Autoría de 11:29 am #Opinión, Patricia Eugenia - Narrativa en Corto • 16 Comments

Orden de salida – Patricia Eugenia

La cafetería estaba rodeada por jacarandas y setos. Dentro de ella, la vegetación ocultaba el complejo hospitalario a la vista de los clientes.

Dos mesas, ambas cercanas a la máquina de hacer café, estaban ocupadas. El sonido que producían las cucharitas en la loza se amplificaba al rebotar contra las superficies de mármol.

En la mesa de la izquierda una mujer no mayor de 35 años, aún con el abrigo puesto, mezclaba azúcar en su café mientras miraba el verdor, afuera.

En la mesa de junto, dos muchachas habían dejado sus mochilas en el piso, produciendo un eco breve. Pidieron churros y chocolate caliente. Se echaban vaho en las manos, frotándoselas.

 ⧿No había cadáver ⧿dijo la de cabellos negros.

⧿¿No? ¿Y entonces?

⧿Pues no tendríamos sesión en el anfiteatro, pero llegó Juanito con los papeles sellados y anunció que a las nueve de la mañana ya habría uno en la sala, así que no nos fuimos.

⧿¡Claro! Oí que a las ocho ingresó uno que chocó, inconsciente, muy lastimado. No lo vi, pero escuché.

⧿Y sí, era un cadáver reciente. Seccionamos las venas y todavía estaba líquida la sangre, escurrió.

⧿¿Y qué tiene?

⧿Mira, cuando realicé la punción en el hígado, el chisguete salió con fuerza… y así no es… Teníamos que haber revisado si el tipo se metió algo antes del accidente.

A la palabra accidente, la mujer del abrigo giró despacio en su asiento. Miró a las jóvenes.

⧿¿Y sí?

⧿Qué sé yo. No cursé toxicología, era optativa; además, ese anfiteatro tres, ¿no estaba en desuso.

⧿Eso, ¿qué te importa?

⧿Es que ve, yo digo que el tipo no estaba muerto… de que se iba a morir, se iba a morir, pero…

⧿¿Pero qué?

⧿Digo, tenía las pupilas contraídas como tú, que estás viva, y la rigidez… parecía más catatonia que rigor mortis. ¿Que no la cocaína fumada produce…?

⧿Imaginas cosas. Es tu primero, ¿no?

⧿No, pero sí el más reciente. Revisé los informes. No había orden de autopsia ni nada, ni había aviso de deceso en zona de hospitales todavía a las ocho veinte.

⧿Pero ahora hay papeles, certificado y muerto y todo, ¿no? Así es la burocracia.

⧿Hay muerto ahora, eso seguro.

La mujer de la mesa contigua, permanecía con el cuerpo vuelto hacia las muchachas, con la mirada fija, vacía.

Una de las chicas se levantó, envolvió el churro que quedaba en una servilleta y lo guardó. Apuraron sus bebidas.

Con la mochila en la espalda, encaminándose a la salida, la joven de cabellos negros se quejó: “El forense debió estar allí, yo tenía muchas preguntas. Tuve que firmar la orden de salida para antes del cambio de turno… a ver si no…”.

 ⧿Si no estuvo el forense, ni modo que te… 

La puerta vidriera se balanceó tras ellas y entró el aire helado.

Cuando las jóvenes partieron, la mujer del abrigo giró de vuelta a su sitio.

Y pensar que él… ¡solito! Sin que yo tuviera que… Fue él por imbécil, que si no ¡ja!… entre los manejos oficiales y estas dulces chicas… 

¡Dios me ama! no cabe duda.

La mujer continuó mirando el verdor, afuera, y con una leve sonrisa siguió dando sorbitos a su café, ya un poco frío.

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Last modified: 11 abril, 2023
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