HISTORIA: JIMENA RIBEIRO Y NATALIA ALCOCER/CENTRO UNIVERSITARIO DE PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN (CUPI)
IMAGEN: MARIO ORTEGA
Cada vez más mujeres habitantes de la zona metropolitana de Querétaro utilizan la bicicleta como medio de transporte y opción de movilidad para llegar a su trabajo, trasladarse junto con hijos menores de edad, realizar viajes que implican más de 4 kilómetros de trayecto, entre otras actividades.
Participan y se organizan en, mínimo, cinco colectivos que incentivan la movilidad: Pedaleanda, Cuidanda, Ciudad Justa, Las Fridas y Morritas Psycling Qro. O han creado cuentas en X, antes Twitter, para fomentar el uso de la bicicleta.
Viridiana, Paulina, Mayra y Claudia, mujeres de diferentes edades y ocupaciones, han decidido usar la bicicleta en vialidades de Querétaro que incluso son consideradas en el top de las “más mortales” del país.
La Coalición Movilidad Segura, conformada por 97 organizaciones de la sociedad civil y con presencia en los 32 estados del país, catalogó a la avenida 5 de Febrero/Paseo de la República como la séptima calle “más mortal” para ciclistas y peatones en ciudades de todo el país, en un informe dado a conocer en mayo de este año.
Pese a lo anterior, mujeres afrontan los riesgos. Con las fallas u omisiones del sistema de transporte público Qrobús (imposibilidad de recargar o conseguir tarjeta, falta de unidades y retrasos en tiempos), han optado, con convicción, por tener una bicicleta propia para trasladarse en Avenida de la Luz u otras calles de la ciudad.
Viridiana Carranza Álvarez, ciclista, madre de familia e impulsora de la cuenta Mamá en bici en la plataforma X, recordó que no había información sobre el uso de la bicicleta para madres que se transportan con sus hijos.
“Quise compartir mi experiencia, por si otras mamás quieren hacer lo mismo que sepan cómo lo hice yo; a lo mejor no es la línea, sólo es mi experiencia, yo lo hice así. Si a alguien más le sirve, pues adelante”.
Destacó que la red de ciclistas está fortalecida con colectivos como Cuidanda, que comparte sobre movilidad del cuidado; Las Fridas, grupo de mujeres que hacen rodadas y buscan impulsar el ciclismo con mujeres; o Morritas Psycling Qro, un grupo de WhatsApp donde se organizan mujeres para salir a rodar y existe apoyo para encontrar trabajo o pedir recomendaciones.
“Pedaleanda te ayuda a trazar tu ruta. Incluso te puede acompañar, ella sería esta aliada ciclista que te ayuda, que te motiva o puede apoyarte en cualquier cosa”.
Debe haber un cambio en la ciudad
Paulina Olvera es una joven ciclista que colabora en Ciudad Justa, otro colectivo que hace actividades para que la gente que apenas tiene la curiosidad de utilizar la bicicleta se anime a asistir a eventos.
Explicó cómo históricamente el uso de la bicicleta ha ayudado al empoderamiento femenino: “no le tienes que pedir permiso a nadie, simplemente es tu cuerpo y tu bici”. Para ella el trasladarse en bicicleta es empoderamiento.
“El hecho de yo estar arriba de la bicicleta me hace sentir esta sensación de que tengo cierto poder, tanto en mi trayecto como a dónde ir, a qué hora irme, como que no dependo de nadie para salir y llegar a algún lado”.
Paulina reconoció la importancia de los colectivos, por lo que afirmó “creo que no se puede cambiar al mundo individualmente, sino realmente se necesita la comunidad y estar juntos con un objetivo, y aunque haya diferentes maneras de hacerlo todos estamos de acuerdo en que debe haber cambios”.
“Creo que cuando pedaleamos en grupo tenemos una mayor visibilidad, pero lo ideal sería que cada quien pudiera pedalear a la hora que quisiera y llegar a su destino sin necesidad de sentirse acompañada para estar segura”, afirmó por su parte Viridiana Carranza, socióloga que ha participado en foros públicos sobre movilidad.
Viridiana puntualizó que hay tres factores importantes para la bicicleta como medio de empoderamiento: infraestructura, seguridad y habilidad. Respecto a la infraestructura, reconoció que motiva cuando la ruta o el destino sea viable en bicicleta, “si tienes que pasar por una vialidad de alta velocidad… desmotiva, porque por supuesto está el miedo”.
