Lo más importante que generó la hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz con su “destape” como aspirante a la candidatura presidencial de la alianza Va por México fue plantar una interlocutora a Claudia Sheinbaum Pardo, equiparable en su nivel político.
Más allá de que llegue o no a ser la candidata de la referida alianza, y más allá de que lo sea y logre o no triunfar en los comicios de 2024, lo importante es que el debate nacional, con miras a la elección del año próximo, ya es entre dos potenciales aspirantes presidenciales.
Ese es su aporte en esta etapa, lo que no pudieron hacer los demás aspirantes (Creel, Moreno, Ruiz Massieu, de Hoyos, Paredes o Téllez) a lo largo de un par de meses.
Va por México, ¿con Xóchitl?
Es cierto que en ambas alianzas hay varios aspirantes a ocupar la candidatura a la presidencia de la república, pero también es cierto que, en el caso de Morena y sus aliados, prácticamente es un hecho que la elegida –por así preferirlo el presidente del país– es Claudia Sheinbaum.
Del lado de la alianza Va por México, todo apunta a que será Xóchitl Gálvez, a menos –claro está– de que el PAN, el PRI o las dirigencias de los dos, le hagan una “chicanada” y eviten que sea la abanderada de las oposiciones.
Su arribo disruptivo a la contienda, principalmente a través de las redes sociales, la ha posicionado a la cabeza de todas y todos los aspirantes de esta alianza.
Su ingreso a la contienda ha causado, hasta el momento, la declinación a competir por la postulación de Lilly Téllez, de Claudia Ruiz Massieu y de Alejandro Moreno. También de Alejandro Murat y de Gustavo de Hoyos.
Claro, tuvieron que argumentar desacuerdos con el método de elección de su abanderado (que por supuesto tiene varios defectos), pues no iban a decir que sus cálculos les indicaban que no lograrían la tan anhelada postulación frente a la senadora del PAN Gálvez Ruiz.
No es para menos. Apenas con una semana en la contienda, Xóchitl Gálvez sumó 11 por ciento de las preferencias (de acuerdo con la encuesta publicada por el periódico El Financiero, el 28 de junio), empatando con Santiago Creel Miranda y superando a Lilly Téllez (10 por ciento).
Y Morena, ¿con Claudia?
En el caso de Morena, además de contar con la preferencia del presidente de México, la exjefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum se ubica a la cabeza de las encuestas hasta ahora realizadas.
De acuerdo con la “encuesta de encuestas” del 28 de junio –que promedia el resultado de ocho mediciones recientemente realizadas– Sheinbaum promedia 42.8 por ciento de las preferencias; el excanciller Marcelo Ebrard se coloca en 26.2 por ciento, seguido por Adán Augusto López, con 12.2, y en cuarto lugar Gerardo Fernández Noroña (11.7 por ciento).
Las estadísticas nos muestran que será sumamente complicado que alguno de los contendientes supere a Sheinbaum en un mes.
Mujer vs. mujer
Si los números de las encuestas son consistentes y se mantienen en la tendencia que ahora manifiestan, en 2024 México estaría ante un escenario nunca visto: una contienda presidencial entre dos mujeres (aunque podría haber una tercera, si Claudia Ruiz Massieu acepta abanderar a Movimiento Ciudadano).
Pero, además de este plus, la contienda se significaría por la participación de dos mujeres inteligentes, claras en sus objetivos y con experiencia en el ejercicio de gobierno.
Sin embargo, ambas también cargarán con aspectos negativos, lastres difíciles de quitar. Xóchitl, con la marca PRI, identificada por mucha gente con la corrupción y la impunidad; Claudia, con la marca del sexenio lopezobradorista, que tiene el mayor número de asesinatos y es el de mayor violencia.
Ahora, el debate público es entre dos visiones de país y no, como había sucedido hasta la semana pasada, de seis personajes que comparten la misma política.
Queda a las ciudadanas y los ciudadanos abrir los oídos, escuchar las propuestas (y desechar los insultos y las descalificaciones) para orientar su voto el año venidero.
