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Rosario: lo más duro de ser policía es dejar a la familia para cumplir con el deber

HISTORIA: JESÚS ARRIAGA/LALUPA.MX

FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX

Ser policía es complicado. Ser madre, esposa y policía, lo es aún más. Eso lo sabe Rosario del Carmen Yáñez Vega, policía tercero de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de El Marqués, ganadora del tercer lugar del certamen Policía del Año 2023, quien dice que lo más duro de su profesión es dejar a la familia en fechas especiales. Sin embargo, por otro lado, subraya que la satisfacción de cumplir con el deber es única.

Señala que a sus dos hijos, Santiago y Tadeo, todo este tiempo les ha enseñado que tanto ella como su esposo (quien también es policía) tienen que salir a trabajar.

“Les enseñamos los horarios. A veces, aunque no lo digan, siento que puede ser triste para ellos, que llega el cumpleaños y me toca trabajar. O ahorita que se vienen las fechas de Navidad, Año Nuevo. Les digo que para la gente las fechas de fiestas son de fiestas, y para nosotros, los policías, es cuando más trabajo tenemos. Es creo lo más complicado, dejar a mi familia”, dice.

Rosario, con nueve años de servicio en la corporación, muestra orgullosa su reconocimiento, al tiempo que recuerda que cuando ingresó a las filas de la policía era madre de su primer hijo, Tadeo. Quería sobresalir de manera personal y buscar un trabajo para que su hijo tuviera una mejor calidad de vida.

“Había convocatoria aquí, en la policía, en aquel tiempo era Dirección de Seguridad Pública de El Marqués, y fue entonces que decidí ingresar mis documentos e ingresé a la academia.

Nos aventamos como nueve meses de academia y eran clases teóricas más entrenamiento físico. Salir a correr. La verdad si era complicado. Era como una prueba muy grande para mí, pero gracias a Dios logré quedar en la policía”, indica.

Precisa que la profesión policial no es ajena en su familia, pues varios de sus parientes también son policías en distintas corporaciones en Querétaro. Sin embargo, su mamá le preguntó si quería abrazar la carrera policial.

“Cuando les dije (en su familia) que iba a ingresar a la corporación mi mamá me preguntó si estaba segura, porque a lo mejor antes yo tenía una personalidad más sumisa, tal vez muy temerosa. Obviamente aquí, en la policía sacas las agallas, sacas fuerzas que quizá tenías escondidas.

Entrar a la corporación creo que fue un descubrimiento para mi. Saber que soy capaz de muchas más cosas”.

Mujer joven, de apenas 31 años de edad, Rosario dice que lo más satisfactorio de su trabajo es el agradecimiento de la gente. “La verdad uno hace su trabajo porque tenemos que hacerlo, pero hay mucha gente que es muy agradecida. O la satisfacción de que hicimos las cosas bien, cuando ves una respuesta favorable es algo muy bonito.

Por otro lado, algo que la conmovió sobremanera fue el caso de unos niños abandonados. Narra que estuvo comisionada cinco años al C4, donde atendía las llamadas. Una ocasión recibió una llamada de unos menores, una niña de cuatro años y un niño de seis, abandonados dentro de un vehículo.

“En ese momento fue algo como muy fuerte cuando ví las fotografías porque estaban solos. Se pasó de inmediato el reporte, se canaliza. Llegaron mis compañeros y los pusieron a disposición de DIF. Es de los reportes que más me pegan, cuando están involucrados niños o personas adultas mayores. Siento que son los reportes que más nos pegan”, subraya.

Sobre lo más extraño, recuerda que en la comunidad de Saldarriaga una ocasión recibieron un reporte sobre un hombre, a quien decían se le había metido el diablo. “Sí, estaba todo agresivo. Tú no captas cómo por qué. Su familia estaba rezando y tenían un cirio. Todos preguntando qué estaba pasando”.

La tercera es la vencida

Al hablar de su reconocimiento, dice que es la tercera ocasión que participa en El policía del año. En la primera ocasión quedó en el lugar 33.

“El año pasado participé y quedé en quinto lugar, y dije que no me iba a dar por vencida. Este año tuve la oportunidad de participar y quedé en tercer lugar. El día que nos citaron para la ceremonia no nos dieron a conocer los lugares hasta ese día. En la ceremonia estaba con los nervios, hasta que nos dieron los lugares y quedé en tercer lugar”, recuerda.

Enfatiza que una parte importante del concurso es que piden un proyecto de mejora para la corporación. Este año su proyecto fue sobre la salud mental de los policías. Aunque tienen apoyo psicológico es cuando los mandan, no cuando el mismo policía necesita esa contención.

Comenta que su esposo y sus dos hijos están orgullosos de ella. Además, apunta, aunque ellos como policías hacen las evaluaciones, las dos últimas etapas involucran a la familia. “Hay evaluaciones psicológicas donde citan a mi familia. El psicólogo habla con cada uno de ellos. Todo eso influye. Somos (su familia) un equipo y gracias a ellos este premio también es de ellos”.

Indica que sus hijos le dicen que también quieren ser policías para salvar vidas, pero les dice que no, que ellos pueden salvar vidas de otras maneras, que pueden ser médicos, o alguna otra profesión.

Puntualiza que lo bonito de la policía es que la profesión evoluciona. Cuando ingresó, recuerda, no había más que tres líneas para recibir los reportes ciudadanos. Ahora, con el crecimiento de El Marqués, el C4 cumple mejor con la atención que merece la ciudadanía. 

A las niñas que sueñan con ser policías les dice que se preparen, que es una profesión muy bonita, que trae muchas satisfacciones, pero que también requiere de mucha vocación de servicio, pues cuidas a personas que no conoces, dejando a la familia en casa.

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Last modified: 13 diciembre, 2023
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