REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Sus nombres figuran cada año en la lista de candidaturas y logran colarse en distintas posiciones, ya sea por alcanzar la mayoría en las votaciones o por estar en las primeras posiciones plurinominales. En la lista de los candidatos más “reconocidos” por alcanzar un cargo se encuentran personajes que iniciaron su carrera pública hace más de 24 años, quienes representaron hasta cinco partidos diferentes y los que ofertan alianzas de sus institutos políticos con el mejor postor.
Nombres como José Luis Aguilera, Ricardo Astudillo o Antonio Zapata, por mencionar algunos, aparecen una y otra vez en la vida política del estado. Para Marcela Ávila-Egglenton, secretaria de gestión estratégica de la UAQ, politóloga especialista en procesos electorales, comportamiento electoral y procesos democráticos, la competencia política parece darse entre personajes “taquilleros” y no en los resultados que presentan.
En el actual proceso electoral están en juego 436 cargos en Querétaro, entre ellos, la conformación de los 18 ayuntamientos y las 25 diputaciones locales para renovar a la Legislatura Local, que se suman a las 128 senadurías y las 500 diputaciones federales de todos los estados. Aunque hay algunos nombres nuevos, muchos no cambian aunque sí contienden por otras “marcas”,
“Hay estos actores políticos que en México identificamos como chapulines y que son figuras muy pragmáticas que tienen la capacidad de hacer acuerdos y de articularse a los mismos grupos o a distintos grupos a lo largo de grandes periodos de tiempo. Durante más de 70 años la competencia política se dio dentro del partido oficial y los personajes terminaban negociando al interior del priismo. Sin embargo, a partir de los años 90, cuando empieza a darse un mayor pluralismo, sí tienen la posibilidad de ’venderse’ al mejor postor y pueden ser personajes que son atractivos, taquilleros, con ciertas cualidades para la política y deciden sumarse a la plataforma que más les conviene”, señaló Ávila-Egglenton.
Repeticiones constantes
La elección de 2024 cuenta con viejos competidores. Entre los nombres que figuran en las elecciones recientes se encuentra Ricardo Astudillo Suárez, quien ha asumido diversos cargos desde hace más de 20 años, como la presidencia del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el municipio de Corregidora en 2002, para convertirse después en presidente estatal del partido.
Fue regidor en Corregidora en 2006, diputado local en 2009, diputado federal hasta el 2015, otra vez regidor de Corregidora en 2018 tras perder la presidencia municipal frente al panista Roberto Sosa. Actualmente es diputado local por representación proporcional y es candidato a diputado federal por el segundo distrito con cabecera en San Juan del Río, ahora en la coalición con Morena y Partido del Trabajo.
José Luis Aguilera Rico, actual regidor del PAN en el municipio de Querétaro, tuvo cargos en el PRI en Querétaro por lo menos hasta el año 2000 y tres años después asumió la diputación local por el partido Convergencia, para después alcanzar una diputación federal, en 2006, por ese mismo instituto político que encabezó su padre José Luis Aguilera Ortiz. Además, fue representante del gobierno de Querétaro en la Ciudad de México.
Aguilera Rico también fue candidato a la presidencia municipal de Querétaro por el partido Movimiento Ciudadano en 2012 y encabezó la lista de diputaciones locales por la vía plurinominal en 2015 por ese mismo partido, que fundó su padre. Aguilera Ortiz y su hijo formaron parte del partido Fuerza por México, que después abandonaron para apoyar abiertamente al panista Luis Nava, lo que le valió a José Luis Aguilera entrar como regidor en la actual administración municipal en la bancada del albiazul.
En su trayectoria profesional suman diversos cargos en la administración pública en los municipios de Pinal de Amoles y Cadereyta de Montes y fue presidente estatal del partido Movimiento Ciudadano. Además, fue secretario del Trabajo del estado de Querétaro, pero se le destituyó en abril de 2019 en medio de acusaciones de supuesta corrupción, de las que quedó libre a finales de ese año.
El panista Antonio Zapata Guerrero fue presidente municipal de Corregidora en dos ocasiones: de 2000 a 2003 y de 2012 a 2015; también fue diputado local en la LVIII Legislatura Local del estado desde 2015 y este año buscará la reelección por cuarta ocasión como legislador. En 2015 representó a Corregidora, cargo que repitió en 2018. En 2021, otra vez, encabezó la diputación por el distrito VII, que conformaron entonces Corregidora y Huimilpan. Este año contenderá por el mismo distrito, también de Corregidora, pero ahora con una conformación diferente al de la elección pasada.
