Autoría de 1:00 am #Opinión, Julio Figueroa - Vistas

Los escritores, el príncipe y el patriarca – Julio Figueroa

     –Veo un presidente y líder político querido y detestado, duro, aguerrido, cabrón. Y un escritor reflexivo, informado, dubitativo, hombre de conciencia y de conocimiento.  

     –Dos personalidades implacables frente a frente y a la distancia.

     –Los dos quieren a su país, a su manera y de diferente manera.   

     –Scherer y Salinas, Salinas y Octavio; Scherer y Amlo, Paz y Obrador.

     –Dos paquidérmicos de piel gruesa y memoria profunda.

     –JEP haría el mejor diálogo de estos dos muertos y dos vivos, pero…  

     –Entre el príncipe, patriarca, presidente y líder del país y el escritor, intelectual, periodista, hombre de letras, académico, artista… palabrea este palabrero.  

     –Es muy distinto mandar a pensar, dijo el poeta a un puño de políticos, funcionarios, académicos y periodistas. La diferencia estriba en la actitud programática, pragmática y partidista del gobernante en función del poder, y del otro lado la función crítica del escritor y del periodista.     

     –Una cosa es el amor a las ideas, las palabras y la búsqueda de la verdad, y otra el amor al poder. El deseo de conocer la realidad y crear conocimiento, y el deseo de vencer y transformar el mundo y sostenerse en el poder. La razón de Estado contra el pensador solitario.

     –El príncipe y el patriarca tienen el poder a sus pies y en el micrófono; “la fuerza del escritor brota de su no fuerza”.         

     –El gobernante es un líder político o burocrático, y responde a los intereses del poder, su partido, su clientela, su ideología, su política. El intelectual o escritor responde a su conciencia, su ética, su saber, su sensibilidad. Y el periodista a su información, sus datos y su arrojo.  

     –Hay que saber guardar la distancia del príncipe, dijo el poeta. La función crítica del intelectual no es tirar línea, como lo hace el político, sino  pensar, suscitar la reflexión, dudar. El político en el poder es poco dubitativo. Sabe mandar, pelear y tirar línea. Llevar agua a su molino.    

     –Saber guardar la distancia no es predicar el abstencionismo político; quiere decir, llegado el caso, no olvidar su función crítica, ver la grieta en el poder, la falta del poderoso, saber decir no.

     –¿Supieron Octavio y Scherer guardar las distancias del príncipe en turno? Otro escritor y poeta querido, Hugo Gutiérrez Vega, en célebre entrevista para El Nuevo Amanecer de Q agregó: sí, hay que mantener las distancias del príncipe y también del banquero o del magnate, “porque a veces el banquero es más exigente que el mismo príncipe”. (NAQ, 16-Dic-1996).

     –¿Guardaron las distancias de unos y otros Scherer, Octavio y Hugo?

     –Las contradicciones son parte de la vida y todos las tenemos, unos más, otros menos, unas significativas, otras relativas e intrascendentes. ¿Cuáles son las suyas y cuáles las nuestras?    

     –Los pecados de Scherer están en sus libros, Los presidentes, Estos años, La terca memoria, Vivir

     –Octavio se equivocó con Salinas de Gortari. Veía en él la modernidad del tiempo mexicano nacionalista, el mundo se movía, y parecía posible el fin del patrimonialismo. Pasar del Estado propietario, mal administrador y corrupto, a un Estado adelgazado pero justo. Creía en la necesidad de la reforma económica, pues había sido un desastre la economía presidencial en manos de Luis Echeverría y López Portillo. Tras la crisis del derroche presidencial, De la Madrid había comenzado el doloroso ajuste necesario, la política neoliberal, más mercado y menos Estado.   

     –“La crítica del Estado propietario se enlaza con la del patrimonialismo, es decir, con la historia de México”. ¿Qué es el patrimonialismo? Usar los recursos públicos como si fueran privados, administrar el gobierno como si fuera la hacienda personal y los funcionarios empleados del preciso.

     –¿Cuál fue la falla del salinismo? Junto al adelgazamiento del Estado propietario, no sucedió la reforma política democrática, que vigilara el destino de los bienes públicos subastados. El resultado fue más corrupción y patrimonialismo del poder. Y al fin del sexenio, el estallido social del año axial 1994: la entrada al Tratado de Libre Comercio y la irrupción zapatista; los recursos públicos privatizados y los asesinatos políticos. Luego el error de diciembre ya en manos de Ernesto Zedillo. El Fobaproa salvando a los ricos y el infierno para las clases medias. Años del diablo.

