En la Ciudad de México, la nominación de la candidata o el candidato del Frente Amplio por México (FAM) para jefe de gobierno de la capital del país simplemente no avanza.
Las precampañas están a punto de iniciar y no hay acuerdo aún entre el PAN, el PRI y el PRD, todo porque la dirigencia del blanquiazul intenta quedarse con la mayoría de las candidaturas a las diputaciones y a las alcaldías.
Toma todo
Algo similar pudiera estar sucediendo en Querétaro, que el Partido Acción Nacional (PAN) no esté muy de acuerdo en ir en alianza con los otros dos partidos o, si esta se concreta, quiere quedarse con la mayoría de las posiciones.
El viernes pasado, cuando la “coordinadora” del FAM, Xóchitl Gálvez Ruiz, visitó Querétaro, en un par de ocasiones los reporteros le cuestionaron sobre lo que pensaba de la soberbia del PAN en la entidad.
También le preguntaron sobre la idea que ya han expresado algunos integrantes del PAN, de no conformar el FAM para las elecciones locales.
Xóchitl respondió que no veía soberbia en los blanquiazules queretanos, pero mencionó que a ella le parecía que sí se debería de concretar el FAM para la elección local.
Siendo la “coordinadora” del FAM, Xóchitl debería de llamar a los tres partidos políticos a negociar su alianza, pero en lugar de eso su comentario lo aderezó con “sin embargo, serán ellos –los partidos– los que decidan”.
Esta condición enciende “focos rojos” en Querétaro (tal como pudiera estar sucediendo, también, en la Ciudad de México): que el FAM no se concrete en lo local o que el PAN imponga condiciones y determine quiénes serán las y los candidatos.
Cualquiera de estas situaciones podría abrir fisuras en el Frente que repercutan en la elección presidencial.
La señal al respecto es muy clara. Hace un par de semanas, el gobernador de la entidad, Mauricio Kuri González, presentó (sin mencionarlo así) a sus posibles aspirantes a varias candidaturas locales. Específicamente para las presidencias municipales de Corregidora, El Marqués, Querétaro y San Juan del Río. Obvio, todos panistas.
Mucho antes de que públicamente se conozca de alguna negociación entre los tres partidos o de la opinión de priistas y perredistas, el PAN ya “apartó” para sus militantes las principales postulaciones.
Advertencia
En días pasados, también estuvo en Querétaro el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas, y entre las muchas declaraciones que realizó destacan dos. Una, al afirmar que el PAN sin el PRI no ganará la contienda local. La otra, que hay cuadros políticos destacados del tricolor que pueden ser candidatos frentistas (como Abigail Arredondo Ramos y Paul Ospital Carrera).
El mensaje de “Alito” significa que, si Acción Nacional no confirma la alianza local y no negocia posiciones, podría ser que en las filas priistas se ejerza una campaña “de brazos caídos”; es decir, hacer nada, ni sumarse a las movilizaciones ni llamar a votar por los aliancistas.
El fantasma de la soberbia panista ronda la entidad derivado, primero, de la determinación del gobernador de “ventanear” desde ahora a sus posibles candidatos a puestos locales y, por supuesto, a la fuerte presencia electoral del PAN en la entidad, permitiéndole pensar que no necesita ningún aliado para ganar.
Futuro incierto
Hay panistas que, una y otra vez, han minimizado el fortalecimiento de Morena en la entidad. También los hay quienes han menospreciado la posibilidad de formar el frente en lo local. Creen que las cosas no cambian y que en la elección del 24 la inercia de los últimos años se mantendrá.
En Querétaro puede ser que el panismo siga siendo mayoría… como en Coahuila lo es el priismo. Eso no debería implicar ni imposiciones en las alianzas ni ruptura por el poco aporte electoral del aliado.
Un frente no voltea a ver la capacidad electoral de cada uno; ve hacia adelante, hacia un proyecto de gobierno y de nación. Avanza en acuerdos puntuales y prioriza coincidencias, no diferencias. ¿Lo entenderán?