Introducción
La compatibilidad electromagnética (EMC) se encarga de asegurar que los dispositivos electrónicos operen sin interferir entre sí ni ser afectados por perturbaciones externas. En un mundo donde las señales están por todas partes, controlar lo que emiten los equipos y asegurar que resistan perturbaciones es clave para su seguridad y para el buen desempeño de sistemas vitales en campos como la medicina, la aeronáutica, las telecomunicaciones o la industria automotriz.
Ubicado en el Campus Juriquilla de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, el Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética, parte de la Unidad de Alta Tecnología (UAT), se ha ganado un lugar destacado en México. Sus instalaciones modernas le permiten llevar a cabo pruebas tanto de preconformidad como de conformidad, siguiendo normas industriales y globales. Entre sus recursos principales está una cámara semianecoica que crea un espacio libre de ecos electromagnéticos, ideal para medir con precisión las emisiones de los equipos que se prueban ahí.
La cámara semianecoica: un espacio único
Desde que empezó a funcionar en septiembre de 2015, tras instalarse en 2014, esta cámara se ha vuelto esencial para el laboratorio. Mide aproximadamente 7.0 x 6.7 x 4.3 metros por dentro, con un área útil de 5.8 x 4.9 x 3.4 metros, y está diseñada para cumplir con la norma CISPR 16-1-4 en cuanto a atenuación y reflexión de señales. Su estructura evita interferencias no deseadas, lo que permite analizar emisiones radiadas entre 9 kHz y 18 GHz. Esto la hace perfecta para estudiar desde componentes pequeños, como circuitos integrados, hasta sistemas más grandes, como los de autos o satélites, atendiendo a las necesidades de distintos sectores.

Precertificación y normas que la respaldan
Un aspecto central del laboratorio es preparar equipos electrónicos para cumplir con las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), emitidas por la Secretaría de Economía a través de la Dirección General de Normas. Estas reglas aseguran que los productos sean seguros, eficientes y confiables. Pero el laboratorio no se queda ahí: también sigue estándares internacionales como los de la IEC, CISPR, MILStd y NMX, lo que facilita que los dispositivos mexicanos sean reconocidos en otros países y puedan competir en el mercado global.
¿Por qué importan las certificaciones?
Las certificaciones tienen un valor que va más allá de lo técnico. Para las empresas y los usuarios, son una prueba de que los equipos han pasado por evaluaciones estrictas en lugares acreditados, algo crucial en industrias donde un error puede costar vidas, como la aeroespacial o la médica. Además, el hecho de que el laboratorio esté avalado por normas como la ISO IEC 17025 demuestra su rigor técnico, su imparcialidad y la consistencia de sus resultados, generando confianza tanto en el gobierno como en el sector privado.
En este sentido, el impacto de estas certificaciones es profundo, ya que al contar con dispositivos certificados las empresas mexicanas pueden competir en mercados internacionales, reduciendo los costos y tiempos que implican la homologación de sus productos en el extranjero. Además, el proceso de certificación impulsa la innovación, ya que estimula a los fabricantes a mejorar continuamente sus procesos y diseños, asegurando la calidad y la seguridad de sus productos.
El laboratorio de EMC de la UAT no sólo realiza ensayos en una amplia gama de aplicaciones —desde el análisis de sistemas de comunicaciones y electrodomésticos hasta la evaluación de plataformas aeronáuticas y satelitales—, sino que también ofrece cursos y talleres para formar nuevos especialistas en la materia. Esta doble función de precertificación y capacitación fortalece la cadena de valor tecnológica en México, impulsando la colaboración entre el sector académico, el gobierno y la industria.

Conclusiones
Finalmente, es relevante mencionar que la certificación de compatibilidad electromagnética es fundamental para garantizar que los dispositivos electrónicos operen correctamente en entornos complejos y sean competitivos a nivel global. El Laboratorio de EMC de la UAT de la UNAM, con su cámara semianecoica y su compromiso con estándares y normativas mexicanas, desempeña un papel crucial en este proceso. Al precertificar equipos y formar profesionales especializados, este laboratorio no sólo mejora la seguridad y calidad de los productos, sino que también posiciona a México como un referente en innovación y competitividad tecnológica.
*Autores: Dr. Carlos Romo Fuentes, responsable del Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética, profesor-investigador en la Unidad de Alta Tecnología. Dr. Jorge Alfredo Ferrer Pérez, responsable del Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz, profesor-investigador en la Unidad de Alta Tecnología. Dr. Rafael Guadalupe Chávez Moreno, jefe de la Unidad de Alta Tecnología, profesor-investigador en la Unidad de Alta Tecnología. Dra. Rocío Damara Merlo Espino, asistente de jefatura de la Unidad de Alta Tecnología. Dr. José Alberto Ramírez Aguilar, responsable de Estación Terrena en la UAT, profesor-investigador en la Unidad de Alta Tecnología.
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Referencias
- Entidad Mexicana de Acreditación. (s.f.). Acreditación de laboratorios. Disponible en: https://www.ema.org.mx
- Facultad de Ingeniería, UNAM. (s.f.). Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética, Unidad de Alta Tecnología, Campus Juriquilla. Recuperado el 20 de febrero de 2025 de: https://www.ingenieria.unam.mx/uat/LabCompatibilidadElectromagnetica.php
- Secretaría de Economía. (s.f.). Normas Oficiales Mexicanas. Disponible en: https://www.gob.mx/se
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