REDACCIÓN/LALUPA.MX
San Juan del Río, Qro., 25 de diciembre de 2024.- Durante este 24 y 25 de diciembre, 15 personas infractoras del Reglamento de Justicia Administrativa, Cívica y Cotidiana fueron remitidas al Juzgado Cívico del municipio de San Juan del Río.
De estas personas, 14 llegaron por ingerir bebidas alcohólicas en vía pública, escandalizar en estado de ebriedad, alterar el orden público y portar instrumentos para el consumo de sustancias tóxicas, y otra por molestar e intimidar física o verbalmente a personas.
La directora del Juzgado Cívico Municipal, Laura Lizbeth Ramírez Trejo, detalló que de las 15 personas remitidas a la instancia que dirige, cinco permanecieron arrestadas en el Juzgado Cívico, a seis se les impuso una multa, a tres se les amonesto y una realizará actividades de trabajo comunitario.
Entre las remisiones se encuentra el individuo que molestó e intimidó a otras personas, quien, gracias al Convenio para la Atención de Infractores de Reglamentos Cívicos con Adicciones -firmado recientemente entre el municipio de San Juan del Río, la Secretaría de Salud del estado y el Centro Estatal Contra las Adicciones- se logró canalizar a esta persona con problemas severos de adicción a un tratamiento especializado.
Este caso, agregó, se presentó cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM-SJR) detuvieron a un hombre, acusado de vejar e intimidar a personas, y remitido al Juzgado Cívico. Durante la evaluación médica realizada en el Juzgado, el personal de salud detectó un cuadro severo de adicción a sustancias tóxicas. Bajo lo dispuesto en el convenio, se recomendó su canalización a una institución de salud adecuada para recibir tratamiento especializado.
Con este primer traslado, San Juan del Río se posiciona como el segundo municipio en el estado en garantizar el derecho humano a la salud para personas con problemas de adicciones, particularmente aquellas que de manera reincidente infringen el Reglamento de Justicia Administrativa, Cívica y Cotidiana. Este esfuerzo busca no solo atender las conductas disruptivas, sino también las causas de fondo, contribuyendo a la reconstrucción del tejido social.