La oratoria de Beatriz
Beatriz Paredes Rangel (agosto de 1953, Tlaxcala, Tlaxcala) es una mujer con el priismo tatuado en su humanidad. Conoce las corrientes y remolinos del priismo, partido donde se formó y ha militado cómodamente desde hace 50 años. Su trayectoria política y pertenencia irrestricta al sistema al que ingresó desde 1973, a la edad de 20 años, es inobjetable; tanto como su innegable capacidad de gran oradora y que sabe explotar muy bien con su personalidad, pausada en su andar y hablar cauteloso.
Paredes Rangel nunca ha ocultado su orientación ideológica y simpatía a regímenes como el de Cuba. Y fue precisamente en Cuba cuando la conocí personalmente y la escuché decir un encendido y vehemente discurso donde las palabras de “fuerza centrífuga y centrípeta” resonaron como adorno innecesario en el auditorio en aquel octubre de 1988, en el evento denominado “Encuentro Intercontinental de Mujeres contra la Intervención”, en La Habana de Fidel.
Trabajaba yo entonces en el pool de Reportajes Especiales del periódico El Nacional, y asistí a aquel encuentro sobre el que he escrito ya ampliamente en este y otros espacios. Fue en un auditorio, Beatriz estaba dos escalones detrás del mío y pidió la palabra. Escuché su voz de matices impecables, modulación armónica y consciente del impacto y uso de la oratoria como herramienta de persuasión de las masas. Percibí en ella grandilocuencia calculada y voz bien dirigida, propia de quien sabe manejar el sube y baja de emociones y cómo acompañar el mensaje con movimientos corporales que refuercen el efecto que se persigue: mira de frente, yergue el pecho, dirígete a la audiencia en general y sin detener la mirada en persona alguna en especial, imprime seguridad y pasión en tu voz y refuerza tu mensaje moviendo manos, cerrando o abriendo puños si es necesario; pero con apasionada serenidad.
Mi apreciación desde ese entonces fue que había en su gesto y la palabra cálculo y sagacidad; pero también sobreactuación o dramatismo. Con el tiempo ha pulido su oratoria hasta volverla impecable. Política, pues. Política de entonces, política hoy. Siempre política, y profunda, fiel y obedientemente priista.
Tlaxcala y trata de mujeres y niñas
Beatriz Paredes Rangel ha caminado por la vida pública del país enarbolando bandera izquierdista y de comprometida feminista; sin embargo, llama la atención que siendo de Tlaxcala, estado donde persiste el grave problema de trata de mujeres y niñas explotadas sexualmente, ella no mencione jamás esa realidad de su entidad, en la que fue la primera mujer gobernadora, de 1987 a 1992, fecha en la que ya persistía esta actividad en Tenancingo, Tlaxcala.
En el pasado y último Foro del Frente Amplio por México (FAM), efectuado en Mérida, uno de los temas mayormente destacables a tratar estuvo relacionado, precisamente, con el papel de la mujer en la actualidad y las oportunidades en esta nueva era. La hábil política nunca ha mencionado, ni mencionó, a las niñas y mujeres víctimas de esta práctica. No se sabe tampoco de acciones emprendidas durante su trayectoria en el partido, ni durante su gestión como gobernadora de esa entidad para remediar o atenuar esta aberrante actividad.
Tlaxcala es el estado más pequeño de la República Mexicana. Según el censo del Inegi de 2022, cuenta en la actualidad con una población de 1,342,997 habitantes. El estado cuenta con 60 municipios en un territorio de 4,000 km2. Y Tenancingo, al que se ha promovido como un lugar turístico, además de abundante en comercios, tiene un oprobioso historial conocido en el mundo: la trata de personas como parte ya insertada en la cultura familiar y del lugar.
Nada menos, el pasado 30 de julio, fecha designada como Día Mundial contra la Trata de Personas, el Centro Fray Julián Garcés, publicó un comunicado:
“… externamos nuestra preocupación ante la prevalencia de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en Tlaxcala y la falta de capacidad del gobierno estatal y municipales para atenderla… La conmemoración, planteada por la Organización de las Naciones Unidas, es una fecha para que, entre otras cosas, se reafirme la responsabilidad de los gobiernos para realizar acciones sobre la situación de las víctimas, para proteger y promover sus derechos… Particularmente en Tlaxcala desde hace siete décadas operan redes de tratantes de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. El problema se sostiene por una cultura patriarcal y capitalista que mercantiliza el cuerpo de las mujeres y las niñas, pero fundamentalmente se sostiene por gobiernos proxenetas que permiten la impunidad al no aplicar las leyes existentes, cuando no implementan las políticas públicas quienes en lugar de reconocer la problemática buscan minimizarla, negarla o distraer la atención privilegiando el cuidado de la imagen del estado de Tlaxcala”, destaca la publicación.
¿Alguna palabra de Beatriz Paredes sobre esta delicada y lacerante realidad que persiste en su entidad? Por mi parte, no la he escuchado. Ni antes ni ahora.
Le hablan a doña Beatriz
Quienes no conocen a Everardo Moreno Cruz, o no tienen presente su trayectoria, pueden consultar información sobre él en Wikipedia o en varias fuentes en internet. El abogado y político mexicano es miembro del Partido Revolucionario Institucional y es doctor en derecho por la UNAM. Cuenta, además, con una carrera académica, sostenida durante cuatro décadas como profesor en su alma máter. También ha ocupado diversos cargos en el servicio público, entre ellos el de subprocurador general de la república, secretario auxiliar en la Secretaría de la Presidencia de la República, asesor de asuntos jurídicos en la Secretaría de Marina, oficial mayor del Tribunal Superior Agrario, fiscal especial para la Atención de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y Previstos en Leyes Especiales, entre otros más.
