REDACCIÓN/LALUPA.MX
Guadalajara, Jal., 12 de marzo de 2025.- Sentados en la tierra del Rancho Izaguirre, un grupo de buscadores de desaparecidos hojean una libreta con listas llenas de sobrenombres.
“Mira, les ponían apodos”, dice una mujer al mirar las hojas. Algunas sólo tienen sobrenombres en grupos de hasta 10. Otras tienen el encabezado “Comando” o “Apoyo”, o una anotación de “Reclutas 74, 59 hombres, 9 mujeres”.
Estas anotaciones estaban entre cientos de objetos personales hallados en el Rancho Izaguirre, una finca localizada en una región agrícola de Teuchitlán, a una hora de camino desde la ciudad de Guadalajara.
Los miembros del grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, que tratan de hallar a personas que han desaparecido por la violencia en el país, también encontraron restos óseos en fosas clandestinas e indicios de que los cuerpos fueron calcinados.
Este lugar había sido asegurado e investigado por las autoridades federales y del estado de Jalisco en septiembre del año pasado, pero sus indagatorias no habían localizado los restos que sí encontraron los buscadores de víctimas la semana pasada.
“Nadie había entrado a un lugar así. Habíamos entrado a lugares que eran casas de seguridad, pero no de adiestramiento, no de exterminio”, dijo Indira Navarro, una vocera de Guerreros Buscadores de Jalisco.
Y es que, según los primeros indicios, este terreno era empleado por miembros del crimen organizado (la zona está controlada por el Cartel Jalisco Nueva Generación) para reclutar y entrenar a jóvenes que se sumarían a sus comandos.
Dimos [con el lugar] porque teníamos varias llamadas anónimas… Y pues nos encontramos con restos calcinados, restos de cuerpos humanos calcinados en fosas”, aseguró Navarro, quien desde 2015 busca a su hermano, Jesús Hernán Navarro, desparecido en el estado de Sonora.
En el lugar fueron encontrados restos óseos, algunos con “indicios de calcinación”, pero aún no se ha determinado un número de fallecidos, informó la Fiscalía de Jalisco
Pero el hecho de que hayan sido encontrados cientos de zapatos, ropa, mochilas y otros objetos personales hace temer a los buscadores que pueda tratarse de un lugar donde hubo muchos asesinatos.
Una investigación incompleta
El hallazgo de restos fue denunciado la semana pasada por Guerreros Buscadores de Jalisco, pero las autoridades tenían conocimiento del lugar desde el 18 de septiembre del año pasado.
El fiscal Salvador González informó que primero fue la Guardia Nacional la que realizó un operativo contra la delincuencia en el lugar en el que presuntamente se realizaban actividades criminales. Fueron detenidas 10 personas y rescatadas dos que estaban secuestradas. Otros civiles huyeron tras un enfrentamiento.
Las autoridades también hallaron un cadáver a la vista, por lo que iniciaron una búsqueda que “se prolongó hasta octubre”, aseguró González.
“Participaron más de 10 personas, retroexcavadora, medidores de compactación de suelo y binomios caninos”, explicó el fiscal el martes.
“Ante los recientes hallazgos, [es evidente que] los trabajos fueron insuficientes. Ante ello iniciamos una investigación para poder determinar posibles omisiones de cualquier autoridad y fincar responsabilidades”, indicó.
El funcionario aseguró que, según las investigaciones periciales actuales, no hubo actividad en el predio desde que se hicieron los primeros trabajos el año pasado, por lo que presumiblemente los restos encontrados por los activistas no son de víctimas recientes.
El Rancho Izaguirre es un terreno rectangular, con unas construcciones ligeras y rodeado de muros perimetrales, en medio de tierras de cultivo en el municipio de Teuchitlán.
Los buscadores de víctimas dicen que el sitio no estaba custodiado por las autoridades. Al ingresar, se encontraron con cientos de objetos personales -como zapatos, ropa y mochilas- que les indicaban que por ahí pudieron haber pasado un gran número de personas.
“Desde el inicio encontramos ropa, montículos de ropa, muchísima ropa. Encontramos calzado, que esto fue algo que se hizo viral, porque lo comparaban con unas fotos de la antigüedad, de guerras, de sitios de exterminio. Realmente esto era un sitio de exterminio, reclutamiento y exterminio, porque ahí mismo terminaban con la vida de las personas”, explicó Indira Navarro
Después hallaron las libretas con las listas de sobrenombres, algunas fotografías, una carta y una identificación. Además, recolectaron casi un centenar de casquillos de bala.
Con la experiencia que tienen en otros sitios de búsqueda, se dieron a la tarea de excavar para ver si había indicios de víctimas mortales. Y entonces comenzaron a encontrar los restos óseos, algunos con rastros de haber sido expuestos al fuego. Navarro no duda en señalar que era un sitio de “reclutamiento y exterminio” como nunca habían visto.
Las autoridades hasta ahora han corroborado la existencia de “seis lotes óseos en cuatro espacios”. También reportan que las pertenencias corresponden tanto a personas involucradas en “actos ilícitos” como a víctimas de estos.
Según la investigación, se corroboró “una modalidad que no había sido utilizada por el grupo criminal: además de calcinar los restos, éstos fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra”.
Con información de BBC
https://www.bbc.com/mundo/articles/cn892gwxlv4o
