ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS:RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Enemiga de la deshonestidad y de las calumnias, Teresa García Gasca ve un Querétaro pujante con el enorme reto de vencer la desigualdad para que sea más equitativo para todas las personas.
Al participar “En el Confesionario” de lalupa.mx, la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), rodeada de orquídeas, libros y carpetas, se declara una mujer de ciencia que jamás se vería fuera de la academia, le gustaría escribir una novela, aprender a tocar el violín y viajar, pero también dejar una universidad fuerte, porque la UAQ “se enfrenta a muchas cosas que la pueden lastimar”.
¿Cómo comienza tu día?
Usualmente inicio pensando qué tengo que hacer el día de hoy. Lo primero que hago, casi siempre, es revisar el celular, la agenda del día para hacerme una idea de cuál será la vocación del día y arrancar trabajando. Los días que doy clases es tempranito, en la mañana, ya sean presenciales o virtuales y lo siguiente es tomar un desayuno rápido y venir a la universidad. Ahí empezamos, a las 5:30 o 6 de la mañana todos los días, porque hay que salir temprano para dar clase o llegar acá.
¿A qué te hubiera gustado dedicarte si no fueras rectora?
Como mujer de ciencia amo mi trabajo académico, no me veo en un lugar diferente. Sin embargo, me hubiera gustado continuar practicando ballet clásico, practiqué cuando estaba en la prepa y en la carrera, lo practiqué muy poquitos años, hasta que empecé la carrera y no pude sostener más los horarios. También me hubiera gustado tocar violín, nunca lo he tocado, a ver si después aprendo.
¿A qué actividad nunca te dedicarías?
Yo creo que, dentro de las actividades cotidianas, podría aprender a dedicarme a cualquier cosa, cualquier trabajo es bueno y cualquier cosa es digna. Nunca sería narcotraficante, eso sí.
¿En qué red social te sientes más cómoda?
Facebook es la red social que más manejo, es la menos popular entre los jóvenes, pero es a la que estoy más habituada.
¿A qué dedicas tu tiempo libre?
A la familia en primer lugar, a escuchar música, a leer y a veces a ver alguna película si no hoy estoy muy cansada o a salir y dar una vuelta con la familia. La familia es mi número uno y cuando tengo un poco más de tiempo libre, me pongo a trabajar.
¿Serie o película?
Me gustan las dos, pero me gustan las series cortas, concisas, que te lleven al grano y no que te traigan mucho tiempo en lo mismo, eso me cansa. En las películas, me gusta mucho la novela histórica, me gustan las películas que tienen que ver con sucesos reales hechos novela o trabajados con un poco de ficción.
¿Cuál es tu favorita?
Me gustó mucho una serie en Netflix que se llamaba Borgen, que es de una política danesa. Son dos temporadas de ocho capítulos y rápido las puedes ver, y en película, una comercial que me gusta es Gladiador y también Cinema Paradiso.
¿Cómo está integrada tu playlist?
Depende del estado de ánimo, escucho baladas, rock en inglés, rock en español, música clásica, instrumental, un poco como New Age, pero depende del estado de ánimo.
Menciona una canción, un cantante y un grupo.
De las que últimamente he estado escuchando hay una de Yuri muy bonita, no sé si es de las nuevas, porque tampoco es que tenga muchos discos últimamente, pero me gusta porque me parece que tiene buenos arreglos para ser una balada en español, se llama “De qué te vale fingir”. Un cantante, en español me gusta Carlos Rivera, en inglés me gusta Elton John, me gusta Billy Joel, y un grupo, me gusta la Oreja de Van Gogh.
¿Tu libro de cabecera y por qué?
José Saramago es de mis autores favoritos y me gustan El evangelio según Jesucristo y El hombre duplicado, también me gusta mucho y disfruté mucho una novela de Idelfonso Falcones, La catedral del mar, es un libro muy grandote, pero como es novela histórica, te van platicando la historia de la ciudad envuelta en una situación familiar y eso me gusta mucho. Hay un libro, Cuauhtémoc, de Marisol Martín del Campo, que trata de la historia del gran Tenochtitlan en su última etapa y la parte humana de los aztecas.
¿Tu equipo de futbol?
Me gusta el futbol americano, me gustaba más cuando era adolescente, ahora lo disfruto, pero ya no soy tan fanática, si no lo veo, no pasa nada.
¿Cuál es tu platillo favorito, ese que comerías toda tu vida sin cansarte?
Me gustan mucho los chiles en nogada, mucho, son deliciosos.
¿Tequila o vino?
Dependiendo la ocasión, a un buen vino nunca se le dice que no, pero de vez en cuando un buen tequila también es bastante agradable.
¿Tu personaje histórico favorito y por qué?
