Autoría de 12:59 pm #Opinión, Niels Rosas Valdez - Procesos del Poder • One Comment

Marcando territorio – Niels Rosas Valdez

En la actualidad, encontramos múltiples ejemplos de influencia de las grandes potencias mundiales. La naturaleza de estas, sin importar si son de Oriente u Occidente, es prácticamente la misma: revigorizar su posicionamiento global, para no sólo garantizar su supervivencia sino para gozar de un poder mayor que les permita una interacción más acorde a sus intereses con otros actores, y un control más amplio del sistema internacional.

Este comportamiento se ha apreciado en diversos momentos y actores. En las dos décadas más recientes se pueden citar las acciones de varios agentes, entre ellos Estados Unidos de América (EUA), la Unión Europea (UE), Rusia y China. Lo anterior explica, en gran medida, los sucesos que hemos estado presenciando en los últimos años. En concreto, hechos como la actual guerra en Ucrania.

Una de las razones por las que el Kremlin ordenó el inicio de su “operación militar especial” en la región del Donbás ucraniano fue para proteger a los rusos que habitaban la zona. Pero otra fue reducir el expansionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al este de Europa, que incluiría a Ucrania.

El presidente ruso, Vladimir Putin, explícitamente señaló que su meta era detener el avance de esta alianza militar occidental, porque calificaba de “invasiva” su política al considerar incorporar a Kiev al grupo, puesto que significaría una amenaza a la seguridad nacional de Rusia la posibilidad de colocar misiles de la OTAN en Ucrania. Es un punto ciertamente entendible desde la visión del Kremlin para mejorar su posición de seguridad, sobre todo considerando que, a pesar de los múltiples intentos de acercamiento que hubo en los primeros años del segundo milenio entre Occidente y Moscú, nunca se logró fraguar una relación estrecha, cordial y colaborativa; por lo que es comprensible que, ante la desconfianza rusa, se reaccione de una manera que busque protegerse y alimentar su seguridad.

Sin embargo, recientes movimientos han puesto en tela de juicio esta justificación de Moscú. De acuerdo con los reportes, Putin anunció un acuerdo para desplegar armamento nuclear en Bielorrusia, país que ha sido un aliado estrecho de Rusia por mucho tiempo y que comparte frontera con estados de la UE. Esta acción ciertamente eleva las tensiones en la guerra, puesto que el Kremlin estaría haciendo justamente aquello que quería evitar en su contra con la posible incorporación de Ucrania a la OTAN.

No obstante, el movimiento es claro: Moscú estaría marcando territorio con respecto a Occidente, en esta guerra y en su posición global. Resulta interesante concebir que esta acción de Rusia la haya ejecutado justo después del encuentro que se registró entre Putin y el presidente chino, Xi Jinping, en el que intercambiaron halagos y establecieron una ambiciosa colaboración en conjunto, marcando una nueva era para la relación bilateral.

Por otra parte, a miles de kilómetros de Moscú, un portaviones de EUA llegó a las costas de Corea del Sur para realizar maniobras junto con la marina surcoreana. La respuesta de Washington se realiza después de que en los días pasados Pionyang disparara dos misiles balísticos al Mar de Japón. Esta nueva acción se apila a la serie de pruebas que ha realizado el régimen norcoreano en los meses recientes, situación que ha causado severa incertidumbre a los países de la región.

De esta manera, el hecho de que Washington y Seúl realicen estas magnas maniobras, no vistas desde 2018, muestra el poderío militar en conjunto ante Corea del Norte. Sin embargo, es también un mensaje hacia los gobiernos que han sostenido una relación estrecha con Kim Jong-un en los años recientes, como el de Moscú y el de Beijing, señalando que la presencia con sus aliados del sureste asiático sigue vigente y dispuesta a hacerse notar.

Por ende, así como sucede con el movimiento de Rusia con Bielorrusia ante Ucrania y Occidente, el de EUA también marca territorio ante sus rivales. Ambos escenarios muestran un claro escalamiento de la situación, pero uno que está pensado, tanto en Moscú como en Washington, para continuar alimentando su presencia y poder como hegemonías globales.

Niels Rosas Valdez

Historiador e internacionalista

@NielsRosasV (Twitter)

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Last modified: 31 marzo, 2023
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