ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Cambiar la manera en la que se trata y educa a las infancias es el gran reto para frenar la violencia de México, subrayó la diputada local Mariela Morán Ocampo, presidenta de la Comisión de la Familia y Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Legislatura Local, impulsora de la iniciativa de ley que prohíba los castigos corporales y humillantes.
La legisladora puntualizó, en entrevista con lalupa.mx, que Querétaro no puede ser ejemplo nacional si no cambia la manera en la que se educa a las niñas, niños y adolescentes, en un país donde se confunden la educación y la disciplina con la violencia, las nalgadas, los gritos y las amenazas que llevan al hospital a 14 mil pequeños cada año.
Al anunciar el inicio de los trabajos para reformar y adicionar diversas disposiciones al código civil del estado y de la ley de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, Mariela Morán señaló que este un tema de gran interés para muchas personas que tienen trabajo de años en la materia.
Los trabajos contarán con el apoyo del Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), así como de la Secretaría de Gobierno, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y legisladores federales, así como organizaciones y asociaciones civiles.
“Tenemos que generar rutas de atención, de vinculación, de protección a través de muchas alternativas y esta suma de esfuerzos trasversales es lo que nos hace salir adelante, porque hay datos muy dolorosos, como este penoso segundo lugar de México a nivel mundial en lo que se refiere a maltrato infantil, donde más de 14 mil niños ingresan al año a hospitales por maltrato, muchos de ellos mueren”, puntualizó.
Se estima que 152 niñas y niños en el país sufren diariamente casos de maltrato, desde físico y omisión de cuidado, hasta maltrato emocional abandono y abuso sexual, solamente en lo que se refiere a las denuncias que llegan a las instancias oficiales.
Por eso, es tan importante dejar de confundir la violencia con la disciplina, porque “podríamos estar hablando de usos y costumbres de los mexicanos, pero aquí es donde tiene que venir la sensibilización, a lo largo de la vida de una niña, un niño, no solamente están bajo el cuidado de sus padres, muchos dicen: una buena nalgada a tiempo es necesaria, pero si permitimos la violencia no es para unos cuántos, a lo largo de la vida de un niño nos topamos con maestros, familiares cercanos, cuidadores, entrenadores de diferentes disciplinas, padrastros, padres, madres, madrastras, todas las personas involucradas en su cuidado”.
La intención es ponerle un freno a cualquier castigo corporal o humillante que pueden traducirse en una serie de conductas y consecuencias poco favorables, como dificultades en el rendimiento escolar o problemas en el control y expresión de las emociones, así como el uso de drogas y el suicidio, por “tener una autoestima baja, que pudo haber sido ocasionada por la incertidumbre y las huellas profundas que deja la violencia que ejercen los más cercanos, su primer círculo de protección”.
Morán Ocampo anunció que se iniciarán las mesas de trabajo para que la ley sea integral, factible y viable, mediante la incorporación de las diferentes instancias públicas de todos los niveles de gobierno, porque “necesitamos incorporar esta prohibición de los castigos corporales y humillantes en todas las conservaciones, desde las que tenemos en familia hasta las públicas para fortalecer los mecanismos y protocolos para su prevención”.