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     –Octavio Paz escribió un pequeño libro donde intenta poner luz a esos años que parecían promisorios y acabaron en tiempos oscuros. Es un testimonio cuya relectura sigue siendo muy provechosa, con textos de vario linaje: Pequeña crónica de grandes días (FCE, 1990). Los ensayos fueron apareciendo en Excélsior de Regino Díaz Redondo, para dolor de Julio Scherer. Ya en Querétaro, yo los leí con emociones encontradas. Junto a ellos hay que releer sus ideas expuestas en sus dos entrevistas con Scherer, la primera en dos entregas de Proceso (diciembre de 1977), recogida luego en El ogro filantrópico (“Suma y sigue”, Joaquín Mortiz, 1979), y la segunda “Lo que quiero, pienso y creo” (1993), más autoentrevista que diálogo, entre el escritor y el periodista, y sin embargo valiosa por la carta del poeta a su “querido Julio” y la entrada del propio Scherer no recogida en libro (“¿Qué dolores cargas, Octavio? / Ay, son tantos”), donde mete lo que quedó fuera de la entrevista formal: “En vísperas de sus 80 años, Octavio Paz hace relación y recuento de su pensamiento: Salinas, modernización, TLC, democracia, el 68, el poder”, (Proceso 885, 18 de octubre 1993). En las Obras completas de Paz aparece como “Tela de juicios” (FCE, t. 15). En el centenario del poeta existe otro pequeño libro valioso: Encuentro: Octavio Paz y Julio Scherer (FCE, Col. Cenzontle, 2014), con las entrevistas de Scherer y dos textos más del periodista: “Un testimonio” y “El valor del tiempo”. Amistad difícil pero productiva y enriquecedora para México.           

     –Los últimos años de Octavio fueron dolorosos. Por su enfermedad  progresiva y el dramático final del gobierno de Carlos Salinas, rodeado de intrigas, misterios, asesinatos políticos, corrupción, patrimonialismo. Shakespeare puro, diría Paz a Enrique. Octavio todavía quiso comprender la rebelión zapatista y trató de dialogar con el sub Marcos. Escribió sus últimos ensayos en Vuelta. Luego vino el silencio casi total, recogido en su enfermedad y en dejar listos los últimos libros de sus Obras completas, 15 tomos. Su aparición en agosto del 97 con Guillermo Sheridan y luego en diciembre al lado de Ernesto Zedillo.   

     –La última aparición pública del poeta fue el 17 de diciembre de 1997, en la Fundación con su nombre, visiblemente mermado físicamente, fue conmovedora, por su estado físico y por sus palabras improvisadas: quería ver la luz del sol tras los nubarrones negros sobre el Valle de México. Las sombras del país no se han disipado y su Fundación fue disuelta pocos años después. Su legado ha quedado enterrado en manos del Estado poco interesado en la cultura y al cual combatió. Triste final de nuestro premio nobel de literatura 1990. El rencor de la grandeza, diría Nietzsche. * (Nota)     

     –Su adiós fue socrático, dicen sus íntimos. Aguantando en silencio el vendaval político y despidiéndose de sus amigos cercanos. Estadista ciudadano fuera del Estado, Paz no perdía de vista la perspectiva histórica, ni el sentido último de construir la casa común, escribió Zaid. Y agregó: “No seguía una línea ideológica, sino su instinto histórico, poético y moral. Hasta sus errores y cambios de opinión demostraban autenticidad”.

     –Diferencias aparte entre ambos, el poeta y el novelista, Gabriel García Márquez reconoció su grandeza y su interrupción irreparable: “Cualquier elogio es superfluo a estas alturas de su gloria. Lamento, tanto como su muerte, la interrupción irreparable de un torrente de belleza, reflexión y análisis, que saturó de extremo a extremo el siglo XX y cuya onda expansiva ha de sobrevivirnos por mucho tiempo.” Todo en un párrafo. ¿Se puede decir más en menos? Las ideas y la poesía de Octavio, abrazadas hasta la muerte, siguen vivas con todo y sus equívocos humanos.