Al igual que Zapata Guerrero, el diputado local de Acción Nacional Gerardo Ángeles Herrera alcanzó una curul por el quinto distrito en la LVIII Legislatura del Estado de Querétaro, donde permanece desde hace tres periodos y ahora está por definirse su posición en la lista de diputados de representación proporcional del PAN para el actual proceso 2024, con lo que asumiría su cuarto periodo como diputado local.
Asimismo, el panista Guillermo Vega Guerrero, quien fue presidente municipal de San Juan del Río en 2015 y 2018, al igual que diputado local de 2012 a 2015 y de 2021 a la actualidad, ahora quiere repetir como legislador por el XI distrito local, lo que se convertiría en su tercera ocasión en este cargo.
También por el PAN aparece el nombre de Rosendo Anaya Aguilar, actual secretario de Desarrollo Agropecuario, que ya fue presidente municipal de Amealco en tres ocasiones, de 2009 a 2012, al igual que de 2015 a 2018 para después relegirse en el cargo por un periodo más y en 2021 se integró como diputado local por el distrito VIII, con cabecera en San Juan del Río.
Roberto Cabrera Valencia, actual candidato del PAN para reelegirse en San Juan del Río, ya fue regidor suplente de 2003 a 2006 y diputado local en tres ocasiones, la primera de 2006 a 2009, la segunda de 2015 a 2018 y la tercera de 2018 a 2021, cuando solicitó licencia para contender por la presidencia municipal de San Juan del Río, que ganó y encabeza desde 2021.
“Si al elector le da lo mismo, para qué me esfuerzo”
Ávila-Egglenton resaltó que las reelecciones son posibles por diferentes circunstancias, una de ellas tiene que ver con los distintos tipos de electorados, como los más estructurales que votan por los partidos que coincidan con sus condiciones sociales y su identidad, otros que votan porque hay una identificación ideológica porque se auto perciben de izquierda o de derecha o quienes tienen un vínculo afectivo con un partido, por socialización política, sin evaluar si el candidato hizo un buen trabajo.
Los votantes racionales, explicó, hacen un trabajo distinto, porque evalúan lo que los candidatos ofrecen y cómo se desempeñaron en su cargo anterior o actual. Sin embargo, “tenemos al elector más de grupo, más estructural, más de partido, que busca una utilidad para su sector y este elector que lleva a un candidato 150 personas o más, también se convierten en un empresario político”.
Agregó que no evaluar a los candidatos se debe a un déficit de ciudadanía, donde la gente desconoce quién es su candidato, desconoce en qué distrito se ubica y tampoco se entiende cuál es el trabajo que le corresponde a cada representante popular en las diferentes posiciones y “si yo tengo poco tiempo para hacer muchas cosas, hago las cosas que me reditúan más e informarme de política no me reditúa”.
“Todos nos quejamos de que todos los políticos son iguales, que son nefastos, pero no pongo más de mi parte y por otro lado, las implicaciones del costo de la información porque requiere tiempo, dinero y esfuerzo y hay simpatías por el partido. Si yo simpatizo con el partido blanco y me presentan que el líder del partido blanco es un corrupto, lo justificamos, pero si me presentan que del otro partido cometió lo mismo, a él lo quiero freír en aceite, hay una visión parcial, mediada por nuestra simpatía. En esa lógica quienes se dedican a los cargos públicos tampoco tienen una responsabilidad demasiado grande frente a un electorado al que no le interesa, si al elector le da lo mismo, para qué me esfuerzo”.
La especialista añadió que la conformación de los órganos públicos tampoco ayuda, “los diputados del PAN en realidad no tienen que hacer gran cosa, les pasan la iniciativa, no les cambian ni una coma y los diputados de la oposición tampoco tienen demasiados incentivos para hacer cosas porque saben que pase lo que pase no va a pasar, entonces también es un efecto de la conformación del órgano de representación, ¿qué tanto va a lucir un diputado de oposición si nadie lo pela? Tiene que ver con las lógicas de rentabilidad política, en una de esas le conviene más a un partido de oposición estar en medios y redes sociales que estar en la chamba para la que le pagan porque lo vuelve más visible para el electorado de cara a otro cargo”.
Además, los representantes populares son conscientes de que los votantes rara vez revisarán su productividad en los cargos que ejercen, porque “el 99 por ciento de la ciudadanía no se entera”. En el actual proceso electoral, añadió la académica, lo ideal sería pensar que la ciudadanía estará más atenta y se preocupará más porque le “sonarán algunos nombres: dirán este ya contendió por tres partidos, cada elección aparece con nueva camiseta, pero esa posibilidad es poco realista”.
Marcela Ávila-Egglenton insistió que lo más fácil será esperar que con los niveles de polarización actuales, la elección federal mediará la elección local y en Querétaro habrá que ver la competencia entre Morena y el PAN, así como las decisiones que tomarán los votantes de los otros partidos políticos.