Pero, ¿a qué viene su mención aquí? Explico: el reciente artículo de su autoría publicado el pasado viernes 25 de agosto en El Universal bajo el título de Beatriz, por México, renuncia es la confirmación de lo que se ha venido maliciando sobre la irrupción y ascenso súbito en las encuestas de Paredes Rangel.
El llamado directo de Moreno Cruz a la renuncia de Beatriz en el FAM tiene razones que explican lo que hay detrás de su presencia dentro del mismo. Pero, sobre todo, esclarecen la intención e interés del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, para que sea Paredes Rangel quien gane la candidatura. Lo que señala tan acertadamente el académico en su artículo no es sorpresa. Es la confirmación de lo que una mayoría ciudadana atenta a este proceso del FAM vieron desde el principio en Alejandro Moreno, personaje ambicioso, calculador y que suele anteponer sus intereses personales sobre el bien de sus mismos compañeros y, desde luego, del país.
Por ello, no fue sorpresa que el débil aparato priista, pero manejado por el hábil, atropellador e inescrupuloso operador de su partido, Alejandro Moreno, maniobrara votos para que Enrique de la Madrid, quien contaba con razonable y más alta preferencia ciudadana que Paredes, de súbito fuera rebasado en números favorables por Beatriz. De allí que irritara y despertara resquemores. Su larga trayectoria en el priismo no pasa la prueba ciudadana porque representa lo que la ciudadanía ya no quiere más: esa parte del priismo anquilosado, rancio, amante de discursos y promesas tramposas. Ella es parte de ese priismo asociado a personajes facilitadores de políticos como Alejandro Moreno, de quien se tienen fundadas sospechas de hacer acuerdos con el actual presidente de la república, tema que es abordado por Everardo Moreno Cruz en su artículo.
“Renuncia Beatriz”, clamor generalizado
Comparto aquí fragmentos del texto de Everardo Moreno Cruz dirigido a Paredes Rangel:
“Beatriz, tú y yo nos conocemos desde hace muchos años, desde diciembre de 1973 en el salón del Club de Leones de la Ciudad de Tlaxcala. No sé si recuerdes. Iba el presidente Luis Echeverría, y pronunciaste un elocuente y vibrante discurso, como son normalmente tus intervenciones. Echeverría quedó cautivado por tu juventud, tu fresca belleza y tu talento de casi una adolescente… Era una noche fría pero tus palabras vibrantes nos despabilaron a todos. En el trayecto de regreso a la Ciudad de México, escuché en el camión alabanzas generalizadas por tu intervención. Yo viajaba en ese autobús porque iba mi jefe, Hugo Cervantes del Río, de quien yo era secretario particular…
“Tu nombre y tu imagen son conocidos por varias generaciones… Has militado en el PRI que, lamentablemente por la actuación de muchos políticos militantes de esa organización, se encuentra desprestigiado y con menos simpatizantes que antes. Me duele porque es mi partido, pero soy realista… Por esas razones es que siento que siendo como eres, una persona que ama al país, no debes mantenerte como aspirante a la candidatura presidencial del frente en el que te encuentras. Declina y une tus fuerzas por Xóchitl, quien tiene más posibilidades que tú para que en las próximas elecciones no gane Morena y continúe su tarea demoledora en contra del país…”.
Continúa Everardo Moreno Cruz:
“Alejandro Moreno está impulsando aparentemente con mucho entusiasmo tu candidatura y expresando que todo el partido te apoyará. Eres una mujer con mucha experiencia y nada inocente para analizar los fenómenos políticos… En muchos lugares, se comenta que esa postura del presidente del PRI responde al deseo de López Obrador de que tú seas la candidata, y que por las mismas razones de tu larga trayectoria política y militancia partidista la gente no verá con simpatía tu postulación… La ciudadanía desea caras nuevas, un nuevo discurso y a quienes más se identifiquen con ella que con los partidos… Nos consta a todos que Alejandro Moreno ha tratado con un silencioso apoyo a esta administración, sin señalar las terribles aberraciones en las que ha incurrido y que diariamente sigue cometiendo. Su silencio es vergonzoso. Él sabe bien que el voto duro del PRI no te daría el triunfo, y así serviría al presidente que lo ha cuidado… Por eso, Beatriz, no te dejes convencer por quien sabe que perderías y él se protegería. Tu renuncia será por el bien y para el bien de México, te será reconocido ese acto por muchos ciudadanos, que verán que decidiste abandonar una lucha que no ofrecía seguridades de buen éxito, para apoyar a quien puede sacar de Palacio a este gobierno destructor…”. Y concluye: “Con afecto y la confianza que me da conocerte el tiempo transcurrido, te invito a tener un acto de lealtad al progreso del país”.
Además de Everardo Moreno Cruz, no son pocos los que han pedido a Beatriz que decline en favor de Xóchitl Gálvez. Antes que él, cientos de voces ciudadanas se han dirigido a ella para pedirle, y en algunos casos exigirle, renuncie. No más PRI. No ese PRI del que viene Beatriz Paredes y que ha sido facilitador de personajes repudiables que con sus actos mancharon las acciones de otros priistas comprometidos, que supieron tomar con seriedad su desempeño, y con la consciencia de que las decisiones que se tomen afectan o benefician a un país entero.
¿Escuchará Beatriz el clamor ciudadano y habrá llegado a sus manos el mensaje de Everardo Moreno Cruz que conoce, al igual que Paredes Rangel, las entrañas mismas del priismo y que advierte sobre la afectación y razones que hay detrás de la operación de Alejandro Moreno y el súbito ascenso en el número de votos hacia ella?
