Autoría de 6:21 pm #Opinión, Víctor Roura - Oficio bonito

Saber leer los testimonios de una realidad al alcance de todos – Víctor Roura

1

Desde que comenzara el conflicto de la recuperación de los privilegios en la agencia Notimex por parte de numerosos trabajadores que se dijeron víctimas de la nueva tiranía sexenal, el presidente de la República —a sabiendas de que detrás de dicho levantamiento contra su novedosa propuesta política estaba, ¡ay!, el padre de su secretaria del Trabajo, el mismo que azuzara a los huelguistas a mantenerse en paro para, al final, llevarse a casa una bolsa millonaria tal como, en efecto, ocurrió— encomendó la solución, como para taparle un ojo al macho, a su responsable de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas, que nada hizo para refrendar el empuje combativo de la directora de Notimex quien, haciendo caso a la petición expresa de López Obrador, de inmediato puso manos a la obra para expulsar a la corrupción instituida en ese centro periodístico.

      Sanjuana Martínez, a quien López Obrador había designado como directora de esa institución noticiosa del Estado mexicano siendo la primera mujer al frente de tal espacio, creída de las palabras del mandatario que le recomendara sanear Notimex, empezó a percatarse de la suciedad interna y procedió, en consecuencia, a tomar cartas en el asunto… sin saber a lo que se enfrentaría a la postre: ¡a la mismísima descalificación del político tabasqueño cuando a Sanjuana la había abandonado —el presidente morenista— desde hacía varios años atrás para beneficiar a los sindicalistas que siempre, desde un principio, exhibieron su desacuerdo con la ideología presidencial asistidos legalmente, cómo no, por Arturo Alcalde.

      Sanjuana Martínez, en un artículo publicado el lunes 8 de enero en La Jornada, escribió: “A finales de 2019 la guerra del sindicato contra la nueva administración era cada día más beligerante. El editorialista Ricardo Raphael me buscó para decirme que Arturo Alcalde, padre de la secretaria del Trabajo, quería verme. Me sorprendió la forma elegida por el abogado laboral, quien me citó en el restaurante de El Palacio de Hierro de Perisur. Ahí me di cuenta de que el señor operaba la Secretaría del Trabajo a cargo de su hija. El señor Alcalde utilizó un tono como El Padrino para decirme: tienes que reinstalar a 28 trabajadores que despediste y que pertenecían al sindicato. Haz lo que quieren; si no, vas a tener mala fama y te van a armar una campaña de desprestigio. Le dije que yo no vivía de la aceptación de los demás, pero él insistió dándome unas instrucciones precisas: ahorita saliendo te va a hablar Marrufo para que te dirijas a la Junta de Conciliación y Arbitraje para que aceptes la reinstalación de esta gente. Guardé silencio y me miró fijamente para amenazarme: si no lo haces, lo que viene es la huelga”.

      Y, sí, vinieron la huelga, el desprestigio, la sacudida presidencial, la infamia laboral, la mezquindad leguleya.

      ¿Acaso no lo sabía el presidente de la República?

2

Una vez, hace muchos años, cuando Venus Rey era el líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Música, por fin este funcionario había aceptado que lo entrevistara luego de cancelarme varias veces mi petición de hablar con él para cuestionarlo por su actitud despótica y reinado económico ilegítimo.

      Fui hasta Taxqueña apresurado, me recibieron casi con alfombra roja, tres guardaespaldas de Venus Rey me condujeron hasta su oficina grandísima. Me vio, me dijo que me sentara y, sin más, me expresó estas palabras:

      —Dejémonos de pendejadas, venga mañana a esta misma hora, le entrego las llaves de su nueva residencia, dígame en qué colonia la quiere, con auto del año afuera…

      Su mirada, tras los lentes oscuros que siempre llevaba puestos, era penetrante, yo podía sentirla, yo la contemplaba.

      Le dije:

      —¿Es cierto lo que me está diciendo?

      Su respuesta no la olvido:

      —Pregúntele a sus colegas.

      Le dije que, bien, con eso comenzaría mi reportaje el día de mañana.

      Su coraje fue indecible.

