HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Los hermanos Santiago y Gerardo mostraron interés por la ciencia desde que eran muy pequeños, cuando en la primaria llenaban de preguntas a sus maestras y hasta querían explicar algunos temas. La oratoria, la química, la gestión social y la biología los atraparon tanto que este año ganaron el Premio Estatal de la Juventud: Santiago, por Labor Social, y Gerardo, el mayor, por Trayectoria Académica.
Con apenas 15 y 17 años, los dos hermanos Ángeles Reyes son el orgullo de Rosa Angélica Reyes, una maestra de primaria que estudió su carrera cuando se quedó sola, después de un divorcio en el que jamás volvieron a ver al padre. Poco después de la separación, éste dejó de pagar la pensión. Con ayuda de su familia, Angélica se siente afortunada de saber que sus hijos reciben el apoyo, el afecto y el impulso suficiente para cumplir sus sueños.
Ambos cursaron la educación pública y su esfuerzo le permitió a Santiago conseguir una gestión en favor de su escuela, así como lanzar un proyecto de difusión sobre los derechos de la infancia y la adolescencia. Gerardo fue uno de los cuatro representantes de México en la Olimpiada Internacional de Química en Arabia Saudita y participará en la Olimpiada Iberoamericana que se realizará este mes en Costa Rica. Los dos quieren representar dignamente a Querétaro y mostrar que la disciplina también cosecha éxitos.
Una infancia inquieta
Después de su divorcio, Angélica trabajaba de lunes a viernes y los sábados estudiaba para ser maestra. Por eso, siempre le repitió a sus hijos “si yo pude, ya divorciada y con dos hijos, ni modo que ustedes no puedan. Hubo un tiempo que su papá daba pensión alimenticia, cuando tenía trabajo fijo, pero cuando lo corrieron no hubo dónde reclamar la pensión y no lo volvimos a ver, cuando daba pensión no los vio crecer, nunca estuvo al pendiente, no hubo relación afectiva con ellos”.
Gerardo no tiene recuerdos de su padre, que se fue cuando tenía alrededor de tres años; Santiago era todavía más pequeño, apenas aprendía a caminar, pero su abuelo y su tío le representaron un gran apoyo emocional conforme crecía y mientras su mamá hacía lo posible por darles un buen ejemplo. “He podido cubrir la comida, los gastos de su escuela, tal vez no sea muy abundante, pero estoy muy agradecida con Dios de todo esto”.
Angélica recuerda que cuando Gerardo entró a la escuela, las maestras solían decirle que el niño no paraba de preguntar cosas, que quería explicar los temas de clase, que no dejaba de hablar. Lo mismo pasaba en la casa. Como maestra, no podía acudir a los eventos de sus hijos, así que su papá y su hermano asistían a diferentes actividades escolares. Ellos dos fueron un gran apoyo para los hermanos”.
Entonces iniciaron los concursos de oratoria, de poesía, de Niños en el Gobierno, de ciencias y Gerardo empezó a ganar. La historia se repitió con Santiago, que llegó a diputado federal en el Parlamento Infantil, se involucró en gestiones sociales para defender los derechos de las niñas y los niños.
“Fue en la primaria cuando mostraron que les gustaba hablar, estudiar, participar, cuando Gerardo llegó al COBAQ participó en la Olimpiada de Química, no le fue nada bien, pero él no se quedó en eso, quería entender en qué se equivocó y terminó en la Olimpiada Internacional en Arabia Saudita. Hace un año no me hubiera imaginado que él andaría por allá”.
De la oratoria a la química
Este año Gerardo Ángeles Reyes recibió el Premio Estatal de la Juventud por Trayectoria Académica en la categoría A, a partir de una serie de concursos en los que participó desde la primaria hasta la preparatoria, donde estudia actualmente. Su primer lugar lo obtuvo el 13 de febrero de 2019 en el Segundo Concurso de Declamación de Poesía.
También obtuvo el primer lugar y reconocimiento por su participación en el Concurso de niñas y niños en el gobierno, donde tuvo el cargo de secretario de Seguridad Ciudadana de Querétaro. Participó también en el programa Voluntariado Generación 2030, donde fue dos veces embajador 2030 en la tercera y penúltima edición.
Logró, además, el premio por categoría individual con Mejor Voz de Mando en el Concurso de Bandas de Guerra y Escolta de bandera nacional, al tiempo que participó en el concurso de declamación anual “Jaime Guzmán Rodríguez”, sin olvidar su participación en la capacitación virtual de Promotoras y Promotores Juveniles con el componente del tema de salud sexual y reproducción para adolescentes.
Consiguió un reconocimiento por su participación en el primer festival de altares monumentales de Cadereyta 2019, en la Olimpiada Mundial de Robótica y en la Olimpiada Estatal de Física, donde lo preseleccionaron. Sin embargo, su vida cambió cuando se interesó por la Química.