No porque hayamos hecho una película al respecto hace poquito, pero Francisco I. Madero tenía una personalidad cautivadora, fue un hombre de convicciones y de alguna manera supo trabajar con la gente y no de ahora por la película de Sara Pérez Romero (Sara, amor y revolución), que además nos encantó, pero me parece que fue un hombre muy importante que no tuvo la fortuna de quedarse más tiempo como para hacer más historia.
¿Qué le dirías si te lo llegaras a encontrar?
Le preguntaría qué México veía él en ese entonces, y cuál era su México del futuro.
¿Un personaje de ficción?
No soy mucho de ficción, pero de la película de El Laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, el fauno me gusta, tiene una personalidad profunda, no es malo, aunque aterra un poco, pero no es malo, más bien lo que busca es hacer algo bien por alguien más, tal vez no lo logra, pero lo busca.
¿Qué es lo que más te entristece en la vida?
La incertidumbre me da miedo más que tristeza, pero la calumnia me duele mucho, porque además a veces no te puedes defender en contra de las mentiras. Lo que más me entristece es que haya gente que adopta esa forma de vida, que lo hace como su modus operandi y de forma muy natural, eso no me gusta.
¿Cuál es tu ideal de felicidad?
Gozar lo que haces, todos los días. La felicidad es ese toque que le das todos los días a las cosas y que te hace sentirte a gusto, es hacer lo que te gusta.
¿Cuál es tu principal rasgo de carácter?
Perseverante.
¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios?
Que no me doy tiempo para limpiar la mesa. No me doy tiempo suficiente, admiro a las personas que cosa que hacen, cosa que pueden poner en su lugar, archivan. A mí me cuesta trabajo ponerle orden a todo eso, eso es lo que no me gusta.
¿Y de los hábitos ajenos?
No ser honestos, no ser claros, no me gusta que la gente no te pueda venir a decir lo que piensa tal cual y que tenga que andarse por las ramas y que tenga que esconderse. Si quieres que algo se resuelva hay que enfrentarlo, hay que hablarlo. A mí me costó mucho trabajo aprender a decir no, antes intentaba ser condescendiente y no podía decir que no, ahora ya aprendí a decir que no, eso es importante, hay que enfrentar las cosas.
¿Qué don te gustaría poseer?
Me gustaría siempre poder expresar exactamente lo que pienso, porque a veces no lo logro, tengo la idea muy clara y a veces no sale tan clara.
¿Cómo te gustaría morir?
Muy viejita, quiero llegar por lo menos a los 90, contenta, satisfecha del trayecto andado, saber que estás rodeada de la gente que te quiere y, por lo demás, no sé, la forma en que una muere no la escoge, pero si pudiera escoger, en mi casa y en paz.
Defínete en tres palabras.
Optimista, empática y perseverante.
¿Cómo te ves en un futuro?
Trabajando, no me veo no trabajando, me veo trabajando en algo que me llene, que me guste. Una gran virtud que tenemos las personas que trabajamos asociadas a la academia y las universidades, es que tenemos la gran oportunidad de seguir trabajando en las cosas que nos gustan. Con un poco más de tiempo, escribiendo un libro, quiero escribir una novela, a lo mejor sí me pongo a aprender violín y a viajar un poco más de lo que hasta ahorita he podido.
¿Cómo ves a Querétaro hoy? ¿Cómo te gustaría verlo?
Veo a Querétaro como una ciudad en crecimiento que no ha logrado encontrar todavía el equilibrio entre lo que necesita para crecer para seguir siendo una ciudad pujante, como lo es, pero lo tiene que ser más, pero que lo está intentando. También veo un Querétaro desigual, entre lo que vivimos en la ciudad y lo que existe en las regiones norte y sur, sobre todo hacia el norte, la sierra es un lugar maravilloso, bellísimo, con un gran potencial, pero muy olvidado de muchas cosas.
Es un estado con mucho futuro económico, pero muy desigual, me gustaría poder tener un estado más parejo, que la Sierra tuviera esa grandiosidad que sí tiene hoy, pero con más oportunidades para la gente allá, donde pudiéramos tener nuestros espacios de áreas naturales pero que ayuden a la economía local, que se pudieran tener las artesanías y los haberes de las comunidades explotándolos para que la gente pueda tener sus recursos, lo mismo hacia abajo, hacia el sur, Huimilpan, Amealco. Me gustaría ver un estado pujante, pero equitativo.
¿Cómo te gustaría dejar a la universidad?
Fuerte, mi primera convicción cuando tomé protesta en 2018 fue trabajar por dos cosas: proteger a la universidad, porque la universidad se enfrenta a muchas cosas que la pueden lastimar, y fortalecerla, tomar una universidad y entregar una universidad mejor que la que yo recibí en todos los sentidos. Quiero dejar una universidad más fuerte que la que yo recibí.
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