FOTOS: MÓNICA ZÁRATE
En la vasta producción literaria de Juan Antonio Isla (Querétaro, 1950), Distrito Central: un nuevo modelo para armar (Helvética, 2024) se erige como una pieza narrativa clave que explora las fronteras entre lo personal, lo colectivo y lo artístico. A través de un complejo entramado de voces y memorias, Isla entrelaza los secretos familiares con las realidades sociales de una entidad geográfica cambiante, revelando una obra de inusitada profundidad que desafía las convenciones de la novela tradicional. Este 29 de noviembre, en el Museo de Arte de Querétaro, se presentará oficialmente esta obra, invitando a lectores a ser parte de una experiencia literaria cautivadora.
En el centro de la novela se encuentra Gerardo Santander, un personaje que, tras un exilio autoimpuesto en Nueva York y Hollywood, regresa al Distrito Central, el barrio que lo vio crecer, con un ambicioso proyecto: crear un filme híbrido, a medio camino entre el documental y la autobiografía. Acompañado por Djurek Volta, un productor ucraniano que comparte su visión artística, Gerardo decide construir su película con las historias de su comunidad, utilizando a sus propios vecinos y familiares como protagonistas.
El proyecto de Gerardo, aunque ficticio, se convierte en un espejo de las dinámicas narrativas de la novela misma. Isla estructura Distrito Central como un rompecabezas narrativo, donde las piezas —cada historia, cada personaje— se ensamblan en un corpus que trasciende la suma de sus partes. Este enfoque, descrito por el propio autor como una sucesión de pequeñas historias agrupadas, permite al lector asumir un rol activo en la construcción de sentido, configurando un diálogo íntimo entre texto y lector.
Una de las mayores fortalezas de esta obra radica en su habilidad para capturar lo extraordinario en lo ordinario. Las calles del Distrito Central, sus habitantes y sus rutinas se convierten en escenarios que Isla describe con minuciosidad y sensibilidad. A través de esta lente, la novela da voz a una comunidad que, aunque aparentemente periférica, es el corazón palpitante de las transformaciones sociales y culturales.
La introspección psicológica de los personajes es otro de los elementos destacados de la novela. Isla profundiza en los conflictos internos de sus protagonistas, abordando temas como el alcoholismo, los secretos familiares, la sexualidad y la memoria colectiva. Esto no sólo humaniza a los personajes, sino que los sitúa como representantes de una sociedad en transición, atrapada entre el peso de las tradiciones y las exigencias de la modernidad.
El erotismo emerge como un eje transversal en Distrito Central. Sin caer en lo explícito, Isla dota a su prosa de una carga sensual que se convierte en un vehículo para explorar las pasiones humanas y los vínculos afectivos. Las escenas de corte erótico, descritas con maestría, oscilan entre lo visceral y lo poético, aportando matices a la narrativa que enriquecen su profundidad emocional.
Este erotismo, sin embargo, no es un fin en sí mismo, sino un medio para desentrañar las complejidades de las relaciones humanas. En las palabras del propio autor, su intención no es únicamente describir una realidad externa, sino involucrarse profundamente con las emociones y los conflictos de sus personajes. Esto confiere a la novela un carácter visceral y honesto que resuena con los lectores.
Uno de los logros más destacados de la novela es su capacidad para situar a un ente geográfico contemporáneo (quizás Querétaro) en el contexto de su propia historia. Isla retrata una ciudad en constante evolución, donde las tradiciones y costumbres del siglo XIX conviven, a veces de forma conflictiva, con las inercias del siglo XXI. Este enfoque histórico y sociológico dota a la novela de una dimensión adicional, convirtiéndola en un testimonio de las transformaciones culturales y sociales de nuestra región.
El Distrito Central se convierte así en un microcosmos que encapsula los desafíos y las oportunidades de la modernidad. Las historias individuales de los personajes, aunque profundamente personales, adquieren un carácter universal al situarse en este contexto más amplio, haciendo de la novela una reflexión tanto sobre la identidad colectiva como sobre las contradicciones inherentes al progreso.
La estructura polifónica de Distrito Central es otro de sus rasgos definitorios. Isla no se limita a una única perspectiva narrativa, sino que emplea múltiples voces para construir un mosaico de experiencias y emociones. Esta técnica no sólo enriquece la complejidad de la trama, sino que también refuerza el tema central de la novela: la multiplicidad de perspectivas que conforman la verdad colectiva.
El narrador omnisciente, aunque presente, no es un observador distante. Por el contrario, Isla lo describe como un participante con agencia, involucrado emocionalmente con sus personajes y sus historias. Este enfoque permite a los lectores experimentar la narrativa desde dentro, sintiéndose parte del entramado emocional que da vida a la novela.
Distrito Central: un nuevo modelo para armar es mucho más que una novela; es una experiencia literaria que invita a los lectores a reflexionar sobre las complejidades de la identidad, la memoria y la comunidad. Con una prosa que combina la precisión de un documentalista con la sensibilidad de un poeta, Juan Antonio Isla nos entrega una obra que, al igual que la película ficticia de Gerardo Santander, se convierte en un espejo multifacético de nuestra propia realidad.
Esta obra es un testimonio del poder de la literatura para capturar lo efímero, para dar voz a los marginados y para explorar las infinitas posibilidades del arte como medio de representación. Su presentación este viernes 29 de noviembre en el Museo de Arte de Querétaro promete ser un evento imperdible para quienes buscan una narrativa que desafíe, emocione y transforme. En el panorama de la literatura contemporánea, Distrito Central se yergue como un hito que reafirma el talento y la visión de Juan Antonio Isla.
La presentación de Distrito Central: un nuevo modelo para armar es hoy viernes 29 de noviembre a las 18 horas en el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO). Habrá vino de honor y venta de libros a precios especiales.
AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “PONGAMOS QUE HABLO DE LIBROS”, LA COLUMNA DE CARLOS CAMPOS PARA LALUPA.MX
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