      Pero no tenía cómo comprobarlo, incluso hoy mismo, cuando lo cuento, hay gente que no me cree, porque hay cosas, sencillamente, que uno no puede mostrar con pruebas elocuentes que reafirmen el testimonio.

      Yo sé que sucedió, y es suficiente para contarlo.

      Porque las cosas que uno vive las suelta como vivencias acontecidas, que ya luego vendrán los acomodos, las mentiras, las abyecciones sugeridas, los intereses a partir de, como lo hiciera, por ejemplo, Xóchitl Gálvez el pasado jueves 11 de enero al denunciar ante el INE el supuesto intento de desvío del dinero de Notimex a la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum asegurando que Sanjuana Martínez lo había dicho siguiendo esa falsa teoría el reportero Luis A. Méndez en la serie, de ese mismo jueves 11 de enero, Punto de Referencia asegurando lo que nunca ha afirmado Sanjuana Martínez si se la lee sin apasionamiento político: “El cierre definitivo de la agencia —escribió Sanjuana Martínez en su artículo publicado en La Jornada el lunes 8 de enero—: para inicios de 2023 la única vía de solución del conflicto era el cierre de la institución. A mediados del año pasado iniciamos conversaciones con el nuevo secretario del Trabajo, Marath Bolaños, quien nos dijo que la secretaria de Gobernación estaba a cargo de la negociación con el sindicato para levantar la huelga y que para ello les iban a dar todo lo que pedían. Les dije que era un terrible abuso inflar la bolsa económica de las liquidaciones a 256 millones de pesos con 53 cachirules y sólo 34 huelguistas: hay más gente en esa lista ajena a la huelga, personal que ya fue liquidado y trabajadores de confianza no sindicalizados. Durante meses, Marath y su equipo se negaron de manera reiterada a darnos información sobre nuestras liquidaciones, hasta que finalmente nos dijeron que de las mismas teníamos que entregar 20 por ciento para la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. Me negué en rotundo a aceptar semejante condición y a continuación en venganza se nos ofreció sólo 6 por ciento de los 256 millones entregados al sindicato junto a 14 millones en concepto de canasta y un millón más para las fiestas de un sindicato que ya había desaparecido luego de la publicación del decreto”.

      Eso es lo que justamente escribió Sanjuana Martínez, jamás asegurando que ese dinero se trasladó a la campaña sino sólo se lo dijeron: ¿de dónde sacaron Xóchitl Gálvez y el reportero Luis A. Méndez que Sanjuana aseguraba que tal hecho se llevó a cabo?

      El hecho engañoso de la precandidata y del reportero sólo constata una artera mezquindad laboral contra trabajadores que se mantuvieron en Notimex para apoyar el obradorismo y una estrategia de Gobernación para satisfacer a los sindicalistas que desde un inicio exhibieron su oposición a la ideología del presidente morenista.

      Sólo eso, razón por la cual yo le preguntaba a López Obrador si no sabía cuántos millones de pesos se había llevado a su cuenta personal el padre de su secretaria de Gobernación al concederle todos los pedidos de los huelguistas asistidos, por supuesto, por Arturo Alcalde, quien los protegiera, a los sindicalistas, en contra de la propia forma de gobernar de López Obrador, quien, privilegiando a unos (a sus claros opositores) y castigando a otros (a los que han estado de su lado), ¡ahora, en lugar de mandar investigar el asunto, llama mentirosa, traidora y lambiscona a Sanjuana Martínez, porque en este mundo investido de ruindades hay cosas que uno cree pero los hechos nos muestran otra cosa.

     —Creo que no es cierto —dijo López Obrador… ¡tres días después de los escritos de Sanjuana Martínez en su conferencia matutina del miércoles 10 de enero en Acapulco!—. Conozco muy bien al secretario del Trabajo y a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde… una mujer con principios e ideales, honesta e incorruptible. Y conozco a Claudia [Sheinbaum]: es una mujer mucho muy inteligente.

