanza de vida.

Heráclito de Éfeso (540 a. C.-480 a. C.), uno de los más destacados filósofos presocráticos, proclamó la compleja y trascendental idea del devenir mediante el aforismo de “nadie se baña dos veces en el mismo río”, el cual alude a que nada es constante, excepto el cambio. Estas ideas aparentemente irreconciliables y contrarias (permanencia y cambio) constituyen la esencia de la existencia y representan la base de la dialéctica (lucha permanente de opuestos que se crean y destruyen).

Cada año nuevo representa el devenir (el fluir del tiempo), así como también el cambio permanente de las personas.

Heráclito de Éfeso

La lista de la cubeta

Este término es legado de la cultura hollywoodense, que mediante el filme homónimo se arraigó en el imaginario colectivo como una forma de autorrealización ante el amago, a veces repentino, pero nunca imprevisible, de la muerte.

Aunque un poco cursi, la película (Reiner, 2007) retoma la idea de los pendientes inaplazables que las personas deben cumplir antes de que su vida llegue a su fin. En el filme, los personajes encarnados por Jack Nicholson y Morgan Freeman, una vez que los médicos les informan de sus padecimientos terminales, van construyendo su listado de tareas inconclusas con propósitos que van de lo banal a lo sublime.

Aun cuando podría parecer romántico, este listado imaginario de metas por cumplir no deja de ser egoísta, pues lo único que pretende es acumular experiencias o posesiones antes de que nuestra vida concluya.

Tal vez una lista que incluyera tareas que pudiéramos hacer por nuestros semejantes, por el planeta en el que habitamos y por los seres con los que coexistimos sería más significativa y trascendente.

Mejor año

Al llegar un nuevo año siempre deseamos que sea mejor que el anterior. ¿En qué sentido?, pues en que represente menos dificultades para nuestra vida. Si cambiáramos esta perspectiva tratando de ser mejores nosotros como individuos, como integrantes de una colectividad y como seres pensantes cuyas acciones tienen repercusiones directas e indirectas en todo lo que nos rodea, sería taxativo que el nuevo año tendría menos dificultades.

Y en este contexto de fin e inicio de ciclos, ¿qué es lo que puede hacernos trascender más allá de cumplir una lista de deseos antes de morir?

Recurriendo a otro filme hollywoodense, puede que encontremos una atractiva sugerencia de respuesta: “El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio. A lo mejor deberíamos creer en eso, aunque no alcancemos a entenderlo aún”, impele la Dra. Amelia Brand (Anne Hathaway) al piloto Joseph Cooper (Matthew McConaughey) en Interestelar (Nolan, 2014), al comprender que no volverán a verse.

Escena de Interestelar

aves_urbanas@yahoo.com.mx

ecomarketing.aves.urbanas@gmail.com

Twitter: @Jorgediazavila

(Visited 85 times, 1 visits today)
Last modified: 4 enero, 2023
Cerrar