Autoría de 3:23 pm #Opinión, Tec de Monterrey: Investigación transformadora

La responsabilidad en la co-creación – Víctor Manuel Jiménez Rodríguez

En el mundo de la mercadotecnia existen tantas teorías aplicadas al mundo real como pudiéramos imaginarlas, después de todo, el mundo comercial es donde se manifiesta en su máximo esplendor la mercadotecnia. 

Una de las teorías más utilizadas hoy en día se llama Co-creación. Se trata de un enfoque colaborativo entre varios actores y una marca, esto puede ser naturalmente clientes pero igualmente, usuarios, proveedores o inclusive expertos. Su participación radica en formar parte en el proceso de creación, diseño y/o desarrollo de productos. Detrás de este principio está el modelo de pensamiento en que la diversidad de ideas pueden generar resultados más innovadores y relevantes a las necesidades de los clientes. Para estas marcas, la sabiduría colectiva crea más valor que una propuesta de valor unilateral. 

Existen marcas como Starbucks con su iniciativa de Mystarbucksidea.com  donde los clientes pueden sugerir nuevas ideas y mejoras para la marca, o proponer nuevos tipos de bebidas y servicios.

Otro ejemplo es lo que realiza Build-a-Bear, donde construyes tu propio oso de peluche antes de pagarlo. Wikipedia crea su contenido a través de la contribución voluntaria de cibernautas creando y editando contenido colaborativamente. Del mismo modo, las colaboraciones como referencias de uso de artículos como Amazon o Ghandi, donde los mismos clientes escriben sus experiencias a futuros compradores, esto pasa dentro del mismo portal de las marcas, o en espacios como  blogs, redes sociales o inclusive boca a boca, donde se sigue hablando de la marca y sus productos, lo cual trae como consecuencia el fortalecimiento o debilitamiento de la marca.

Además de estos ejemplos clásicos, llama mucho la atención otro tipo de co-creación donde el el mismo cliente genera valor a sí mismo a través de su experiencia con la marca. 

Lego es un ejemplo de ello. Además de tener un espacio donde los usuarios pueden sugerir nuevos sets de contrucción, se llega mucho más lejos con la identidad de marca. Los clientes de Lego son los responsables de los modelos que construyen, por lo que el resultado es causa del esfuerzo, tiempo y creatividad de los usuarios. Esto genera una conexión emocional con la marca originada desde la vinculación de un producto base (bloques de Lego) con el esfuerzo creativo, por lo que el resultado es ahora aún más valioso al tener un toque personal pero la marca LEGO es fortalecida en la mente del consumidor.

Cada vez que tenemos una gran experiencia con una marca, mucho de ello es responsabilidad de nosotros mismos, la manera en la que vivimos y experimentamos nuestros productos y servicios es 50% gracias a sus características y 50% por nuestro compromiso con ellos.

Si colaboramos con nuestras marcas, nos volvemos co-responsables, alimentamos la marca creando valor para el resto de los clientes, pero aún más importante, creamos valor para nosotros mismos. ¿Qué tanto valor creas para tí mismo? ¿Qué responsabilidad tienes del valor de tus marcas?

MBA. Víctor Manuel Jiménez Rodríguez es director de la Licenciatura en Emprendimiento del Tec de Monterrey, Campus Querétaro

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Last modified: 7 junio, 2023
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