Aunque me refiero a la vida política, estoy cierto de que literalmente en esa coyuntura se encuentra el Partido Acción Nacional (PAN), por lo menos de aquí a octubre, cuando deba de elegir una nueva dirigencia nacional y a sus dirigencias estatales.
Hoy más que nunca, deben de ir a este proceso con mucho tacto, pues el PAN se ha colocado, a raíz de los resultados electorales del 2 de junio, como el principal partido (si no es que el único) opositor frente a la abrumadora mayoría lograda por Morena.
Los pasos panistas
La mejor manera de haber iniciado este proceso de renovación y de nueva realidad político – electoral del blanquiazul habría sido con la renuncia de Marko Cortés Mendoza al cargo de presidente nacional, y de María Leonor Mejía Barraza, a la presidencia panista en el estado de Querétaro.
No fue así; decidieron seguir al frente a pesar de cargar, ambos, con la derrota electoral. Mala señal.
La determinación que aún tiene tiempo para tomar el panismo es la de hacer a un lado al actual grupo, corriente o camarilla que controla al partido. Claro, si es que quiere renovarse de verdad y dar la batalla con miras a los comicios intermedios de 2027 (y de gobernador – gobernadora en varias entidades, incluyéndose Querétaro).
Me refiero a la “burbuja” política que encabeza el excandidato presidencial, Ricardo Anaya Cortés, grupo que ha estado encaramado en la dirigencia del panismo desde hace varios años, justo en el periodo en que mayor cantidad de derrotas han acumulado.
El tiempo, los resultados y hasta los reclamos internos (incluyéndose a un grupo de exgobernadores) demandan que se vayan del poder partidista.
Baste referir lo que apunta la periodista Georgina Zerega, del periódico El País (19 de julio de 2024):
En los seis años que lleva Marko Cortés en el cargo, la formación blanquiazul pasó de gobernar 11 Estados a tener solo cuatro. La comparación entre las presidenciales de 2018 y 2024 reflejan también el problema: el partido perdió tres millones de votos en seis años, al pasar de 12,6 millones de sufragios a 9,6 millones.
Por si fuera poco, la sombra de la corrupción ha comenzado a crecer y a cubrir al PAN gracias a los errores de varios de sus gobernantes, también debido a su alianza con el PRI y, por supuesto, a consecuencia de la confesión que han hecho de estar “embarrados” en transas. El ejemplo claro es el acuerdo firmado entre las dirigencias del PAN y el PRI para aliarse en el estado de Coahuila a cambio de notarías y otras acciones ilegales.
Volver a la democracia y a la transparencia
El PAN debe hacer un gran esfuerzo para romper con este pasado vergonzoso y retomar las causas ciudadanas. Sin embargo, no lo podrá lograr si se empecina en aplicar las mismas medidas que lo llevaron a la situación en que hoy se encuentra.
Es menester que este partido demuestre que va por la ruta de la democracia. ¿Y qué mejor señal que la de elegir a su próxima o próximo presidente nacional (y estatal) por vía del voto directo y secreto de su militancia?
Harían a un lado a los grupitos y corrientes, permitirían la participación de la base panista y, sobre todo, tendrían una dirigencia legal y moralmente aceptada.
Complementarían su transformación si erradican de sus prácticas la nefasta costumbre heredada del viejo PRI, de permitir que sus gobernadores o gobernadoras; sus alcaldes y alcaldesas y hasta quien ocupe la presidencia de la república (si lo vuelven a conseguir) sean ungidos (y se asuman) como “el primer panista…”
Esta “tradición” ha dado manga ancha a gobernantes para manipular sin recato alguno la asignación de candidaturas, otorgándolas a amigas, amigos, compañeros de grupo, compadres y hasta a familiares.
Claro está que esta “costumbre” ha lastimado hondamente a la militancia y provocado un silencioso alejamiento.
Decisiones
El panismo tiene unos tres meses para definir su futuro; para hacer introspección y evaluar realmente lo sucedido para luego determinar: seguir igual y acercarse al hundimiento o en verdad intentar recuperar su dignidad.
Juan José Arreola de Dios
Periodista / Comunicación Política
Twitter: @juanjosearreola
Es una excelente idea, que nuestros dirigentes sean votados por militantes, que se vea la participación y se sientan tomados en cuenta para la toma de dirigentes de nuestro partido Acción Nacional ,