Autoría de 8:49 pm #Destacada, En el Confesionario

Me echan carrilla por ser cinta negra en taekwondo: Jorge Maldonado

ENTREVISTA: ANA MARÍA RESÉNDIZ/LALUPA.MX

FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX

Leal, tenaz y perseverante es como se define Jorge Maldonado de los Cobos, quien destaca que le disgusta la mentira, pues le parece “la falta de respeto más grave”. Revela que su pasión por el futbol lo llevó a ser portero de las fuerzas básicas de Gallos Blancos. Y externa que practicó taekwondo durante varios años hasta llegar a ser cinta negra. “Me echan carrilla mis amigos, pero estoy a sus órdenes cuando así lo quieran, cuando se necesite”, dice divertido.

Al comparecer “En el Confesionario” de LaLupa.mx, el secretario privado del gobernador Mauricio Kuri subraya su gusto por Joaquín Sabina y por Love of Lesbian, grupo español. Asegura que su red social favorita es X por la interacción que tiene, y señala que su personaje histórico favorito es Julio Cornelio Escipión, político romano que cayó en desgracia por despreciar a las instituciones y a la ley. “Es una historia que deja un gran aprendizaje de que cuando llegas a un punto muy alto, si no te sabes autorregular, inminentemente va a llegar una caída muy dolorosa”

¿Cómo comienza tu día?

Despierto todas las mañanas entre 5:30 y 6:00 de la mañana, me aviento ahí el primer café del día. Me alisto y llego a casa del gobernador a las 7:00 o 7:15. Ahí me echo otro café —todos los días empiezo y termino en casa del gobernador—- Todos los días nos envían, de Comunicación Social y de la Secretaría de Gobierno, un reporte de medios: las columnas, los trascendidos, los cartones, para ir teniendo el contexto, tanto en lo nacional como en el estado. Así arranco: informándome. Ya que estoy con el gobernador, revisamos la agenda del día; empezamos a las ocho y media normalmente.

¿A qué te hubiera gustado dedicarte si no fueras servidor público?

Una de mis más grandes pasiones es el futbol. De chiquillo quería ser futbolista, pero también uno es consciente y el talento no dio para más. También llevo un tiempo escribiendo, estoy como columnista en dos medios y me di cuenta que es como una vocación, es una actividad que nunca había probado y me ha gustado bastante. Me hubiera dedicado al periodismo deportivo o político.

¿Qué deportes practicabas cuando eras niño?

Jugué futbol toda la vida, ya tengo ahorita un ratillo que no, pero siempre jugué. Practiqué taekwondo también varios años, llegué a ser cinta negra, me echan carrilla mis amigos, pero bueno, estoy a sus órdenes cuando así lo quieran, cuando se necesite. Lo que nunca me gustó fue natación. La escuela la empezábamos en agosto y hasta septiembre empezaban las pruebas para el equipo de futbol. Esas tres semanas de agosto iba a clase de natación y no hay cosa que me guste menos, iba obligado. Pero agradezco que me hayan impuesto esa disciplina. Por lo menos me sirve para que, ahora, si me meto a una alberca, no me ahogue.

¿Qué posición jugabas en el futbol?

Siempre fui defensa central, me encantaba ser defensa, pero hubo un momento, en sexto de primaria, que nos quedamos sin porteros. Me dicen: “necesitamos un portero”; yo me ofrezco y no me fue tan mal. El entrenador de porteros de las fuerzas básicas de Gallos era el mismo que el de la escuela en la que yo estaba y ese año me quedé como portero. Empiezo a entrenar aparte, dos días a la semana con los porteros de toda la escuela: más chicos y más grandes; y el entrenador me ve y me dice: no eres malo. Me invita a probarme en Gallos, voy, apruebo, me aceptan… me aventé 3 años en Gallos como portero, me gustaba mucho.

¿A qué actividad nunca te dedicarías?

A la arquitectura o cosas de creatividad como dibujar, crear algo no es lo mío. Ese tipo de cosas nunca se me dan.

¿En qué red social te sientes más cómodo?

Me gusta mucho Twitter, ahora X, porque es un espacio en el que se puede tener una libertad de expresión importante de sentimientos y pensamientos que valen mucho. Luego se vuelve un poco hostil, eso es el lado negativo de la red social, pero en general se encuentran todo tipo de pensamientos, ya sean políticos o de la vida diaria. Se puede dar una interacción muy valiosa. 

¿A qué dedicas tu tiempo libre?

Cuando tengo algún espacio me dedico a la columna, porque implica escribirla, pero también investigar el tema, prepararse y no escribir por escribir, sino tener un contexto y un sustento. Pero también me gusta mucho la convivencia con mi familia. Ahorita, por el encargo que tengo con el gobernador, mi tiempo libre es poco y lo que tengo me gusta dedicarlo a mi familia, a mis amigos, al ver un partido de futbol, ir al cine y también disfruto mucho la música, todo el tiempo estoy escuchando música: en el coche, en la oficina, en todos lados.