Durante un año se preparó para participar y pasar las diferentes etapas, hasta que consiguió la medalla de oro en las Olimpiadas Estatal y Nacional de Química, lo que le valió su paso a la Olimpiada Internacional de Química en Arabia Saudita en julio pasado y este mes asistirá a la Olimpiada Iberoamericana en Costa Rica.
“Desde chiquito me gustaba hablar, a medida que fui creciendo me interesaron las ciencias, pero sobre todo compartir mis emociones y pensamientos con los demás. Me llevó más de un año prepararme en Química, fueron exámenes teóricos y prácticos en laboratorio, pasó de la selección de los mejores 80 puntajes a los mejores 16 y fui de los cuatro que representamos a México, pero a mí no me fue bien la primera vez, a veces veo a mis compañeros que son muy buenos, pero les da miedo participar porque piensan que es complicado, pero no es imposible”.
Hoy les recomienda a otros jóvenes que no dejen de participar, porque “al principio no tienes muy buenos resultados, pero lo importante es la participación constante para que puedan mejorar. Participar en las convocatorias te lleva a conocer a personas de otras partes del mundo, del estado o del país, también puedes obtener reconocimientos y eso anima más”.
Divulgar los derechos en favor de la infancia
A sus 15 años, Santiago Ángeles Reyes también tiene su propia carrera de liderazgo. Ganador del Premio Estatal de la Juventud en la categoría de Labor Social, recuerda que su trayectoria inició en 2020 cuando fue diputado infantil y conoció a la diputada Sonia Rocha Acosta, del distrito que él representaba.
Eso le facilitó platicar con el entonces gobernador Francisco Domínguez, con quien realizó una gestión por cuatro millones de pesos para la escuela primaria “Mariano Matamoros”, donde estudiaba. En agradecimiento, el comité de padres de familia develó una placa con su nombre en una cancha asfaltada.
Además, en 2021 participó en el voluntariado Generación 2030 y en el Modelo de las Naciones Unidas 2021, en representación del entonces Oficial Mayor del estado y hoy participa como niño difusor del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a través del programa Difusores Contigo, que se transmite en Radio y Televisión Querétaro, para dar a conocer los derechos de las infancias.
Aficionado a los concursos de oratoria, torneos de ajedrez y debate, Santiago presentó el proyecto Conozcamos Nuestros Derechos para difundir los derechos de las niñas, niños y adolescentes mediante pláticas en escuelas de diferentes niveles, lo que le valió el Premio Estatal de la Juventud.
Su participación en todas esas áreas se debe a que es muy consciente de las desigualdades y problemáticas de las infancias “y si no conocemos nuestros derechos, es prácticamente como no tenerlos. Cuando fui diputado federal visité los 10 municipios del distrito federal 1 y ahí conocí a muchos niños, hice grandes amistades, conocí un poco más de su cultura, porque a pesar de estar en el mismo estado, hay cambios muy rotundos”.
Difundir los derechos, dice, facilita que las niñas, los niños y los adolescentes puedan defenderse y que se den cuenta de las desigualdades, sobre todo en las comunidades más alejadas, o en aquellas que se ubican en los sitios donde dependen exclusivamente del turismo.
“Me siento motivado, porque puedo generar un cambio. Este proyecto está orientado a todos los conocimientos que he podido recuperar y que puedo poner en práctica y por medio de la empatía puedo llegar a las personas. Me siento muy feliz de poder tener esta oportunidad porque he contado con el apoyo de muchísimas personas que he conocido en otras actividades y me siento muy orgulloso”, dice a LaLupa.mx.
A los dos hermanos les gustaría que más jóvenes participaran para tener propuestas de solución en distintas problemáticas sociales, pero hoy les basta con sus logros para agradecer el esfuerzo de su familia y de su mamá, también de sus mentores y de quienes les abrieron la puerta en las instituciones públicas.
“Siempre hemos contado con el apoyo de parte de nuestra familia, nos incentivan, nos comentan sobre las convocatorias en la que pudiéramos estar. Son un gran apoyo y siempre están presentes en nuestras actividades. Nos demuestran el camino que debemos seguir y es lo que hemos intentado. Sobre todo, el ejemplo y los consejos que nos brindan a diario, o los apoyos que nos dan en los concursos”, dicen los hermanos.
Para Angélica, sus hijos responden académica y familiarmente, porque son responsables e inquietos, así que hacen que ella también se esfuerce por motivarlos y cubrir sus necesidades. “Como mamá da mucho orgullo que la gente los reconozca, que les deseen buenas cosas, me emociona la manera en que me hacen sentir como madre soltera que cuenta con el apoyo de su familia. Ojalá todos los jóvenes se sientan así de motivados”.