La desaparición de Qin Gang de la vida pública desde hace más de un mes ha sido motivo de mucha especulación, pero ahora el escenario es más nítido en la política china. El alto funcionario, quien ostentara la posición de ministro de Relaciones Exteriores, ahora retomará su posición en el Partido Comunista de China (PCC), pero con un futuro incierto en cuanto a la agenda que llevaría. ¿Por qué se efectuó este cambio?
Como sucede en todos los países, las altas posiciones en la política de China son muy preciadas por la agenda, la influencia y el poder que de ellas emanan. La selección y nombramiento de funcionarios es un tema central en cada reorganización interna del PCC durante sus conferencias nacionales, en las que hoy en día Xi Jinping mantiene un amplio control sin oposición visible.
A diferencia de otros sistemas políticos en los que se suelen hacer concesiones dentro del partido o fuera de él para respetar alianzas o “pagar favores”, en China normalmente el líder tiene mayor capacidad y fuerza para establecer los puestos a su conveniencia. De esta manera, quienes se convierten en altos funcionarios del gobierno son, en gran medida, protegidos por el líder en turno del PCC, es decir, Xi.
Por lo anterior es que sorprende mucho la remoción de Qin como ministro de Relaciones Exteriores, un puesto no sólo de los más relevantes de la política de Beijing, y en general de todo gobierno, sino que es la posición que más estabilidad debería tener, ya que coordina la acción exterior de un Estado. El cambio se efectuó tras un periodo muy corto de tiempo desde el inicio de funciones del canciller, apenas siete meses, algo inusual en China, ya que normalmente el Zhongnanhai mantiene por largos plazos las posiciones estratégicas del gobierno chino.
Tras una serie de encuentros entre China y diplomáticos de otros países en los que Qin se ausentaba, la especulación comenzó a crecer. De acuerdo con los reportes, no se habían efectuado apariciones públicas del ministro de Relaciones Exteriores porque pasaba por problemas de salud. No parece muy diferente a otras ocasiones en las que Beijing ha operado para realizar modificaciones en su política al interior del PCC.
Esa fue la misma explicación que los medios de comunicación chinos ofrecieron cuando removieron del XX Congreso Nacional del PCC a Hu Jintao, expresidente chino y principal figura de contrapeso a Xi. Hay que recordar que en esa ocasión se iba a votar por el siguiente periodo presidencial; sin la presencia del anterior líder chino, el terreno iba a ser más estable para el actual.
Entonces, ¿por qué se generó el cambio en la cancillería? Como es sabido, el sistema político chino es ampliamente conocido por su secrecía y opacidad, por lo que de momento no se saben con certeza las razones detrás de la remoción de Qin. Se sabe que es un perfil político de línea dura, agresiva y en ascenso en Beijing. Sin embargo, su crecimiento político y protagonismo es quizá algo que ha puesto en peligro la dirección de la política exterior en el gigante asiático.
En el sistema político de China, la política exterior es ejecutada por el ministro de Relaciones Exteriores, pero es formulada, en realidad, por otros altos oficiales dentro del PCC. Este elevado protagonismo de Qin es algo que quizá no fue del agrado del Zhongnanhai, aunque los rumores de una pelea interna por el puesto alimentan las posibilidades de encontrar otras razones que expliquen el escenario.
Consecuentemente, Wang Yi, quien fuera canciller de 2013 a 2022, ha sido nombrado ministro de Relaciones Exteriores. Es un rostro familiar para Xi, pero por su edad no necesariamente la mejor opción, puesto que el PCC tiene la práctica de no emplear como altos funcionarios a personas de cierta edad, por lo que no deberíamos sorprendernos si vemos un nuevo relevo pronto tras el ya efectuado.