“Presión” a diputados y labor informativa, claves en aprobar despenalización del aborto en Argentina: “Vita Activa”

ENTREVISTA: ARANTZA HAZEL / CENTRO UNIVERSITARIO DE PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN (CUPI)

INFOGRAFÍA: MARIO ORTEGA / CENTRO UNIVERSITARIO DE PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN (CUPI)

La “presión” hacia legisladoras y legisladores, más la insistencia o cobertura desde el periodismo en el debate público, son dos factores que pueden incidir en la despenalización del aborto en un estado o lugar, más allá del conservadurismo, consideró la periodista argentina Nicole Martín, directora de “Vita Activa”.

“Nosotras sabemos que el aborto tiene que ser un tema de salud pública. No se trata de ‘aborto sí o aborto no’. Puedo decir ‘yo no abortaría por mis principios, por lo que sea’, pero no se trata de eso; se trata de que nosotras vemos a pibas muriendo, abortando de maneras completamente precarias”, expresó en entrevista.

En el marco de la Cuarta Conferencia Latinoamericana sobre Diversidad en el Periodismo, realizada en la Ciudad de México (CDMX) hace unos días, Nicole explicó cómo fue la lucha de las mujeres argentinas para lograr el objetivo en el Congreso del país hace unos años, para que mejoraran las condiciones de salud pública de miles de mujeres.

Recordó cómo desde el periodismo también se actuó durante la lucha por su debate en el Congreso. Destacó la participación de mujeres de distintos sectores sociales para lograrlo: 

“A mí me tocó, como periodista, hacer una investigación en el medio (2019), en la cual llamé, junto con un equipo de investigación, a todos los diputados y senadores y les preguntaba qué iban a votar: “Si se volviera a tratar la ley, ¿qué votarías?”.

“Esa presión fue lo que al final logró que se aprobara. Entonces, no es que se convocó a las religiosas directamente; de hecho, había un sector mucho menos masivo que era el del pañuelo celeste, que planteaba y se llamaba “salvemos las dos vidas: la de la madre y la del bebé” (la del feto, en este caso), y ese movimiento también tenía una participación religiosa muy importante”.

En Argentina, el aborto comenzó a hablarse fuera de la esfera íntima, oculta y clandestina. Se discutió como un tema de salud pública. Sin embargo, no es un derecho al que todas las mujeres y personas con capacidad de gestar puedan acceder libremente, mencionó Nicole. 

“En el pueblo en el que vivo es muy difícil ir al hospital porque te van a intentar convencer o te van a decir: “Ah, no”. Porque también hay una cláusula que lograron los sectores conservadores, que fue que los médicos pueden declararse objetores de conciencia (…) Pero en todas las instituciones médicas debe haber alguien que sí lo haga, y eso no ocurre en todas las instituciones médicas”. 

Violencia de género desde el poder

La violencia de género ejercida desde el Estado argentino con la llegada de Javier Milei a la presidencia en 2023 ha afectado la vida de las mujeres en diversos ámbitos: “Una de las primeras cosas que sucedieron fue que se eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que se había creado por primera vez en la gestión anterior y del cual dependía la línea 144. Esta línea era la de atención a mujeres en situación de violencia de género”, precisó Nicole Martín. 

La línea 144 era indispensable en la Argentina, ya que de la mano de especialistas orientaban a la mujer y le daban las herramientas para identificar si estaba siendo víctima de violencia de género y no la obligaban a denunciar si ella así no lo deseaba. La proveían de alternativas.

“Era una línea que podía derivar a otras, como la línea 0800 (salud sexual), que orientaba en temas de salud sexual y reproductiva, y te podía orientar para realizarte un aborto. Si alguien llamaba a la línea 144, la podían derivar a esa otra línea. Ahora ya no existe […] no existe una política interdisciplinaria, interministerial, para la violencia de género.

“Es como si teníamos un montón de recursos con los cuales contar, en un país donde la mitad de la población es pobre y donde hay muchas vulneraciones; ahora ya no los tenemos”, advirtió. 

La fundadora de la revista Colibrí siempre se pronunció como “feminista” en su práctica, pero también tuvo la experiencia de ejercer en los medios tradicionales antes de sólo dedicarse a los medios comunitarios.

“En Vita Activa (…) también nos cuestionamos y nos ampliamos. Ahora estamos en un momento de tejer puentes, lo cual es incómodo porque a veces es difícil relacionarse con la otredad. Hay una otredad que es cómoda y otra que no lo es, y en Argentina estamos viendo que tenemos que relacionarnos con esa otredad incómoda, porque, si no, después vota en contra de nosotras”. 

¿Cómo se tejen puentes con una otredad, como la de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich? “Que sean mujeres no significa que sean compañeras. Sin embargo, cuando conquistamos derechos, por supuesto esos derechos son para todas. Y por parte de los movimientos feministas, también es saber que no vamos a poder llegar a Patricia.

“Sin embargo, cuando cuestionemos o critiquemos su política, por supuesto no la vamos a sexualizar, no vamos a hablar de su vida personal ni vamos a exponerla de una manera machista, sino que hablaremos de su postura política, aunque no sé si se puede trazar un puente con Patricia Bullrich”, consideró. 

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ALEX