REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
A lo lejos se oye el sonido del agua, como si se tratara de un riachuelo que atraviesa la zona, pero conforme el caminante avanza, el olor se hace insoportable: a drenaje, aguas negras, a suciedad, agua contaminada que, denuncian los vecinos, desemboca en la presa de la comunidad de Nuevo Progreso, Corregidora, que se encuentra a menos de medio kilómetro del sitio.
El olor contrasta con la belleza del lugar, que todavía hace tres años era un sitio para días de campo, para paseos familiares y para cortar los nopales que crecían alrededor. Los adultos cuentan que cuando eran niños se metían a nadar a la presa, llena de agua de lluvia, hoy afectada por aguas residuales que salen desde el terreno enrejado del fraccionamiento Vista Real.
Aunque no se observa algún tubo roto, el caminito que sigue el agua de desecho es evidente a simple vista, cruza de izquierda a derecha, por el enrejado, por debajo de las piedras, entre la maleza. Al pasar a un lado del riachuelo que se forma, la gente se tapa la nariz y la boca con las playeras porque les provoca náuseas. Desde hace años, los vecinos exigen atención tanto a la presidencia municipal de Corregidora, encabezada por Roberto Sosa desde 2018, como a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero todavía no consiguen respuesta.
El sueño de un pozo y una presa
Hace 70 años la comunidad de Nuevo Progreso, en Corregidora, consiguió la entrega de un pozo que le abastecería de agua, junto a otras dos comunidades. Décadas después, se construyó una presa en la que el ganado y animales silvestres tomaban agua, los habitantes cortaban nopales y hacían días de campo.
Con la llegada de nuevos fraccionamientos que hoy los rodean, bajó la presión del agua en sus casas, otras colonias descargan su drenaje en la presa, los patos y venados dejaron de acercarse a calmar su sed, aunque unos pocos resisten, hay infecciones gastrointestinales entre los habitantes y por lo menos un caso confirmado de dengue, sin que la autoridad atienda las denuncias.
Algunos de los habitantes más antiguos recuerdan que podían nadar en esa presa. “Hace 30 años aquí nadábamos, había días de campo. Ahora hasta las tortugas salen y se meten a las casas, los patos, los venados, ya no tienen dónde estar, ya no aguantan. Nosotros tenemos fosas sépticas para no contaminar la presa, pero las colonias que llegaron descargan su drenaje aquí y se lo hemos dicho a la presidencia municipal, a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero solamente hay promesas de que vendrán a limpiar y eso fue hace dos años”.
Con la administración municipal de Corregidora, hicieron peticiones de palabra, recorridos con autoridades, incluso, en una ocasión llegó personal de Protección Civil del municipio para tomar una muestra del agua de la presa y confirmar las descargas de drenaje que pueden observarse a simple vista. Nunca les entregaron los resultados “y no se pudo hacer nada”.
Felipe y Arturo Galván, Blanca Cordero, Alfredo Martínez, Arnulfo Olvera, Alejandro y Hugo Mandujano, Zelma Murillo y Marcela Galván advierten que toda la comunidad se ve afectada por los malos olores y la contaminación de la presa, por lo menos 120 familias viven directamente el problema. “Hasta los niños que juegan en la cancha de fútbol que está calles arriba llegan a percibir los malos olores”.
Luchar contra los abusos de los fraccionamientos
Los habitantes de Nuevo Progreso son testigos de los “abusos” de los fraccionamientos que los rodean. Cuando les dieron su pozo de agua las autoridades les recomendaron defenderlo porque “nada más pertenecía a Arroyo Hondo, El Progreso y San Francisco, pero llegan los fraccionamientos y se les hace fácil tomar el pozo”.
“Ya no recuerdo si fue Cañadas del Lago o El Condado, estuvimos cuatro semanas sin agua porque ellos empezaron a llenar su laguito artificial con el pozo de aquí. Eso provocó que bajara la presión en las casas, tuvimos que comprar bombas de agua porque la Comisión Estatal de Aguas (CEA) nos decía que ya había restablecido el servicio, pero cómo lo subíamos a nuestra casa era cosa nuestra”.
Igual que sucedió con el pozo, hace más de 30 años las autoridades aceptaron construirles una presa, en la que pudieran acumular el agua de lluvia para el ganado. Durante algunos años fue un sitio de reunión y de paseo de la comunidad, pero “la colonia Vista Real lo aprovechó para tirar sus desechos, porque como está en la orilla, para ellos pasa desapercibido, pero a los alrededores sí nos afecta, el agua no se queda aquí, cuando se sale baja hasta la presa de El Batán, lo contamina todo, hasta Arroyo Hondo”.
Los vecinos sostienen que igual que otros fraccionamientos, ellos también pagan predial pero no los atienden igual. Por ejemplo, no tienen un servicio puntual de recolección de basura porque quienes manejan el camión se niegan a llegar hasta las últimas casas y se genera un problema de salud pública; cuando se va la luz, son el último lugar en el que se reestablece el servicio.
Para exigir la atención de las autoridades, los vecinos recurrieron a las redes sociales, pero en muchas de las páginas “nos bajan las publicaciones, porque creen que estamos grillando, pero solamente es exigir que esto se resuelva, pero no nos atienden”.
A veces, advierten, el agua parece limpia y hay quienes se confían a que estaba llena de agua de lluvia, como antes, así que llegan con sus cubetas y se llevan el agua, pero eso ya no sirve y los va a enfermar, porque todos nos vemos afectados por lo que está pasando.
Ahora los vecinos pretenden organizarse para exigir que sí les cumplan. “Ya en unos meses van a venir a pedir de nuevo el voto, pero a nosotros solamente nos ven cuando necesitan el voto, el resto del tiempo importan más los nuevos fraccionamientos”.
Yo vivo en Real del Bosque y parte de este ecosistema.
Me gustaria saber en qué puedo apoyar para mejorar esta situación.