¿Cómo está integrada tu playlist?

Hay sólo un género que realmente no disfruto, que es el rock muy pesado, pero en general escucho de todo: cumbia, banda, salsa, baladas. Soy más bohemio, más romántico. Mi artista favorito es Joaquín Sabina. Me gusta Pablo Alborán, Alejandro Sanz, Luis Miguel.

Menciona una canción, un cantante y un grupo.

Un cantante: Joaquín Sabina. Una canción: traigo muy pegada una de Sabina que se llama “De purísima y oro”, habla de la posguerra civil en España. Y mi grupo favorito se llama Love of Lesbian, es español, no te sabría decir el género como tal cual es; me encanta, es más alternativo, en general, lo que transmite la música y la interpretación se me hacen impresionantes.

¿Serie o película?

Soy más de película. Las series, cuando son cortas, sí me puedo llegar a picar y las termino. Pero, por ejemplo, hace tiempo empecé a ver House of Cards, que son seis temporadas de 13 capítulos cada una y no tengo el tiempo para eso. Además, dedicarle tanto a una sola cosa me parece como desperdiciar mi tiempo.

¿Tu favorita?

El Padrino, la primera es muy buena. Lo que más me llama la atención es la trama, hablo de la actividad que llevaba a cabo este grupo, pero también cómo crece esta persona en lo personal, la capacidad que tenía para autorregularse, para saber cómo ejercer una acción, qué decir, cuándo llevar a cabo alguna operación, cuándo detenerse… esta maquinación, esta manera de pensar y de encontrar los momentos y los espacios.

Tu equipo de futbol

Tengo dos: el Cruz Azul, soy azul 100 por ciento; y el Barcelona, pero soy más del Cruz Azul desde que tengo uso de razón. Mi papá le va al Cruz Azul y es el mejor regalo que me pudo dar: haberme hecho del Cruz Azul. Y del Barça me acuerdo cuando llegó Ronaldinho, yo estaba muy chiquito, tenía 4 o 5 años y Ronaldinho en ese momento era como: ¡wow! Veía a Ronaldinho y al Barça y, a partir de ahí, le empecé a ir. De hecho, una de mis primeras camisetas de futbol —me la regaló mi mamá— fue del Barcelona. Esas dos pasiones las he tenido desde niño. No se me han quitado y espero nunca cambiar de equipo.

¿Cuál es tu libro de cabecera y por qué?

Es un libro de una trilogía: Escipión el Africano. Habla de Julio Cornelio Escipión —quien fue cónsul en Roma— desde sus orígenes: cómo nace, cómo lo va entrenando su papá que también había sido cónsul, senador… Es una novela histórica de cómo logra crecer y llegar a lo máximo, al grado de que toda Roma se le entrega a él. En ese momento se le va la noción del poder por tener tanto, pierde la empatía del pueblo, termina despreciando a las instituciones y a la ley. Ahí es donde empieza su caída. Esa obra a mí me encanta y me deja un gran aprendizaje, incluso se puede traer al contexto actual en algunos personajes que han llegado a tanto poder que se terminan perdiendo, se terminan nublando y creen que ellos están por encima de cualquier ley, cualquier institución.

¿Cuál es tu platillo favorito, ese que comerías toda tu vida y nunca te cansarías?

Tacos y pasta, soy muy garnachero. Podría comer siempre tacos y hay un platillo que cocina mi mamá, que se llama tortilla o torta azteca. Es una salsa de jitomate y pollo. Siempre que es mi cumpleaños, mi mamá me hace el favor de cocinarla.

¿Tequila o vino?

Soy más de vino. El tequila como que es más fiestero y pues ahorita prefiero andar más relajado. Para nada soy sommelier, es para pasar el rato y lo mejor del vino —justo lo vi “En el Confesionario” del jefe (Alfredo) Botello y coincido— es la compañía.

¿Tu personaje histórico favorito, y por qué?

Escipión. Es un gran aprendizaje su vida, fue un gran estratega en cuestión de guerra, era un excelente orador, un hombre muy culto —se dedicó durante toda su juventud a estudiar, a aprender con los mejores maestros que llevaban de Grecia para que le enseñaran— y también la moraleja de que cuando llegas a un punto muy alto, si no te sabes equilibrar, si no te sabes autorregular, inminentemente va a llegar una caída muy dolorosa.

En la obra de Paseo 5 de Febrero con Chepe Guerrero

¿Qué le dirías si te lo llegaras a encontrar?