Denunció falta de infraestructura en la ciudad. Aunque hay ciclovías, principalmente en el Centro Histórico, en la zona industrial y la que se hará en avenida 5 de Febrero, notó que no se conectan entre ellas, son tramos separados.
Además, “las banquetas no están diseñadas para personas con silla de ruedas o las carriolas. Te juzgan porque te bajas de la banqueta y no se fijan que a media banqueta hay un poste que no deja pasar. Las ciclovías en tiempo de lluvia se inundan, con riesgo de caer en algún bache o en alguna coladera abierta”.
“Debe de haber un cambio en la ciudad, en cómo se construyen, cómo se piensan y se habitan las ciudades. Nosotros decimos que la ciudad de Querétaro es una ciudad cochista, porque realmente (…) sólo está planeada y pensada para el coche”.
Estudiantes se emocionaban, igual que yo, de verme llegar con mi bici
Mayra Domínguez es una mujer que lleva un año y medio usando la bicicleta como medio de transporte. Al principio solamente la usaba para salir a pasear, visitar a las amigas que viven cerca de su hogar e ir por un café.
“Después de escuchar tantas historias de violencia vial y aquella frase de ‘Querétaro no es una ciudad para las bicis’ prefería pedalear distancias cortas y calles poco transitadas”.
Después de unos meses, decidió hacer trayectos más largos y comenzó a tomar avenidas transitadas y en ‘horas pico’, “porque al igual que esas grandes filas de autos, también buscaba llegar a un destino, buscaba espacio en un carril y la oportunidad de transitar libre y segura”, manifestó.
Comenzó a ir a entrevistas de trabajo en bici, afirma que fue “raro” para las personas que la recibían. Consiguió empleo como docente en una escuela y decidió que quería ir en bici todos los días.
“Lo fascinante, además del propio acto de andar en bici, era que mis alumnas y alumnos de primaria se emocionaban, igual que yo, de verme llegar con mi bici”.
“Les parecía extraño porque, igual que yo, al principio veían la bici como algo que utilizaban por las tardes para pasear y salir a jugar con amigos, pero no para salir más allá de sus colonias”.
Para ella, los traslados han cambiado mucho, ya que vivió en distintos puntos de la ciudad, en zona centro y en la zona norte. “Cuando vivía en la zona norte (por la Uteq) me estresaba mucho ir en bici al trabajo, porque tenía que atravesar avenidas Sombrerete y Pie de la Cuesta.
Claudia llega en bici a su trabajo en corporativo Santander
Claudia Rosas también es una mujer que utiliza la bicicleta como medio de transporte, desde el 2018. Para ella, era más fácil trasladarse a donde quisiera “cuando vivía en el fraccionamiento Chula Vista, por la colonia Azucenas, tenía que ir a Avenida de la Luz (…), por donde está la iglesia, era mucho más fácil irme en bici”. Actualmente recorre desde la colonia Insurgentes hasta el corporativo de Santander.
Aseguró que le gusta más andar en bici que ir en camión, ya que “tardan muchísimo en pasar y cuando pasan van bien llenos, luego ya no te quieren subir, no se paran”, denunció la mujer que habita en la delegación Félix Osores Sotomayor de la capital.
En alguna ocasión “una ruta Qrobús me aventó el camión, no me dejaba pasar. Todavía no estaba marcada la ciclovía y quería pasar, siempre me voy por la derecha pegada a la banqueta y el chofer del Qrobús me aventaba el camión para que me quitara. Me subí a la banqueta para que no me pasara nada”.
Claudia expuso que también conductores de tráileres y camiones le avientan el vehículo, que no les dejan pasar, porque hay unas ciclovías “descuidadas” y los carros no las respetan.
Afirmó que ha visto un incremento de personas que utilizan la bicicleta “ahí en mi trabajo, hay muchos que vienen y salen en bicicleta. Y a las fábricas que están por ahí cerca, también he visto que muchos van en bicicleta”.
Necesitamos seguir usando la bicicleta
Paulina señaló que la primera forma de motivar es “seguir usando la bicicleta, el hecho de que cada vez más gente, o también más mujeres, te vean a ti usando la bicicleta da el ánimo de que no estás solo o sola en la calle”.
Viridiana y Paulina coincidieron en señalar que el uso de la bicicleta no es una opción para todas las personas. Viridiana mencionó que para quienes sí lo sea deben tener algunas cosas en cuenta, “primero, equiparse también cuesta, es una inversión finalmente; y segundo, que te sientas segura de por dónde vas a pasar”.
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