Autoría de 2:33 pm #Opinión, Juan José Arreola - Código Político

Retrato hablado de la candidata – Juan José Arreola

Para ser competitiva y aspirar a ganar la elección presidencial de 2024, la oposición a la coalición gobernante en México debe seguir el ABC de la construcción de un candidato o una candidata.

El paso fundamental es apropiarse de las banderas que la coalición gobernante ha ondeado durante casi seis años de gobierno y que han representado los ideales con los que convenció y mantiene fieles a millones de mexicanos.

El mandatario mexicano ha mantenido una narrativa que ha dividido en dos al país: los buenos que él encabeza y los malos, que son los que no lo apoyan. Los que están con el pueblo (que es él y su partido) frente a los que están en contra y apoyan a la oligarquía.

Esto ha gestado un constante enfrentamiento entre dos bloques políticos que ha profundizado la división, pues refuerza la idea (errónea) de que él, en realidad, encabeza la transformación del país frente a los que se oponen a ella.

La oposición, en lugar de plantear un proyecto de nación con propuestas claras y discursos accesibles, se ha dedicado a denostar al presidente, a criticar todas sus acciones sin plantear alternativas entendibles y creíbles.

Esta actitud, en lugar de fortalecerles, se convierte en argumento que respalda, en el imaginario nacional, la “verdad” que desde el Palacio Nacional se difunde diariamente.

Por eso es que para intentar competir por la presidencia de la república y ser convincentes es menester hacerlo de una manera creíble, a través de una candidatura que represente esos ideales y los trasmita a la población mexicana.

Luchona y aspiracionista

Por eso es que la figura de la candidata o el candidato debe amalgamar el principio general de “primero los pobres” con el del “aspiracionista” del que tanto ha renegado el actual presidente del país, a pesar de que hay uno en prácticamente cada mexicano y mexicana.

Así, quien asuma la candidatura debe ser una persona con ese perfil y que, por consecuencia, entiende a la mayoría de la población; que haya surgido de entre los menos favorecidos y que su desarrollo temprano haya significado una lucha constante por la superación en medio de un ambiente poco favorable.

También deberá ser una figura que, a pesar de las adversidades, logró superarse, formarse y ser exitosa en su desempeño profesional. Este éxito se demuestra, entre otras cosas, por su conocimiento sobre el ejercicio gubernamental, sobre la política nacional, las necesidades sociales y con su sensibilidad ante las injusticias.

Independientemente de quién abandere electoralmente a la coalición gobernante, la postulación de la oposición a la presidencia deberá recaer en una mujer.

Si Morena y asociados postulan a una mujer, la candidata de la oposición podrá competir de igual a igual, e incluso hacer propia la consigna de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, que ha dicho que compite por la candidatura presidencial para hacer realidad el sueño de que una mujer gobierne al país.

Si, por el contrario, el cuatroteísmo postula a un hombre, será ventaja, pues lo obligará a ser más cuidadoso con sus comentarios y con el trato que brinde a la candidata opositora.

Elección ciudadana

El resto del mensaje que arrope a la candidata presidencial lo deben de brindar los partidos políticos opositores, pero primordialmente las decenas (o centenas) de organizaciones ciudadanas que tratan de construir un frente opositor.

La candidatura presidencial tendrá que surgir de una elección primaria que agrupe a todas y todos aquellos que creen que pueden asumir dicha responsabilidad. De este proceso podrían ser finalistas tres o cuatro que vayan a una segunda vuelta electiva de la que surja, finalmente, el elegido o la elegida.

Los partidos políticos opositores, si en verdad están convencidos de querer la alternancia presidencial, bien harían en sumarse a este proceso, respetar la voluntad ciudadana y adoptar como su candidato o candidata a quien haya surgido ganador (ganadora) del proceso.

Hay tiempo para lograrlo. Sólo falta la voluntad partidista.

Juan José Arreola de Dios

Periodista/Comunicación política

Twitter: @juanjosearreola

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Last modified: 19 junio, 2023
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