REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Rosa María empezó a sentir una basurita en los ojos en junio del año pasado, un mes después le confirmaron que tenía cataratas que avanzaban rápidamente; en agosto ya no podía ver, se caía constantemente y no distinguía a los automóviles al cruzar la calle. La Asociación Ale, afirma, le cambió la vida cuando le devolvió la vista en el ojo derecho con una cirugía gratuita.
A seis meses de su intervención en el nuevo Hospital General de Querétaro, Rosa María Silva Granados no deja de agradecer la oportunidad de volver a ver e invita a toda la gente a registrarse para la sexta campaña de cirugías gratuitas de la Asociación Ale, la Fundación Cinépolis, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Secretaría de Salud de Querétaro.
“Bendito sea Dios, yo fui una beneficiaria de la Asociación Ale, la catarata me dio súbitamente, a veces tenía vista cansada, pero compraba lentes y ya veía, pero yo creo que fue a raíz de una caída que tuve hace un año y me pasó todo. No encuentro palabras, me falta un diccionario que me dé las palabras adecuadas para Asociación Ale por lo que hicieron conmigo y las demás personas beneficiadas”.
De acuerdo con cifras oficiales, se estima que casi el 50 por ciento de los adultos mayores en México padece cataratas, que llegan a causar ceguera, la segunda causa de discapacidad en el país y el 75 por ciento de los casos se podrían prevenir con consultas y tratamientos adecuados.
Por eso, inició la sexta campaña de cirugías gratuitas en la que se pretende beneficiar a 300 personas en situación de vulnerabilidad económica, aunque de acuerdo con la Asociación Ale, hay más de 21 mil personas con cataratas en el estado de Querétaro.
“Como tener un vidrio opaco enfrente”
En junio del año pasado, Rosa María sentía una basurita en los ojos que le estorbaba, pero no distinguía qué era. Acudió a una clínica en Celaya donde visitaba a su hija y le confirmaron que tenía cataratas. En cuanto regresó a Querétaro en julio, empezó a hacer trámites ante instituciones públicas para operarse.
Mientras encontraba a dónde acudir, se enfrentó al reto de vivir sola sin ver bien, en medio de caídas frecuentes y riesgo de atropellamiento. “Cuando salía de casa, porque tenía que ir a la tienda, los vecinos me mandaban a alguien porque me sucedieron accidentes, casi atropellamientos, porque no veía o en la tienda me decían: doña Rosy, ¿por qué viene así? Me movía por las luces, pero no distinguía si venían lejos o cerca”.
Compró una lupa para intentar ver mejor, pero no podía moverse bien en su propia casa, en el interior del condominio ni en las calles a las que debía acudir, porque la enfermedad avanzó muy rápido y la llevaba a caerse, muchas veces de cara.
“Yo sentía el estorbo y de sentir esa basurita pasé a no ver, fue muy rápido, no veía, así como ahora tengo el ojo izquierdo, que sólo veo bultos que están lejos, eso pasó de junio a septiembre que me operaron, fue muy rápido, fue como tener un vidrio opaco enfrente todo el tiempo, que no te deja distinguir”.
El 31 de agosto tuvo una cita en la Asociación Ale, donde la inscribió su hija. Acudió con un avance de la catarata del 70 por ciento en su ojo derecho y del 40 por ciento en el izquierdo. La Asociación le operó el ojo derecho sin costo alguno, igual que a otras 300 personas que participaron en la Quinta Campaña de Cirugías Gratuitas de Catarata.
“Iba como mis ojos: a ciegas”
Las operaciones de cataratas en una institución privada cuestan entre 32 mil y 25 mil pesos o bien, 16 mil pesos cada ojo. Uno de los más económicos se ubica en 13 mil pesos, aunque con un estudio socioeconómico puede bajar a los 7 mil pesos, pero en la Asociación Ale, solamente hay que pagar los estudios prehospitalarios.
El día de su cita, Rosa María acudió con ciertas dudas y pasó varios filtros antes de que le anunciaran que le operarían el ojo derecho el 22 de septiembre del año pasado, el ojo que presentaba un avance del 70 por ciento de la catarata.
“Desde el primer momento en que llegué al Hospital General, la organización, la atención, la amabilidad de todo el personal fue increíble. No me lo esperaba, iba como mis ojos: a ciegas”.
Al terminar la cirugía les dieron varias recomendaciones y les informaron que tardarían tres semanas en volver a ver bien, así que ella esperaba molestias. “Fue una sorpresa, yo pensaba: me quitan mi parche y esperaré tres semanas, pero cuando lo quitaron vi con una claridad increíble”.
Ella no esperaba eso, “porque yo ya no veía, ahora veo bien con mi ojo derecho, pero con el izquierdo veo sombras, bultos. Cuando me quitaron el parche lloré, grité, me preguntaron qué le pasa y les dijo es que veo, veo”, recuerda conmovida.
Inicia la sexta campaña
En marzo inició el registro para quienes deseen acceder a las intervenciones de la sexta campaña de cirugías gratuitas de cataratas en el estado en la que participan la Asociación Ale, la Fundación Cinépolis, Oftavisión, el DIF estatal y la Secretaría de Salud del estado.
Se pretende beneficiar a otras 300 personas en situación de vulnerabilidad económica, que como Rosa María necesitan la ayuda para recuperar la vista. Se trata del noveno año en que se realizarán estas intervenciones luego de que se suspendieron durante la pandemia.
De acuerdo con la Asociación Ale, hay más de 21 mil personas en el estado de Querétaro que viven con cataratas y pueden causar ceguera, la segunda causa de discapacidad de México, a pesar de que el 75 por ciento de los casos podrían prevenirse con consultas y tratamientos adecuados.
Las inscripciones para participar en la campaña están abiertas con una llamada telefónica al 442 245 6219 y 442 245 5520, de 9 AM a 5 pm o bien acudir a Asociación Ale en Marqués del Castelar, número 151, colonia Lomas del Marqués. Los registros concluirán el 14 de abril para dar paso a las valoraciones médicas.
“No encuentro palabras”
Rosa María recibió una llamada hace unos días de la Asociación Ale en la que le informaron sobre la nueva campaña de cirugía y volverá a registrarse para la intervención de su ojo izquierdo, que ahora tiene un gran avance de la catarata y le impide ver bien.
La falta de visión en el ojo izquierdo le produce mareos y caídas, así que Rosa María se cubre ese ojo para no confundirse ni perder profundidad con el ojo derecho que sí puede ver bien.
“Hoy soy una promotora con mis conocidos, les digo que si conocen a alguien con cataratas se inscriban antes del 14 de abril, que es un milagro del cielo, les pido que no tengan miedo, que la gente atiende con calidad”.
Rosa María sabe de la atención de calidad, porque “yo soy jubilada del sector salud y sé que a veces se atiende inhumanamente, pero acá estoy asombrada, agradecida, no encuentro palabras, me falta un diccionario que me dé las palabras adecuadas para Asociación Ale por lo que hicieron conmigo y las demás personas beneficiadas”.
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