Autoría de 3:25 pm #Opinión, Patricia Eugenia - Narrativa en Corto • 8 Comments

¿Cómo sucedió? – Patricia Eugenia

Busco en el traspatio de mi memoria algún signo, un viejo síntoma, una amenaza agazapada, en fin, un retazo de evidencia que me anunciara o siquiera me hubiera permitido suponer que, pasados los años, el hijo hermoso de no hace tanto se convertiría en un hombre incapaz de confiar en la luz del sol a mediodía… y nada encuentro… Suspiro.

Escucho de pronto un sonido de vidrio roto, giro y alcanzo a ver la silueta de tres niños dándose a la fuga. Hay una pelota de beisbol en el piso de mi estancia, la recojo y me asomo por el agujero hacia la calle: ¡Nadie!, pero en cambio, detrás de mis ojos, comienzan a desfilar escenas como de película real, bien estructurada, de cuarenta años atrás: Hay una madre joven abriendo la puerta de entrada y su hijo empuja e informa a trompicones que lo persigue un hombre porque…

–¿Es usted la mamá de ese niño? –dice el hombre alto, muy alterado, que llega detrás de él– y señala dentro de la casa, donde el pequeño acaba de desaparecer.

–Sí, –corta ella, irguiéndose ante el hombrezote para impedirle el paso. –¡Su hijo acaba de romper mi ventana con esta pelota! Y quiero que…

–¡Señor! No…

–Estoy diciéndole…

–¡Por favor señor!: ¿llama usted al vidriero…

–Lo llama usted, señora…

–De acuerdo. Mañana. Después de las cuatro. Adiós.

La madre –que ahora noto que soy yo misma– cierra la puerta y recarga en ella la espalda.

–Soy buena actriz –considero evaluando las escenas que se desarrollan detrás de mis ojos–, y ¡Uf! –digo en seguida– ¡viejo cobarde, abusón!, mientras mi niño se acerca tímido:

–Mamá, es que… no fui yo, estábamos…

–Ya hijo, fue un accidente –respondo y lo consuelo revolviéndole los rizos mientras pienso–: “¿Quién me prestará mañana en el trabajo?”.

Se me escapa una lágrima y mi pequeño dice:

–Perdóname mami, no vuelvo a hacerlo, de veras.

–No pasa nada hijo –sonrío con amargura–, pero en adelante juega sólo donde las ventanas tengan rejas ¿sí?

¿Cuándo aprendió ese niño lindo a no ser solidario, a acorazarse, a repudiar a su madre?, me pregunto.

La imagen se me emborrona ¡desaparece! Era tan clara que casi esperaba leer los créditos:

Madre: Lucía Castelló
Niño: Iril Gonpote Castelló…
Viejo: don Fulano
Dirección y fotografía: Estudios Memoriosos
Musicalización: Mediterráneo, Joan Manuel Serrat

Esta mañana calienta el sol en exceso; pero durante el recuerdo sentí el frescor suave que sucede a la lluvia. Seguro que cuando todo esto sucedió era verano y acababa de llover…

No me interesa averiguar quiénes son los dueños de este infortunado proyectil despellejado y lleno de lodo que tengo en las manos; lo limpio y acaricio como si pudiera sentir mi amor… Tampoco importa calcular el tiempo que estará mi ventana tapada con, ¿la lámina del techito del perro? ¡Ya se verá!

Por el momento, prefiero abrazar esta pelota mágica que, por un segundo, me regresó al hijo dulce que antes me quería.

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Last modified: 8 junio, 2024
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