Se fue antes de tiempo y se me quedaron cuatrocientas caricias de esas que rajan, atoradas.
“Dios dame fuerzas, que estoy muriendo por irlo a buscar”. ¿Cómo le hizo Tomás Méndez para expresarlo en tan poco espacio? Me queda claro que el autor sabía lo que es andar peleando batallas sin solución: ¡Ay! “¡Tanto dolor para morirse uno!”, diría Miguel Hernández.
Debió esperar otro poco, total, ¿qué tanto era tantito? Habríamos jugado a la felicidad hasta pasado mañana; nos atoramos en antier por un error.
Llegó un mayo, libélula triste, y su voz de papel se posó en mi alma la noche de un jueves casi viernes en que llovía; debió al menos esperar otra noche de lluvia para rimar con “profecía”, pero no, no rimó; era un tipo sin capacidad para versar… Desapareció un domingo… se deshizo como la espuma, no sin antes salpicarlo todo.
Fui atrevida mientras pensé que me quería: intenté nuevos caminos, encontré y crucé umbrales que antes ni siquiera vislumbraba; me acordé de volar… Podría decir todo esto en desagravio del precario desaparecido, pero no: fui yo la que escaló picos altísimos, abrió derroteros, cuevas interiores, oscuras como entradas al Mictlán… La aventurera fui yo. Yo me jugué el pellejo del alma que traigo medio enyesada y sangra, aunque es más ligera, y sabia.
Hoy, aseguré al alto vacío mi montón de besos y ternura, sería un desperdicio que se agriaran, pienso. Cerré el hatillo, lo etiqueté: MULTIFUNCIONAL/ AMOR FINO/ SIN FECHA DE CADUCIDAD.
Me calcé mis botines más suaves, aseguré mis enaguas negras y me solté el cabello para que al rato lo mueva libre, el viento; ahora voy por mi escoba detrás de la puerta, le amarro con cuidado mi amoroso equipaje y la acaricio. Mi barredora amiga luce algunas telarañas de tanto no volar, pero me sonríe y, aún briosa, se estremece, me invita: la monto, y aprovechando la luna llena, juntas cruzamos el firmamento cantando a voz en cuello: “Y sólo un orgullo tengo, que a naiden le sé rogar… que la chancla que yo tiro…”.
Mayo, 2020.
José Antonio: me fascina la ilustración, dale créditos a quien corresponda. Un abrazo a todo el equipo.
Paty, puedo leer una y otra vez tu texto y encontrarme en cada uno de principio a fin. Cuando se quita el yeso el alma queda ligera, la mente entiende, el corazón sabe que la capacidad de amar no se fue con nadie; queda ahí rebosante, juguetona, para derrocharla en cada minuto de vida. Adoro tus escritos. Gracias.
Genial, bruja buena, me encanta este texto, felicidades.!
Una bruja que sabe cantar rancheras.
Muy buenas imágenes.
Que manerade tratar amores y desamores.Bellas metaforas.Me encanto!
Me encanta este texto!! Bruja hada, bruja a ciegas, bruja enamorada, bruja voladora, bruja que se entrega, orgullosa bruja, bruja herida, bruja 360.
gracias por compartir experiencias de la vida…, volemos sin mirar atrás…❤️❤️❤️