Autoría de 3:25 pm #Opinión, Niels Rosas Valdez - Procesos del Poder

¿Acercamiento Bruselas-Beijing? – Niels Rosas Valdez

En los días recientes se han efectuado varias visitas de Estado de repercusión global. Una de ellas fue la emblemática e intrigante reunión celebrada en Moscú entre los presidentes de Rusia y China. Otras, de elevada importancia también, han sido las generadas entre el mismo mandatario chino y los líderes de España, Alemania, Francia y la Comisión de la Unión Europea (UE). ¿Qué impactos pueden traer estos encuentros del más alto nivel para el esquema internacional?

China ha adoptado un protagonismo internacional como nunca se ha visto en la historia. Ciertamente, tras la Segunda Guerra Mundial, el país de los ríos azul y amarillo cobró importancia en la región y en el mundo al establecerse como Estado comunista tras el fin de su guerra civil en 1949. Tras varios años representó un aliado sólido para la Unión Soviética, al promover el socialismo fuera de sus fronteras, pero una interpretación diferente del marxismo-leninismo entre ambas esferas de poder provocó un distanciamiento casi irreconciliable entre las dos capitales socialistas.

Sin embargo, al paso de los años, pero sobre todo a raíz de las reformas estructurales de Deng Xiaoping y la crisis económica de 2008, China creció a un ritmo pocas veces visto en los países en la historia. Hoy en día, su ascenso económico, militar, tecnológico y de influencia política y comercial es indubitable, lo que le ha permitido competir con agentes y Estados tan importantes a nivel global como la UE y el mismo Estados Unidos de América.

De ahí que su posicionamiento en el mundo sea reconocido sin protestas por aliados y rivales. Ante esta calidad, la administración de Xi ha buscado fortalecer China tanto dentro como fuera. El inicio de su tercer periodo al frente del gobierno chino es una inigualable oportunidad para precisamente avanzar en ambos panoramas. En el aspecto internacional, se nota una clara política exterior de Beijing con interés de mostrarse al mundo como un actor que no sólo incide en el globo de manera determinante con sus acciones, sino participativo en las crisis de interés mundial, como la guerra de Rusia y Ucrania, pero también en la construcción de relaciones bilaterales entre Irán y Arabia Saudí, dos acérrimos rivales.

Una prueba de ello es la propuesta de paz china para terminar el conflicto entre rusos y ucranianos, un movimiento escuchado por Moscú y Kiev, y que Occidente no había generado, pero que coloca a China como un agente mediador, una posición de prestigio en las relaciones internacionales de los Estados-nación. Ello ha despertado en gran medida un interés por parte de varios líderes europeos, como Pedro Sánchez, Olaf Scholz, Emmanuel Macron y Úrsula von der Leyen, entre otros, que ven en el gigante asiático a un actor consciente de su talla internacional y su interés de ser un país activo en lo que pasa en el mundo.

Es cierto que la UE es también un agente de gran fuerza y prestigio en el globo, pero el crecimiento y posicionamiento de China está sobrepasando a Bruselas en muchos aspectos, perfilándose a una competición con Washington, en la que no faltaría mucho para que viéramos los primeros enfrentamientos ganados por el dragón. Los líderes del conglomerado europeo de naciones están conscientes de que, a estas alturas, ya no se puede detener más al país de los ríos azul y amarillo, por lo que, para evitar una confrontación y mejorar las relaciones bilaterales, se pueden gestar acercamientos para fomentar la confianza y la posibilidad de cooperación.

Sin duda, esta estrategia podría ser de beneficio tanto para China, en su ánimo de adquirir más aliados en su ascenso de potencia global, como para la UE que, en estos momentos de incertidumbre bélica, militar y económica, podría tener en el gigante asiático un contacto de apoyo, al menos en el corto y mediano plazo. No obstante, el perdedor en tal panorama sería Washington, que vería a su aliada Europa acercarse a Beijing en estos momentos de cambios internacionales, mejorando la posición de su rival en el plano de la hegemonía mundial. Resulta interesante, puesto que Bruselas busca garantizar su posición y supervivencia en el globo y, si este movimiento le ayuda en eso, es difícil que se retracte. Si esto se efectúa, la pregunta es: ¿la decisión es la correcta?

Niels Rosas Valdez

Historiador e internacionalista

@NielsRosasV (Twitter)

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Last modified: 12 abril, 2023
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