     –El tigre Eduardo Lizalde también cantó doliente su epitafio luminoso y oscuro: “Hasta los huesos duele mirar cómo / se apaga y se derrumba / el mayor faro, / así nos haya dado suficiente luz / para una larga noche.” En la oscuridad y la luz, las palabras sembradas hacen nacer el mundo, como el primer día. Respiro: “El sol abre los ojos: / acaba de cumplir / veinte años el mundo… / Yo respiro”. Las palabras del poeta respiran aún en los ojos de los vivos todavía.

     –Un buen libro de miradas críticas a Octavio Paz, logró conjuntarlo el periodista y crítico cultural Braulio Peralta: Los rostros de Octavio Paz. Una antología crítica (El Tapiz del Unicornio, México, 2017). Agotado, por desgracia. Valdría la pena su reedición y tal vez una segunda parte con las miradas de y hacia Octavio Paz en tiempos de la 4T. Libro con reflexiones críticas de Roger Bartra, Héctor Aguilar Camín, Jorge Aguilar Mora, Carlos Monsiváis, Armando González Torres, Víctor Manuel Mendiola, Elena Poniatowska, Pura López Colomé, Tedi López Mills, Teresa del Conde, entre otros. ¿Y cómo olvidar del mismo Braulio, su otro rico testimonio? Reportajes y notas en torno al nobel mexicano en El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz (Grijalbo, México, 1996). Escritos contra reloj.  Palabras frescas y agua para la sed, palabra de palabrero. “Las diferencias no son enemistades” (p. 45). Y desde entonces, a pesar de los tiempos envenenados. Las diferencias enriquecen la relación, si no son personales.

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     –Guardar la distancia del poder y no olvidar la función crítica del intelectual y del periodista. Más que denunciar o denostar, generar conocimiento y crear una atmósfera reflexiva. Tratar de saber y crear algo que valga la pena. Escribir, investigar, pensar, construir, crear. Frente al poder y fuera del poder, de cara a la sociedad abierta: potencia creadora ante la sociedad civil, la ciudadanía, el pueblo. Dudar frente al poder autoritario. Las manos sucias por el trabajo hecho y la vida cumplida.  

     –Octavio creyó en la modernidad de Salinas y así lo reconoció. “Desde luego hay que mantener una distancia con el Príncipe. (Pero) no hay que negar los aciertos que el gobierno pueda tener. No sólo hay que ejercer la crítica negativa. Cuando el Estado hace algo bien, hay que tener el valor de decirlo” (Libro de Braulio). No lo elogió chabacanamente, expuso y argumentó sus ideas. Y en parte acertó y se equivocó. No vio todo. Falló la oposición crítica democrática. Salinas se tragó a todos. Paz aprobó la apertura económica, mas la reforma política fue lenta y se empantanó, y nadie cuidó los cambios económicos. Allí creció el patrimonialismo moderno.     

     –¿Qué tanto se acercó Octavio a los príncipes y los magnates? Dejo a otros la relación con los hombres de empresa. Creo que se usaron con reciprocidad. Vivió muy agradecido con Ernesto Zedillo porque lo cobijó en los últimos años de su enfermedad. Allí está el valioso testimonio del cirujano militar José Octavio Ruiz Speare, quien lo asistió en los últimos años de su vida, mandado por el presidente Zedillo: Memorias de un cirujano militar (2020). Doloroso testimonio, el hombre al desnudo, la metástasis del cáncer, la invalidez y la pena, alimento para los buitres.

Gracias a Zona Paz: Octavio Paz / En la mirada de otros, testimonio 16: https://zonaoctaviopaz.com/espacios/4

     –A la muerte del poeta, el Estado se apropió del cuerpo y la ceremonia; un féretro de madera envuelto en una bandera nacionalista. El crítico del poder y del nacionalismo quedó en sus manos (cosa que evitó Scherer). El hombre de letras universales: Octavio Océano: comienza donde lo hallas por vez primera y luego te sale por todas partes: Octavio Mar, estrella de cinco puntas. Lunes de silencio y luto en mi casa (murió el domingo; nació y murió en primavera), en medio del aguacero verbal y la inundación de imágenes reproducidas hasta el hartazgo. Compré todos los periódicos.  