“Chapulineo” en todos los partidos
A principios de abril, la Comisión Nacional de Elecciones de Morena dio a conocer a sus candidatos a diputaciones locales y alcaldías. También Morena recurrió a conseguir candidatos provenientes de otros partidos políticos, como José María Tapia Franco, “Chema Tapia”, priista durante años y hoy aspirante a la presidencia municipal por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), PVEM y PT.
Tapia fue asesor de la presidencia nacional de PRI de 2009 a 2011, director general para la gestión de riesgos en la Coordinación de Protección Civil entre 2013 y 2016, además que aparece en las listas del Congreso de la Unión como senador del tricolor en 2017. También fue director del desaparecido Fondo de Desastres Naturales (Fonden) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y asumió diferentes cargos dentro del PRI, al que renunció en julio de 2023.
Otros políticos con experiencias anteriores en otros cargos y partidos, son los exdiputados locales Jorge Lomelí Noriega del PAN y Héctor Magaña del PRI, que ahora son candidatos de Morena a las presidencias municipales de El Marqués y Tequisquiapan, respectivamente.
Lomelí fue diputado local por Acción Nacional de 2003 a 2006 y de 2012 a septiembre de 2015, aunque en marzo de ese año renunció a ese partido político. Ya en 2018 fue precandidato a diputado federal y candidato a la presidencia municipal de El Marqués, por la coalición “Juntos Haremos Historia” que conformaron Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social (PES).
A su vez, Magaña Rentería asumió diversos cargos en el PRI estatal de Querétaro y Tequisquiapan, fue regidor de 2012 a 2015 y diputado local en septiembre de 2015, además de candidato a la presidencia municipal de Tequisquiapan por el tricolor en 2018 pero en 2021 contendió con Morena por la alcaldía tequisquiapense.
Ahora Morena también postula a la presidencia municipal de San Juan del Río al ex diputado local de Nueva Alianza (Panal), Juan Alvarado Navarrete. Alvarado fue jefe de departamento de capacitación turística en la Secretaría de Turismo Federal de 1991 a 2001, como diputado local, de 2012 a 2015, se caracterizó por ser el diputado con más faltas y solamente sesionó en dos ocasiones durante dos años en la comisión de Desarrollo Económico y Turismo que encabezó en la Legislatura Local, una de esas sesiones fue para la instalación.
En 2017 fue coordinador organizacional de Morena, lo que le valió el rechazo de militantes de este partido en San Juan del Río y fue candidato a la alcaldía de ese municipio por el mismo partido en dos ocasiones, 2018 y 2021, por lo que esta será su tercera ocasión en buscar la presidencia municipal.
También hay políticos con carrera en las candidaturas comunes. Abel Espinoza Suárez, que contenderá por el X distrito local en candidatura común del PAN y el PRI, fue secretario general de la sección 24 del SNTE de 2003-2007 y diputado local por Nueva Alianza en 2012 (PANAL), partido que presidió de manera estatal en 2014.
Entre los candidatos de Querétaro Seguro hay personajes con trayectoria en otros partidos políticos. De la mano del PRI, Hugo Cabrera Ruiz fue presidente municipal de Colón de 1991 a 1994, diputado local por el XIII distrito de 2003 a 2006, subsecretario de Desarrollo Político y Social de la Secretaría de Gobierno del estado de 2008 a 2012, delegado federal de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Querétaro de 2013 a 2014, diputado federal de 2015 a 2018, diputado local de 2018 a 2021.
En 2021 pretendió obtener la candidatura del PRI al gobierno de Querétaro, pero se decidió que tendría que ser una mujer quien encabezara esa posición. En diciembre de 2023, Cabrera Ruiz renunció al PRI y buscó, sin fortuna, ser candidato a la presidencia municipal de Colón por Morena, por lo que a principios de abril de este año se dio a conocer su decisión de contender por esa alcaldía por el partido Querétaro Seguro.
También por Querétaro Seguro, Gabriela Moreno Mayorga buscará obtener la presidencia municipal de Corregidora. Ella fue regidora en ese municipio en tres periodos distintos, los dos primeros, de 2012 a 2015 y de 2018 a 2021 por el Partido del Trabajo, al que renunció en 2019 cuando también dejó el cargo de Comisionada Nacional que ejerció durante cinco años.
Sin embargo, no se separó de la regiduría a la que llegó por el PT y un año antes, en 2018, fue candidata a la alcaldía de Corregidora por los partidos Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo. Su último cargo como regidora, en 2021, ya fue con Morena, pero solicitó licencia a mediados de marzo de este año para asumir la nueva candidatura ahora por Querétaro Seguro.
