El presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y el líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, se reunieron este miércoles en la capital norcoreana Pyongyang para negociar en torno a un posible acuerdo de seguridad. El encuentro, de la más alta importancia para Moscú, levanta una preocupación considerable en Occidente por múltiples razones. ¿Qué acuerdos se han establecido y qué impactos podrían generar?
La relación bilateral entre Rusia y Corea del Norte se remonta a la Guerra Fría, en la que el estado antecesor ruso, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, apoyó el avance del comunismo en Corea, tras su independencia del Imperio japonés, frente al capitalismo impulsado por Estados Unidos de América (EUA). La diferencia de proyectos de nación llevó a los coreanos a librar una guerra en la península coreana, misma que técnicamente sigue en la actualidad, a pesar de haber firmado un armisticio en 1953.
Luego de la caída y disolución de la URSS en 1991, su estado heredero, Rusia, perdió muchas de las relaciones diplomáticas que en su momento sostuvo el estado soviético. Sin embargo, hoy en día, Moscú ha recuperado muchas de las buenas y profundas interacciones que en el pasado mantenía con países repletos alrededor del mundo. Uno de ellos es Corea del Norte, con quien Putin ha logrado reestablecer una dinámica de apoyo clave para sus intereses.
En este contexto se inserta la reciente reunión entre los líderes de Rusia y Corea del Norte. La intención del encuentro entre mandatarios se centra en fortalecer una cooperación en materia de seguridad, un tema que tanto en Moscú, como en Pyongyang, preocupa y es esencial para su proyecto de nación. Recordemos que a ambos estados mejorar sus condiciones de seguridad es prioritario en el contexto por el que atraviesan.
Para el caso de Rusia, su preocupación es evidente. La guerra que libra con Ucrania está por cumplir 28 meses de recorrido y no parece que terminará en el futuro cercano. Por ende, al Kremlin le es indispensable contar no sólo con armamento para que sus tropas las utilicen, sino aliados que respalden su denominada “operación militar especial” en territorio ucraniano. Eso explica en gran medida la organización de la segunda reunión entre Putin y Jong-un desde que comenzó el conflicto bélico.
China es uno de los países que respalda a Putin en la guerra, más allá de que Xi Jinping señale que es neutral en el conflicto. Si a este grupo se añade con más profundidad Corea del Norte, el poderío militar y nuclear llegaría por los cielos. Eso es algo que mejoraría las condiciones del ejército ruso y que, por consiguiente, pondría en apuros a los ucranianos y a sus aliados, empezando por los EUA.
Para el caso de Corea del Norte, el apoyo proveniente de Rusia podría ser también otro tipo de armamento y vehículos. No obstante, algo que le interesa mucho a Pyongyang, y que Moscú tendría los medios para asistirle, es sofisticar su programa nuclear. Desde hace unos 16-18 años que los norcoreanos han hecho pruebas de sus avances en armas nucleares, lo que ha encendido las alarmas en Occidente. Al paso del tiempo, han progresado, pero cualquier ayuda que reciba Jong-un sería de gran provecho para utilizar este poderío como apalancamiento y herramienta de negociación con sus enemigos, como EUA y Corea del Sur.
Todavía falta mucho para conocer todos los acuerdos que se establecieron en la reunión entre Putin y Jong-un, pero hay algo cierto, y es que el mundo, por donde sea que se mire, de nueva cuenta se rearma. Pensamos que en un siglo XXI la paz y la cooperación para la seguridad colectiva mundial serían más fáciles de llegar, sobre todo tras las atrocidades de las guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX.
Pero no ha sido así. En vez de crear canales de diálogo y negociación, parece ser que la respuesta de los gobiernos es mejorar sus capacidades coercitivas, esa es su mejor reacción ante las amenazas que perciban y sus aspiraciones como estados en el sistema internacional.
Niels Rosas Valdez
Historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)