     –Julio Scherer en Estos años: “Políticos y periodistas se buscan unos a otros, se rechazan, vuelven a encontrarse para tornar a discrepar. Son especies que se repelen y se necesitan para vivir. Los políticos trabajan por lo factible entre pugnas subterráneas. Los periodistas trabajan para lo deseable hundidos en la realidad. Entre ellos el matrimonio es imposible, pero inevitable el amasiato.” / “La sangre del político no es igual a la sangre del periodista. Corren por venas distintas y alimentan organismos distintos. No hay manera de unir sus torrentes sin envenenarlos.” (Océano, 1995, pp. 24 y 47-48).

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     –Con razones y sin razones, bien o mal leído y con frecuencia poco comprendido, en esos años fue reconocido el poeta y repudiado el ensayista político. Pocos comprendieron la conexión íntima (vasos comunicantes) entre poesía y reflexión, ideas y creación. Décadas después de su muerte, es reconocido casi por todo el mundo. El odio y repudio de cierta izquierda partidista se ha trasladado a los todavía vivos: Enrique Krauze, Gabriel Zaid, Roger Bartra. Otra vez vivimos tiempos envenenados.

     —La terca memoria de Scherer García: “Años padecí la altivez de Octavio Paz a la que siguió un tiempo sedoso. Lo vi a punto de su muerte, abrazo sin brazos, la despedida en los ojos llorosos”:

     –¿Cómo va el ánimo?, le preguntaba.

     –Del cuello para arriba todo está en orden, pero del cuello para abajo reina el caos.

     –Sólo te queda la cabeza, pero sólo con la cabeza has vivido, Octavio.

     –¿Y qué vale la cabeza sin el cuerpo? ¿Cómo hallar la serenidad de la cabeza sin el reposo del cuerpo?

     Amigos y personajes complejos, entrañables y difíciles, pero entre ellos no se rompió la amistad de décadas, como sí sucedió por desgracia entre Paz y Fuentes y Cortázar.

     –Su relativa cercanía con los precisos de la política y del capital, le arrojaron ácidas críticas al autor, a veces sin leerlo o con simpleza. Su obra y legado en el mundo, fértil, sigue creciendo, con sus grandes hallazgos, abrió horizontes y colonizó otras letras, con sus naturales omisiones (nadie puede verlo y decirlo todo). Tal vez sea nuestro autor más citado en el mundo contemporáneo. Leerlo y releerlo nos enriquece, con todo y diferencias y debates. Eso es un clásico: su mina literaria no se agota y aparecen nuevos sentidos y significados en sus letras. Vas a ellos y siempre dicen otras cosas.   

     –El patriarca del poder político mexicano, tiene millones de seguidores, simpatizantes, votantes, militantes, adoradores, gente culta, ilustrada, con más o menos inteligencia. ¿Qué significa esa cercanía y ese culto a la personalidad del patriarca nacional? ¿Qué les agrada? ¿No les incomoda nada? Lo que puede ser cuestionable en Paz y en Krauze, ¿es indiscutible y celebrado en las plumas festivas y fervientes por López Obrador? ¿Qué quedará de estos tiempos de la 4T? Será la sentencia del tiempo y de la historia.   

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     –Patrimonialismo moderno, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Gracias a Adolfo Castañón. Posiblemente, la última página dictada-escrita por Octavio Paz; una página autocrítica y dolorosa, tardía e insuficiente. Aguantando en silencio antes del silencio total. El patrimonialismo moderno de los Salinas o la modernidad corrompida en su raíz. Patrimonialismo: el uso y abuso de los recursos públicos como si fueran bienes privados, y la concentración del poder en pocas manos. Testimonio de Adolfo Castañón:

     –A finales de noviembre de 1997, un día, al caer el audaz crepúsculo, Octavio Paz ya muy enfermo, nos citó a la editora Ana Clavel y a mí para revisar y fijar el ordenamiento y composición del tomo [15, Oc, FCE]. Fue también ese día cuando Paz dictó la nota que aparece en la entrevista realizada por Julio Scherer, “Tela de juicios”, una de sus notas más incisivas a propósito de la crisis del sistema político mexicano, en el ocaso del salinismo y uno de sus últimos escritos, quizá su testamento político:

