La copia
Dijo que yo era su única amiga, me sentí honrada; meses después, con la misma voz, sentenció: “Estás dejando atrás la confianza y mi amistad”, porque fotocopié su libro muy antiguo sin permiso.
Ahora… fui su única amiga. Me quedé la copia, nunca logré degustarla en paz, de comprender que mi amistad, tan cierta, no tenía más valor que el original de un viejo tomo para mi amiga… entendí que, para ella, un desacierto mío era motivo suficiente para desecharme…
Lloré, claro que sí, y cuando mi llanto quedó todo en el pañuelo, me percibí extrañamente líquida y ardorosa; miré en mi interior a ver qué sucedía, y… ¡Aaah, sí!, ¡de mi cuerpo salía humo! Soplé, corrí, me tiré al agua; todo inútil, el ácido de sus palabras estaba surtiendo efecto… “Este fin es inminente”, pensé cuando me miré deshecho el corazón.
De prisa, tomé pluma y papel, cambié sus palabras corrosivas por otras dulces y alentadoras: “Estoy celebrando la confianza de la amistad”, puse, y me disolví girando como azúcar a ritmo de vals en una taza de café recién hervido.
Octubre, 2020
Sirena
Mi orden interior y tu voz no son compatibles: me soy desconocida cuando te escucho. Salgo de los caminos seguros a altas horas de las noches de luna a explorar veredas plateadas; ronronea mi alma y se enreda entre tus sílabas, no mías, no para mí, aunque parezcan.
Tu voz estremece el bosque tupido, casi petrificado de mi entraña, me sugiere cruzar precipicios dorados, desafiar a los cuatro vientos, sobre todo al del norte; trastocar mi brújula.
Debo ponerme a buen resguardo… pero no quiero.
Ese canto seductor, ¿no era tarea de sirenas hembra?
Sirena macho: te he escuchado, existes, eres verde… mientes…
Por favor, cierra pronto el manantial extraño de tu voz: que no me toquen tus palabras.
Cuídame, no sé nadar.
Marzo, 2020
Me queda claro porqué la dueña del libro antiguo sólo tenía una amiga. Conozco ese ácido de las palabras que carcomen la ilusión infantil de ser “únicas” para alguien. Al igual que él maravilloso canto de los sirenos que traspasan las barreras de la “virtud”, que con tanto tesón me remacharon en la mente, las mujeres que me criaron. A razón de la experiencia, entiendo ahora el doloroso desastre de no saber nadar bajo su embrujo. Gracias Paty, que con tan pocas palabras puedes reflejar los matices de la ilusión.
La amistad es un proceso. Es como sembrar una semilla que hay que cuidar, alimentar, para probar sus frutos. Cuando la amistad se construye sobre el préstamo o negociación de un libro, es una amistad superficial.
En el camino habrá más amistades.
La amistad no debe ser acotada..En la sirena hay temor pero lo enfrenta.
Felicidades. Ud si escribe muy bonito 🙏✨
Que el destino nos libre de copias de amistades y nos brinde personas originales.
Y que la vida nos llene de sirenos llamados recuerdos, amores eternos, hijos, parejas perfectamente imperfectas y vidas plenas.