Hay un momento que es, para mí, clave en su historia: cuando lo van a llevar a juicio y le toca argumentar contra el Senado. Estaban en una plaza ahí en Roma y, a media argumentación, los otros grupos políticos lo empiezan a atacar. Sin embargo, él se termina defendiendo y era tan bueno con las palabras que cautiva a los presentes, y la gente toma la plaza, no puede seguir el juicio y él se va con la gente alabado como un dios, pero el proceso penal ahí seguía. A mí me gustaría entender qué pasó por su mente para haber creído que iba a poder más que las instituciones y que las leyes que estaban para regular y defender a Roma de este tipo de situaciones, porque sí, la voluntad del pueblo importa, definitivamente, pero también para eso existen las leyes y las instituciones.

¿Un personaje de ficción?

No soy mucho de ficción, nunca había visto las películas de Batman, pero hace poquito vi las dos primeras y me gustaron mucho: la de Batman inicia y El caballero de la noche. Me pareció un gran personaje Batman, con una buena causa.

¿Qué es lo que más te entristece en la vida?

Mi talón de Aquiles es ver a un niño o una niña sufrir, me cuesta mucho, por ejemplo, en películas o videos virales donde la mamá que regaña a un niño y se ríen de eso… a mí eso me cuesta mucho, no entiendo cómo puede causar gracia ver un niño sufrir.

¿Cuál es tu ideal de felicidad?

La felicidad no se puede entender como una emoción o un estado permanente. Es tratar de estar satisfecho con uno mismo y saber que siempre has dado el máximo, llegues a mucho, poco o medio; saber que hiciste lo que querías, lo que te gustaba, que te sentiste pleno y realizado y encontrar un equilibrio entre todos los aspectos de la vida: trabajo, pareja, familia, amigos. Cuando encuentras ese equilibrio, más feliz o más pleno te puedes sentir.

¿Cuál es el principal rasgo de carácter?

Soy muy perseverante, muy tenaz. Cuando se me mete algo en la mente es muy complicado que lo saque. También es una parte que, a veces, yo mismo lo veo, hasta cierto punto, como negativo, porque me pongo un objetivo y hago todo para llegar, pero siempre hay circunstancias en contra que pueden ser ajenas, que no se ven y eso a mí me frustra mucho o me llego a castigar o a juzgar.

¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios?

No es hábito, más bien es algo que debería de hacer y no lo he logrado: es el ejercicio, hacer algún deporte. El otro día revisaba la aplicación del teléfono que todo mide y mi último registro de ejercicio fue en mayo, ya llevo cinco meses que no hago nada. Debería tener más voluntad para hacer ejercicio todas las mañanas, porque es muy importante, tanto para la mente como para el cuerpo.

¿Y de los ajenos?

No sé si sea un hábito pero algo que me molesta es la mentira. A mí una mentira, aunque sea mínima, aunque sea algo insignificante o algo que no trascienda me parece la falta de respeto más grave. Mentir y engañar es algo muy lamentable, en cualquier escala o proporción.

¿Qué don te gustaría poseer?

Algo como de ficción, me encantaría poder volar; y algo en lo terrenal, tener facilidad para los idiomas. Hablo inglés, no te diría que al 100 por ciento, pero lo entiendo muy bien y lo hablo decente.

¿Qué otro idioma te gustaría aprender? 

Me encanta el francés. Procuro buscar películas en francés porque me parece un idioma fantástico.

¿Qué harías si pudieras volar?

Los paisajes me encantan. Para empezar, para economizar tiempo, transportarme rápido a cualquier lado, pero sobre todo por la opción de tener esas vistas en el momento que tú quieras y en cualquier lado del mundo, me parecería increíble.

¿Cómo te gustaría morir?

Tengo mucho miedo a la muerte, es algo que desde chiquillo me ha causado muchos conflictos y es algo para lo que todos vamos, pero me gustaría morir tranquilo, en paz, sabiendo que hice todo lo que me propuse. Lo mejor sería dormido, de un infarto.

Defínete en tres palabras.

Leal, tenaz y perseverante.

¿Cómo te ves en un futuro?

Me gustaría, en este camino del servicio público, si llego a avanzar mucho o poco, irme con la satisfacción y la tranquilidad de que siempre ayudé lo más que pude, que puse mi capacidad y la disposición para ayudar a la gente y que siempre me conduje con honestidad y con respeto.

¿Cómo ves a Querétaro hoy y cómo te gustaría verlo al final de la administración del gobernador Kuri?

Veo en Querétaro un estado muy pujante, con un gran desarrollo y una vocación de crecimiento. En lo que va del año, Querétaro, sin ser ni el 2 por ciento de la población del país, es el estado que más inversión extranjera directa está recibiendo. Veo en Querétaro un estado que se está consolidando como un referente, no solo en el país, sino también a nivel mundial, dicho por personajes como el embajador de Estados Unidos en México (Ken Salazar).

Con el gobernador Kuri

Me gustaría ver, en un futuro, que Querétaro se mantenga con esta inercia, con este rumbo, que la gente, como lo ha hecho hasta ahora, sepa reconocer y ver cuáles son los gobiernos que le han hecho bien a Querétaro y que le sigan apostando a esta continuidad.

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Last modified: 14 noviembre, 2024
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