HISTORIAS: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Hace 15 años inició la construcción de Pedregal de San José, en medio de milpas y calles de tierra en la delegación Epigmenio González. Sus habitantes eran familias jóvenes, con hijos muy pequeños que buscaban un lugar donde vivir. A finales de febrero, después de años de gestiones, recibieron las escrituras públicas de sus casas de manos del presidente municipal de Querétaro, Felifer Macías y el representante regional del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS), Diego Hoshin López Vergara.

Afuera de su casa, Francisco y Sandra ven a sus vecinos subir a una camioneta, que hace años no podía entrar al lugar porque el lodo no lo permitía. Ellos fueron de los primeros habitantes de la colonia y todavía recuerdan la falta de luz, de agua y la urgencia de construir fosas. Unos años después, Vicente y Adriana llegaron a la zona. Hace siete años que viven ahí y se sumaron enseguida a la regularización, querían pagar predial y recibir servicios.

Con sus papeles en mano, las dos familias se sienten seguras con su patrimonio. Piensan en sus hijos, en que ahora les pueden dejar algo. Sobre todo, están agradecidas, porque después de mucho tiempo, de mucho esfuerzo, “tenemos por lo que batallamos y te cambia la vida”.

Sufrir para tener algo
Francisco Javier Olguín Martínez y Sandra Medina González fueron de los primeros habitantes del Pedregal de San José. Llegaron hace poco más de 15 años, junto con otras tres o cuatro personas que ya vivían en el lugar. Todo lo demás eran milpas y las calles de tierra que se llenaban de un lodo en el que era difícil caminar cuando llovía, sobre todo con su hija pequeña. Tampoco había, luz, agua o drenaje.

“Tuvimos que hacer fosas para estar aquí, batallábamos con las pipas, cuando nos quedábamos sin agua, íbamos a pedir permiso en las casas de los familiares, íbamos para bañarnos”. El carro familiar tenía que quedarse en una esquina, porque no podían entrar a la colonia.

Conforme crecía la colonia, también aumentó la organización social para hablar con las autoridades. Hace unos siete años consiguieron el servicio de electricidad; dos o tres años después se inició el empedrado, más tarde el agua y siempre se insistió en conseguir las escrituras, porque ellos compraron legalmente a un vendedor.

Él es ayudante de electricista y conocía las complicaciones de comprar un terreno y vivir en un asentamiento irregular, pero si no lo hacían así, “no se logra nada, hay que sufrir, hay que batallar, quisiéramos llegar y nada más vivir ahí pero no es así, hay que sufrirle para tener algo”,

Lo mismo pasó con Vicente Gutiérrez Hernández y Adriana Gómez Montero. Él es trabajador de la construcción y ella ama de casa. Llegaron hace siete años a la colonia, cuando su manzana todavía era un terreno baldío y tardaron tres años en empezar a construir, poco a poco, entre él y sus hijos.

Adriana luce contenta. Llegaron a ese terreno luego de vivir en dos cuartos en la casa de sus suegros, pero después necesitaron su espacio. Vicente explica que “el muerto y el arrimado a los tres días apestan”, así que se cambiaron sin tener una vivienda lista. “Llegamos sin nada, a la intemperie, tapándonos con lonas, pero ya había empedrado y banquetas”, recuerda ella.


Después de 15 años, ya es nuestra casa
Francisco y Sandra platican que hace diez años esperaban recibir las escrituras, pero no se conseguía. Apoyados con una vecina que fungió como coordinadora de la colonia, se encargó de reunir el papeleo y mantenerlos al tanto de cada paso. Los vecinos que quisieron conseguir sus papeles tuvieron que pagar el predial y otros se negaron porque consideraban que era muy caro.
Ellos explicaron a sus vecinos que tenían que pagar el predial como cualquier otra persona y recibieron un descuento por parte del gobierno municipal. “Lo bueno es que ya se logró esto”, dice Sandra y su esposo cuenta que siempre estuvieron con el pendiente, porque “fui de los primeros que compré y siempre hay algunos canijillos y dicen: esto es mío y empiezan los problemas. Gracias a Dios no nos pasó eso, ahora ya estamos a gusto, nomás tenemos que estar al pendiente de pagar el predial, eso es todo”.

Sandra afirma que con los papeles que ya respaldan, esta casa ya es su patrimonio y le da seguridad a su hija. El presidente municipal, Felifer Macías, fue a verlos por la entrega de las escrituras. “Lo arreglaron del año pasado a este, como siete u ocho meses, fue muy rápido”, platica Francisco Javier, que en cuanto tuvo los documentos, se los presumió a sus hermanos y le decían “¡Qué bonito! ¡Ya la hiciste!” y su esposa adelanta que “Ya pa’l otro año, ahora sí el colado”.

Vicente y Adriana citaron a sus hijos para darles la noticia de las escrituras. “Los juntamos a todos, les dijimos que iban a tener otro hermanito, decían que cómo era posible y ya no querían comer, les dijimos que no, que eran los papeles de la casa, que ya teníamos por lo que luchamos hace siete años, las escrituras por las que batallamos tanto”
Te cambia la vida
Las dos familias están contentas. Como ya pagan el predial, también pueden exigir, Francisco y Sandra esperan más seguridad, porque hay gente que se mete a las casas o asalta a las personas en pleno día, “hasta a un señor que vendía elotes”. También buscarán apoyos para mejoramiento de vivienda para construir sus bardas.

Vicente y Adriana confían en que ahora que ya pagan predial, se empezarán a mejorar muchas cosas en las colonias, por ejemplo, limpiar un camino que está lleno de tierra y desazolvar una alcantarilla que se tapa cada que llueve y que está pegada a la colonia Rancho Quemado.

“En menos de un mes se vuelve a tapar y baja hasta la preparatoria, se reporta seguido, pero no sabemos si hace falta algún estudio en toda la plomería porque se destapa hoy y en poco tiempo está todo tapado y se estanca con la tierra y huele mal”, explica Vicente.

Adriana disfruta estar en su casa. Su esposo y sus hijos construyeron cada pared, cada ventana. Ahora Vicente espera hacer el testamento en unos meses, porque “si uno llega a faltar, ya puedo dejarles algo válido para ellos, ya tengo los papeles, les he dicho que, si yo llego a faltar, esto es de los tres hijos que tengo, de mi esposa, que no peleen, pero mi meta es arreglar todo a tiempo y ahora es más fácil porque ya tengo esto y te cambia la vida”.
