ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Consolidada por sus aportes sociales, culturales y científicos, la UNAM campus Juriquilla cumple este 30 de septiembre 30 años de presencia en Querétaro con una serie de actividades que se mantienen desde principio del año para contribuir al desarrollo de la región, sumado a inversiones para el crecimiento, señaló el director de la ENES, Raúl Paredes Guerrero.
“Desde que llegó la UNAM a Querétaro hace 30 años, el impacto ha sido constante, ha aumentado con creces la UNAM sus funciones sustantivas que son la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. Un claro ejemplo es que prácticamente todos los años algo se ha construido. La dependencia más reciente, hace cinco años, fue la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de Juriquilla y la UNAM se ha convertido en un polo de referencia”.
A tres décadas de que llegaron los primeros académicos y estudiantes de la UNAM, hay un cambio en la manera en la que se integra la comunidad universitaria, por ejemplo, cuando surgió la ENES, el 85 por ciento de sus estudiantes eran foráneos, hoy esa cifra es del 64 por ciento.
Consideró que cada vez se conoce más el papel de la UNAM de Querétaro y el desarrollo del campus se acompaña del desarrollo de Querétaro, para el crecimiento de los laboratorios nacionales y la oferta cultural, porque el Centro Académico y Cultural (CAC) presenta desde conferencias científicas hasta obras de teatro y musicales.
“Todo ha contribuido a que la gente de Jurica, Juriquilla, del centro, tenga otra oferta de cosas que desee hacer. Ha habido obras de teatro y se han grabado algunos discos. Por ejemplo, Horacio Franco ha grabado algunos discos por la calidad de la acústica del teatro del campus y la misma Filarmónica de Querétaro ha grabado algunos discos, es un espacio cultural y académico para presumir y divulgar las contribuciones científicas, pero también, para contribuir al aspecto cultural del Bajío y de Querétaro”.
Durante estos años, puntualizó Raúl Paredes, se formó a investigadores y académicos, muchos de ellos ya se incorporaron a otras instituciones locales, con lo que favorecen su planilla y su oferta académica. Las mil 500 personas que forman parte del campus se dividen en el Instituto de Neurobiología, que cuenta con 126 académicos y trabajadores administrativos, así como 121 alumnos.
Además, hay 62 académicos y administrativos y 98 alumnos en el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA); el Centro de Geociencias (CGEO) tiene 67 académicos y administrativos, así como 33 alumnos, mientras que la Coordinación de Servicios Administrativos cuenta con 24 académicos y administrativos, más 270 trabajadores.
Asimismo, el Instituto de Ingeniería tiene 11 académicos y administrativos, a los que se suman 40 alumnos, la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias (UMDI) cuenta con 18 académicos y administrativos, más 21 alumnos.
El Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano (LIIGT UNAM) tiene 23 académicos y administrativos, así como 14 alumnos, la Unidad de Alta Tecnología (UAT) con 11 académicos y administrativos, así como 35 alumnos, la ENES con 49 académicos y administrativos y 415 alumnos y el Instituto de Matemáticas con 17 académicos y 45 alumnos.
Como parte de este aniversario, también se reconoce el aporte de los “pilares” del desarrollo del campo, como Flavio Mena, Carlos Arámburo, quienes iniciaron el proyecto, así como el exgobernador Enrique Burgos, quien fue “fundamental para que la UNAM llegara a Querétaro y sigue siendo fundamental porque nos ayuda en el capítulo Querétaro de formación UNAM. Todos ellos personajes con mucha visión para que llegara la UNAM a contribuir al desarrollo en la región”.
Para Paredes Guerrero, es importante recordar que la universidad “es un espacio de expresión de ideas, un espacio de reflexión, de análisis de las necesidades del país. La universidad, como institución, es apolítica, no quiere decir que no haya gente que no pertenezca o tenga preferencia por uno u otro partido, pero en la universidad nacional se respetan todas las ideas y se entiende que somos una sociedad diversa, donde debemos escuchar a todos y tenemos el mismo derecho a expresar nuestras ideas”.
Añadió que la UNAM es suficientemente democrática para que todas las personas puedan expresar sus ideas con el fin de construir una mejor universidad y “si ese mismo esquema lo tuviéramos en la sociedad, podríamos construir una mejor sociedad. México tiene muchísimas carencias y necesitamos una sociedad más justa e igualitaria, pero no lo vamos a lograr por decreto, lo vamos a lograr con una educación de calidad, que pueda llegar a las diferentes poblaciones y la UNAM, como muchas universidades públicas, tiene ese compromiso y gran oportunidad de ser espacios que permitan la movilidad social a través que las personas adquieran educación y educación de calidad”.
Congresos nacionales e internacionales, eventos culturales, como el Hay Festival, que tuvo algunas sedes en la ENES, son ejemplo de renovación del compromiso de la UNAM por “seguir contribuyendo al desarrollo de la región con investigación de calidad, docencia de calidad y difusión de la cultura y el compromiso está ahí por seguir consolidando el campus en beneficio de la gente en Querétaro y la región”.
Inversión para el crecimiento
A principios de este año, Paredes Guerrero anunció que durante 2023 se proyectaba una inversión de mil millones de pesos en infraestructura, además de un crecimiento de la cobertura académica, mediante las nueve licenciaturas que ofrece la ENES y las diferentes áreas de investigación. El año pasado se recibió la inscripción de 415 alumnos a la ENES, una escuela que recibió la aprobación del Consejo Universitario en diciembre de 2017 y su construcción inició un año después.