La herencia maldita (I) – Luis Tamayo Pérez y Antonio Sarmiento Galán

Por primera vez en su historia, la nación mexicana es dirigida por una mujer que ha demostrado a lo largo de varias décadas su compromiso con los grandes problemas nacionales. Es además una brillante científica. Esa trayectoria debería augurar un futuro más que promisorio… sin embargo, hacerlo realidad no es un asunto sencillo.

Claudia Sheinbaum Pardo recibe de su antecesor en el cargo una serie de problemas irresolutos y absurdos que están dificultando su gestión y, en algunos casos, poniéndola incluso en ridículo. En esta primera entrega recordemos dos de los más importantes.

1. La exigencia de disculpas por parte del gobierno español por la conquista y la colonia. Todos recordamos como, poco después de iniciado su sexenio, AMLO presentó al gobierno español la exigencia de una disculpa, por parte de dicho gobierno, por eventos no sólo ocurridos hace más de 500 años sino con base en un análisis presentado con una enorme pobreza intelectual. Basado en un modelo maniqueo, AMLO sostuvo que, cuando la conquista y la colonia, los “malos” eran los españoles y los “buenos” los pueblos de Mesoamérica. Dicho análisis olvidaba que, en realidad y como ha sido reiterado por nuestros mejores historiadores[1], la derrota del pueblo mexica que dio lugar a la “Conquista” fue en realidad realizada por los cientos de miles de guerreros tlaxcaltecas, huejotzingas, totonacas y demás que aprovecharon el papel unificador que representaron unos cuantos cientos de hispanos para quitarse de encima el yugo del imperio mexica; que después hayan permitido que algunos hispanos se apropiasen de buena parte de los territorios dominados por los mexicas es otra historia. Además, varias princesas de sus aliados tlacaltecas vivieron en varios lugares de la Nueva España acompañando a sus maridos españoles.[2] Otro elemento clave en la derrota de los mexicas fueron las enfermedades. Es bien conocida la enorme cantidad de muerte generada por las epidemias que trajeron los españoles. La primera de ellas —denominada Hueyzáhuatl— fue una especie de viruela que verdaderamente diezmó a la población de Tenochtitlan e incluso ocasionó la muerte del Tlatoani Cuitláhuac. Luego vinieron otras cocoliztles (epidemias) como la denominada Matlazáhuatl (tifus exantemático) y otra, que también generó gran mortandad fue denominada Cocoliztle, haciendo específico el nombre general, el cual designaba a un mal que “no presentaba erupciones cutáneas, pero si copiosas hemorragias nasales y apostemas (abscesos) retroarticulares[3]”. Finalmente, no podemos sino reconocer que, en el curso de los siglos, los españoles iniciales y los posteriores se fueron asimilando, incorporándose a la construcción de un pueblo mestizo que se enriqueció con el aporte de todas las culturas que lo conforman. Exigir “disculpas” al gobierno español actual por nuestra rica cultura hispanoamericana es, simplemente, absurdo. Es una guerra que, así lo esperamos, la nueva administración del país debe dejar atrás.

• La reforma judicial. Cualquiera que recuerde lo ocurrido al inicio del sexenio pasado acordará con nosotros que el Poder judicial —que junto al ejecutivo y el legislativo conforman el Estado Mexicano— nunca aceptó doblegarse ante AMLO. No aceptaron la disminución de su salario y canonjías… y eso molestó mucho al entonces presidente, el cual inició una guerra que, luego de sumar al Poder legislativo, ahora presenta marchas y plantones de integrantes del Poder judicial por toda la nación. Para quitarse de encima a los actuales jueces y magistrados, el gobierno de AMLO no encontró mejor idea que excluirlos por decreto justificando la acción en la “democracia”, es decir, que los jueces y magistrados debían ser “elegidos democráticamente”, tal y como ocurre con los integrantes de los demás poderes. Sin embargo, hay una diferencia. En la reforma judicial que AMLO hereda a la Dra. Sheinbaum no se limita la elección a los integrantes de la Suprema Corte de la Nación, lo cual hubiese sido factible e incluso loable, sino a la de ¡TODOS los integrantes de dicho poder!, es como si, en las elecciones del ejecutivo, también fuesen elegidos por voto popular los secretarios y directores generales de las diversas secretarías. Si así se hiciese, el procedimiento implicaría una situación irrealizable, no sólo por la enorme cantidad de nombres que aparecerían en las boletas electorales, sino por la también enorme cantidad de información que tendrían que sopesar los electores para tomar una decisión informada. La presidencia de Claudia Sheinbaum está heredando un país enfrentado y donde uno de los tres poderes de la Unión se le enfrenta con toda su fuerza. No queremos que se nos malinterprete. Con esto no queremos decir que no deba reformarse el Poder judicial. Muchos de nosotros hemos sufrido en carne propia sus abusos y corruptelas, pero nada garantiza que la tómbola o la “elección democrática” corrija tales flagelos. La actual reforma judicial constituye un gatopardismo, una solución que pronto hará volver a las mismas prácticas y que, incluso antes de establecerse, ya está lastimando la credibilidad y la confianza que muchos mexicanos depositaron en la nueva administración del país. Desde nuestro punto de vista sería mucho más inteligente para la titular del ejecutivo detener el proceso actual y negociar con los principales integrantes del Poder judicial con el objeto de construir una reforma que, verdaderamente, permita al pueblo mexicano contar con un poder judicial limpio, justo e igualitario.

Desde nuestro punto de vista es urgente que Claudia Sheinbaum se libre de esas herencias malditas, derivadas de la incompetencia y espíritu vengativo de su antecesor. No tiene por qué cargar con ellas; se podría malgastar todo su sexenio en tales sandeces en vez de realizar los cambios urgentes hacia la sostenibilidad que requiere no sólo el pueblo mexicano sino la humanidad entera.

Cuernavaca, Morelos, 25 de octubre de 2024.

Luis Tamayo Pérez es catedrático del Posgrado en Filosofía, FFyL, UNAM.

Antonio Sarmiento Galán es investigador del Instituto de Matemáticas de la UNAM.

[1] Baste sólo recordar aquello que gustaba repetir el Dr. Jose Luis Martínez: “la conquista la hicieron los indios, la independencia los españoles”, cfr. Jiménez Guillén, Raúl (2021), La jornada de Oriente, 24/05/2021: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/tlaxcala/la-conquista-la-hicieron-los-indios-la-independencia-los-espanoles/

[2] Cfr. Cossich, Margarita (2022), Princesas tlaxcaltecas, El Confabulario de El Universal, 27.11. 2022, https://confabulario.eluniversal.com.mx/princesas-tlaxcaltecas-su-palabra-y-su-guerra/

[3] Mandujano Sánchez, Angélica et al. (2003). Historia de las epidemias en el México antiguo, Revista La casa del tiempo, México, UAM, abril 2003.

https://www.uam.mx/difusion/revista/abr2003/mandujano.html

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “ECOSOFÍA”, LA COLUMNA DE LUIS TAMAYO PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/luis-tamayo-perez-ecosofia

ALEX