No encuentro razón alguna para explicar, con lógica, por qué el Partido Acción Nacional (PAN), que tiene mayor presencia electoral que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), le cedió tantas candidaturas para los comicios de 2024.
A menos de que el presidente nacional del tricolor, Alejandro Moreno haya amenazado a su homólogo del PAN, Marko Cortés, de romper la alianza si no le daba las candidaturas que exigía, no hay otra manera de justificar.
Revisemos el dato
De las 32 candidaturas al Senado de la República, los presidentes de los tres partidos políticos que conforman la llamada “Coalición Fuerza y Corazón de México” pactaron ir aliados en 30 (en Guanajuato y Oaxaca, cada partido político irá solo).
De ese total, el PRI postulará en 14 entidades, el PAN en 13 y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en tres.
Para el caso de las candidaturas a diputados federales, van aliados en 253 de los 300 distritos en que está dividido el país.
De esos 253 postulantes a legisladores, el PAN designará candidata o candidato solamente en 98 y el PRI lo hará en 96; es decir, prácticamente van en igualdad de condiciones.
La sorpresa se complementa con las postulaciones que hará el PRD: 59.
Para darnos una idea de lo que estamos hablando, refiero que actualmente el PAN cuenta con 114 diputadas y diputados (73 de mayoría y 41 plurinominales); el PRI tiene 71 (31 de mayoría y 40 plurinominales) y 15 son del PRD.
Atendiendo al criterio de la actual representación; es decir, a un apreciación numérica, no hay elemento alguno que nos explique por qué el blanquiazul y el tricolor nominarán prácticamente a la misma cantidad de candidatas y candidatos a la cámara baja.
Para el Senado de la República la situación parece ser muy similar. Resultado de la elección de 2021, el PAN obtuvo 20 escaños, el PRI ocho y el PRD logró tres.
Para los comicios de 2024, el PAN postulará en 13 entidades, el PRI en 14 y el PRD en tres.
¿Cuál es o cuáles son, entonces, los criterios que se consideraron para realizar esta distribución que conocimos la semana pasada?
Y en Querétaro…
Esta forma de designar candidaturas que hemos referido tuvo su repercusión en la entidad.
Si bien la fórmula completa para el Senado de la República se acordó que fuera ocupada por panistas, en el caso de los seis distritos federales para elegir diputados, dos corresponderán al PRI.
Así, el tricolor pasará de tener ningún legislador federal electo por mayoría en la actual Cámara de Diputados, a la posibilidad de contar con dos.
Esto es así pues este partido será el que designe a la o el candidato de la coalición, en el distrito uno, con cabecera en Cadereyta y que incluye 10 municipios, de la Sierra Gorda y el semidesierto, y en el quinto distrito (Pedro Escobedo, Huimilpan y El Marqués).
Con esta determinación, el PAN pasará de cinco a cuatro diputados federales, y eso en caso de que gane todos los que le corresponden.
El balance no es muy alentador para el PAN pues desde ahora debe registrar la pérdida de su fuerza en el parlamento nacional, mientras que el PRI deberá de esforzarse para lograr triunfar en los dos distritos que le corresponden.
En Morena
Vale la pena referir que en el caso de Morena también hay sorpresas, pues se acordó que para nominar candidatos o candidatas al Senado de la República corresponderá, el primer lugar de la fórmula, al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el segundo a Morena.
Si no pasa nada extraño o fuera de lo normal, el ganador sería Ricardo Astudillo Suárez, presidente estatal de los verdes, pues fácilmente podrá ser “electo” como el aspirante idóneo.
En tanto, la derrota sería para Santiago Nieto Castillo, quien incluso ha encabezado la organización y preparación preelectoral del morenismo queretano.
El “Plan B” para Nieto podría ser ir por la presidencia municipal de San Juan del Río que de ganarla, se convertiría en su bastión para impulsarse, en tres años más, a pelear la gubernatura del estado.
Así las cosas, estemos atentos a lo que suceda en estos días y en cómo se realizan los reacomodos políticos y electorales.