     “En efecto, el proyecto del presidente Salinas fue modernizador, pero algunos no tuvimos claridad suficiente y no pudimos ver ciertos rasgos arcaicos de su gobierno. Me refiero a la contradicción del patrimonialismo y las prácticas francamente patrimonialistas, nepotistas y corruptas que caracterizaron en varios aspectos a su régimen. El ejemplo más contundente y que me ahorra todo comentario es el siguiente: mientras que el presidente Salinas intentaba llevar a cabo una política modernizadora, también incurría en las peores prácticas de nuestra tradición. El caso de su hermano Raúl Salinas de Gortari, patrimonialista entre los patrimonialistas y autor de prácticas fraudulentas que corrompieron aún más al Estado mexicano, es una prueba de la contradicción capital que corroía al proyecto salinista: modernidad inteligente pero también reincidencia en los vicios antiguos, desde la época colonial a nuestros días. No es posible ostentarse a uno mismo como modernizador e incurrir simultáneamente en prácticas que desde hace más de un siglo han sido calificadas de arcaicas e inmorales” (Nota de noviembre de 1997).

Adolfo Castañón, “El diálogo escrito”, La Jornada Semanal, No. 435, 6-VII-2003. / Nota en el Tomo XV de las Obras completas de Octavio Paz: Miscelánea III. Entrevistas, Ed. FCE, México, 2002, p. 574.     

Liga: https://www.jornada.com.mx/2003/07/06/sem-libros2.html

     –Nuestro Premio Nobel de Literatura escribió y vivió su obra y allí está editada en 15 bellos tomos, en España y en México y abierta al mundo. Luego el silencio puro, tiempo cristalizado: “Los ojos / se cierran, / las palabras se abren”. De la morada interior a la morada del verbo.

     –¿Qué sucederá tras el diluvio verbal de las mañaneras de Palacio? 

     El poeta en su tierra:

     “Los escritores no son voceros de nadie. Son su propia voz.” / “A los escritores que más admiro son los que han tenido el valor y la honradez de hacer la crítica de sus propios partidos e instituciones.” (Grijalbo, 1996, pp. 61 y 31).    

     –México no se acaba ni empieza con Andrés Manuel López Obrador. Como no acabó con Salinas, Echeverría, Cárdenas, Porfirio Díaz. ¿Qué crónicas, ensayos y testimonios nos dejaran los queridos obradoristas y los odiados anti-obradoristas? El tiempo y la historia cernirán las cosas a las nuevas generaciones, que no veremos. Todos aquí estamos de paso, desde el primer hombre hasta el último de los ciudadanos y del pueblo.

Q, Presidentes, viernes 31-III-2023.

juliofime@hotmail.com / Fb / @JulioRolling

–A los 109 años del nacimiento de Octavio y a los 25 de la muerte de Paz.   

–Octavio Paz en entrevista con Guillermo Sheridan habla de sus obras completas y de su poesía, en agosto de 1997, Zona Paz. Conmovedoras palabras e imágenes:

–Enrique Krauze en el centenario del escritor, 2014, Zona Paz:

* Nota del sábado:

Verde noticia: “Espiga de rocío, / brotaste de la piedra / como una exclamación. // Acabas de nacer, / tienes mil años y un minuto, / cada día primer día del mundo. // Eres un poco de aire / y una gota de sol, / eres un parpadeo. // Bailas y no te mueves, ondeante quietud / en la palma del viento”.

–OP, FCE, 2004, Obra poética II (1969-1998), t. 12, p. 215.

–“Inauguran la Casa Marie José y Octavio Paz, que mantendrá vivo el legado de ambos creadores. En la ceremonia, Claudia Sheinbaum dio a conocer la inauguración de un fideicomiso”, La Jornada de Enmedio, 1-IV-2023, p. 11a.

Ligas:

https://www.jornada.com.mx/2023/04/01/cultura/a11n1cul

https://www.milenio.com/politica/comunidad/sheinbaum-inaugura-casa-marie-jose-octavio-paz

https://www.reforma.com/inauguran-casa-marie-jose-y-octavio-paz/ar2579881

https://www.eluniversal.com.mx/cultura/inauguran-casa-marie-jose-y-octavio-paz-para-exhibir-acervo-intelectual-del-poeta/

https://elpais.com/mexico/2023-04-01/una-casa-convertida-en-poema-ya-guarda-el-legado-de-octavio-paz-en-mexico.html

     –Octavio Paz, un mexicano universal: sus raíces están bien enraizadas aquí y sus ramas se extienden por todo el mundo: Octavio árbol, Octavio océano, Octavio nube, Octavio río… Tiempo puro, tiempo cristalizado, tiempo abierto…

JF, Q, Presidentes, sábado 1-IV-2023.  

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Last modified: 3 abril, 2023
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