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Jóvenes queretanos dan salto al espacio con banco de pruebas para nanosatélites

HISTORIA: ANA MARÍA RESÉNDIZ/LALUPA.MX

FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX

México cuenta con un gran rezago en tecnología espacial, sin embargo, Juan Carlos Garibaldi Vallejo, Eduardo Muñoz Arredondo y Victor Hugo Mejía Trejo desarrollan un proyecto que será punta de lanza para reducir la brecha.

Se trata de un banco de pruebas para nanosatélites, ganador del Premio Estatal de la Juventud 2024 en la distinción Innovación Tecnológica Categoría B.

Es un espacio que emula las condiciones a las que se va a someter un nanosatélite cuando esté en órbita con el objetivo de hacer pruebas antes de ser lanzado y tener un mejor control del mismo para cumplir con su misión de la manera más óptima.

A decir de Eduardo, estudiante de la Maestría en Diseño Mecánico de la Unidad de Alta Tecnología (UAT) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Juriquilla, para desarrollar un sistema espacial existen varios retos, uno de ellos es la ejecución de pruebas de control de orientación. De ahí surge la propuesta de este banco.

Misión K’oto

La primera prueba del banco para nanosatélites se tiene contemplada para el año 2025 con K’oto, proyecto desarrollado en la UAT. Los nanosatélites son pequeños cubos de 10 centímetros por lado y cada uno tiene una misión que cumplir; la misión de K’oto será tomar fotografías del territorio mexicano.

“Lo que estamos haciendo en México, para llegar a esas misiones importantes, es primero demostrar que tenemos la capacidad para hacer esos sistemas, para que más instituciones confíen en que podamos empezar a hacer misiones que tengan un impacto mayor en la humanidad”, señaló al respecto, Juan Carlos Garibaldi Vallejo, estudiante de la Licenciatura en Tecnología de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la UNAM campus Juriquilla.

El nombre de K’oto proviene del otomí y significa “chapulín”; la intención de denominar así al nanosatélite es darle importancia a la región y, al mismo tiempo, simboliza el salto que está dando México hacia la industria espacial.

Ya se cuenta con el recurso para lanzar a K’oto a órbita, en vinculación con el Instituto de Tecnología de Kyushu, ubicado en Japón, y otras instituciones y dependencias como la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu).

El nanosetélite tendrá que pasar a las pruebas de certificación antes de ser lanzado por alguna agencia espacial, para lo cual es necesario que cumpla con estándares y normas específicas.

Condiciones a emular

Pero el banco de pruebas funciona para cualquier nanosatélite. Las condiciones emuladas son: el campo electromagnético terrestre, el movimiento libre del nanosatélite y la luz solar.

“Necesitamos algunos datos que hemos sacado de un software especializado, que nos van a hablar un poco de cómo sería el movimiento de la órbita cuando el nanosatélite sea lanzado. Lo que buscamos es emular todos estos datos para predecir cómo se va a comportar de acuerdo a una fecha y hora, así es más fácil conocer qué es lo que puede pasar en la misión”, explicó Victor Hugo Mejía Trejo, estudiante de la licenciatura en Tecnología de la ENES de la UNAM campus Juriquilla.

Con el banco de pruebas para nanosatélites se podrá asegurar que, en este caso, K’oto pase las pruebas de certificación, pues una vez que un satélite es lanzado, por lo general, ya no se puede recuperar y la misión falla, lo que implica pérdida de recursos y tiempo, de ahí la importancia de probarlo antes.

Visión a futuro

Se pretende que el banco tenga su propio laboratorio en la UAT-FI de la UNAM campus Juriquilla para dar servicio a la industria espacial, además de contribuir al desarrollo tecnológico espacial en México.

Eduardo Muñoz indicó que el capital humano es la parte esencial de los proyectos espaciales, motivo por el cual se busca, desde la academia, reunir grupos de trabajo integrados por estudiantes.

En el caso de este banco de pruebas se tuvo la asesoría de Rafael Guadalupe Chávez Moreno, jefe del Departamento Espacial de la UAT, y Carlos Romo Fuentes, encargado del Laboratorio de Compatibilidad electromagnética de dicha unidad.

Premios y distinciones

El Premio Estatal de la Juventud en la distinción Innovación Tecnológica Categoría B, con el cual fue reconocido el banco de pruebas para nanosatélites, es otorgado a las juventudes de 19 a 29 años de edad que han contribuido al desarrollo de nuevos métodos, sistemas y modelos mediante el uso de herramientas tecnológicas, así como aquellas que han mejorado o perfeccionado métodos, sistemas y modelos existentes.

Sin embargo, el proyecto también fue distinguido con el primer lugar en Ingeniería y Tecnología del Encuentro de Jóvenes Investigadores e Investigadoras del Estado de Querétaro; y aceptado para su presentación en el Congreso Astronáutico Internacional a celebrarse en Milán, Italia, cuyos gastos serán sostenidos gracias al estímulo económico del Premio Estatal de la Juventud.

El galardón otorgado por la Secretaría de la Juventud (Sejuve) del estado de Querétaro también ayudó al equipo creador del banco de pruebas a generar contactos con otros desarrolladores de proyectos y a difundir su trabajo.

Pasión por el espacio

Muchas personas piensan que para involucrarse en temas espaciales es necesario estudiar carreras complicadas o migrar a otros países, no obstante, Juan Carlos, Eduardo y Victor Hugo subrayaron que desde cualquier área del conocimiento es posible relacionarse con el espacio, pues los mejores trabajos surgen cuando se elaboran en equipo.

El banco de pruebas para nanosatélites es un ejemplo de colaboración multidisciplinaria en una época en la que es posible encontrar apoyos en distintas instituciones privadas e instancias de gobierno, por lo que recomendaron a las juventudes a contactarse a la academia y a proyectos espaciales para colaborar en ellos.

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Last modified: 15 octubre, 2024
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