      Que no tenía nada que ver con lo apuntado por Sanjuana Martínez, por supuesto —porque jamás Sanjuana Martínez se expresó peyorativamente de Claudia Sheinbaum—, pero el golpeteo ya estaba empezando a golpetear a Sanjuana Martínez por sus testimonios que trasminaban decepción e incertidumbre, al grado de que el periodista Astillero, dos días después de los textos que había aireado Sanjuana Martínez, ¡conversaba con Adriana Urrea, la lideresa de los sindicalistas que ya habían recibido sus millonarias liquidaciones, para escucharla rumiar contra la ex directora de Notimex!

      Faltaba más.

      Mas lo cierto es que una cosa es la creencia y muy otra la certeza.

Venus Rey

3

Los testimonios de Sanjuana Martínez son muy claros, pero quien no sepa leer los va a conducir por senderos de interés particular: dice, en pocas palabras, que, primero, la dejaron sola en la compleja misión de limpiar la casa de la mugrienta corrupción y, segundo, por no obedecer los lineamientos de una política impuesta la han castigado de manera inmerecida junto con toda su gente que —en lenguaje coloquial— aguantó vara para respaldar la política obradorista, reducida su liquidación a un 6 por ciento a comparación del monto económico superlativo proporcionado a los huelguistas que mataron a la agencia de noticias del Estado; es decir, a diferencia de la solidaridad que López Obrador ha mostrado con los trabajadores de Mexicana de Aviación, a quienes rescató después de trece años de haber sido despedidos, y con los electricistas expulsados por Felipe Calderón, acciones que hablan de su noble humanismo, ha dejado en el desempleo con una bicoca financiera a los trabadores de Notimex, que él decidió extinguir para otorgarles la razón a los huelguistas que siempre estuvieron en contra suya —de López Obrador— para acabar privilegiándolos perjudicando a la gente que creyó en él —en López Obrador— en un suceso que sin duda quedará registrado en la historia mexicana… en un asunto curiosamente paradójico dadas las similares circunstancias con el caso de Ernestina Godoy a quien, vaya intríngulis a veces inexplicables de la política, la vitorearon por no buscar conciliaciones con los corruptos, como le pedían a Sanjuana, sino por denunciarlos a como diera lugar, aunque me ha atajado un amigo politólogo con una pertinente aclaración:

      —Si hubiera estado detrás del cartel inmobiliario don Arturo Alcalde, otro gallo le habría cantado a la fiscal Godoy. Porque —me dice el politólogo—, ¿tú crees que López Obrador no sabe cuánto dinero extrajo Arturo Alcalde de Notimex al haber animado a los huelguistas a no decaer en su paro de labores pues, a final de cuentas, ganaron cuanto pidieron?

      Mientras Ernestina Godoy es felicitada por las mismas causas por las cuales Sanjuana Martínez es vilipendiada, la política mexicana continúa de pie entre una cosa y otra, contradiciéndose y apuntalándose.

Ernestina Godoy

4

Sanjuana Martínez lo ha dejado apuntado sin ningún resquicio de duda: “Ramírez Cuevas y Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado mexicano, no permitieron que los medios públicos de comunicación informaran del desarrollo y litigio del caso Notimex. Peor aún, esos medios entrevistaban a la lideresa sindical acusada de corrupción ante la Fiscalía General de la República y la Secretaría de la Función Pública mientras a mí me negaron siempre el espacio. Cuando reclamé a Villamil, me dijo:

      “—Es que yo vine a conciliar y tú preferiste el conflicto.

      “Sorprendida por sus palabras, le contesté:

      “—Venimos a transformar y eso a veces provoca conflicto, no venimos a conciliar, esa no es la encomienda del presidente ni el compromiso con los mexicanos”.

      Tal como hiciera Ernestina Godoy, con lo que se pueden apreciar dos maneras de hacer política en una sola forma de gobernar.

      Asunto complejo de verdad, si los hay.

      Lo cierto es que el encargado de las cuestiones de liquidación de Notimex en la Secretaría del Trabajo ha mostrado una helada indiferencia a los ahora desempleados del gobierno diciéndoles que ese poco dinero era lo único que les iba a dar el presidente de la República porque era lo que marcaba la ley, sin decir, en absoluto, nada del reparto dispendioso otorgado a los huelguistas.

      Una mujer ex empleada de Notimex, expulsada de modo ruin por el gobierno, le dijo a José Luis Sánchez, de la Secretaría del trabajo, que ella era madre soltera, que pagaba renta, que no dependía sino de sí misma, ¿qué haría ahora?

      Ni modo, era problema suyo.

      Por andar fiándose de espejismos.

      Y a nadie le importa, en verdad, mucho menos a los ya enriquecidos huelguistas que se han salido con la suya con el bendito amparo de don Arturo Alcalde.

Jesús Ramírez Cuevas


5

Otro testimonio inconcebible de Sanjuana Martínez registrado en La Jornada el martes 9 de enero: “El ofrecimiento era generoso, pero carecía de ética: Dile a tu directora que queremos hablar de su liquidación, dile que le ofrecemos 11 millones de pesos, pero que al resto de los trabajadores sólo les podemos dar lo mínimo que marca la ley. Al más puro estilo del viejo régimen prianista, José Luis Sánchez Cuazitl, director jurídico de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, quería comprarme y sutilmente se lo hizo saber al director administrativo de la extinta Notimex, Carlos Peñaloza Martínez. Esperaban que con un cañonazo millonario traicionara a mi equipo después de cinco años de resistencia. Obviamente, no acepté”.

      A cambio, el castigo económico para los despedidos de Notimex fue severo. “No hay elementos para darles más dinero”, argumentó sonriente José Luis Sánchez Cuazitl. No dijo nada, por más preguntas que se le hicieron, acerca del gasto del erario de más de 250,000,000 de pesos entregados, sin ningún reparo, a los que se opusieron al obradorismo apoyados por Arturo Alcalde (hasta he llegado a pensar, erradamente, que las alcaldías se llaman así en su grandísimo honor). El castigo a los despedidos del gobierno morenista es una injusticia a todas luces exhibida a los cuatro vientos sin que ni un solo periodista financiado por el Estado actual, como El Chamuco, dijera absolutamente nada, a diferencia de, sí, Ernestina Godoy a quien van a compensar con una senaduría por no haber llegado a conciliar intereses en la Fiscalía a su cargo.

      Pero López Obrador, en lugar de mandar investigar estos sucesos, no cree que hayan sucedido.

      Así es la política mexicana.

Una familia feliz

6

Una primera lección de esta enseñanza política, entonces, se basa en que mientras trabajes en el gobierno la incorruptibilidad estará contigo; pero, en cuanto abandones el servicio público, a ojos del mandatario te conviertes en todo lo que él detesta.

      De manera que los incorruptos secretarios tanto de Gobernación como del Trabajo entregaron lo justo tanto a los huelguistas privilegiados de Notimex como a los nefandos expulsados de esa misma agencia, desconsiderados peones de la prensa, estorbosos e incómodos trabajadores de la información que nada se merecían de no ser el desprecio de la gente honesta que no volteó a verlos nunca por no haberse puesto, indignos que son, del lado de don Arturo Alcalde.

      Así las cosas, si Adriana Urrea comenzara a laborar en alguna dependencia oficial será, por práctica prístina e inexpugnable, una reportera incorrupta y noble, incapaz de insultar y desearle mal a otra persona.

      Pronto, si no es que ya está, la tendremos en el bendito listado de la integridad abrazadora.

Adriana Urrea

7

En un caso se habla de venganza contra una funcionaria que no concilió con la corrupción, pero en otro caso, completamente similar, el gobierno toma venganza contra los trabajadores cuya directora no concilió un gramo contra la corrupción a la que fueron, de a poco, dejando sola el propio gabinete que la pusiera al frente de Notimex.

      ¿Por qué?

      El coraje contra Sanjuana Martínez es similar, aunque opuesta en impulsos e intereses políticos, a la admiración a favor de Ernestina Godoy, ambas inmiscuidas en un mismo tema pero con diferentes formularios.

      López Obrador habla, y habla muy bien, de proteger a los asalariados del país, pero castiga dándoles lo mínimo, casi nada, a los trabajadores que despidió de Notimex compensando a los que estuvieron en su contra.

      Sencillamente, no lo comprendo.

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “OFICIO BONITO”, LA COLUMNA DE VÍCTOR ROURA PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/victor-roura-oficio-bonito/

(Visited 147 times, 1 visits today)
Last modified: 16 enero, 2024
Cerrar